Before I Fall - Taekook

04. Feelings

- Esto...lo que he sentido besándote - juntó sus pechos - ¿lo sientes? ¿notas nuestros corazones? Esto es real...no hay ninguna confusión Taehyung, tú estás igual que yo...-mencionó el rubio, colocando su mano en el pecho contrario.

- puedo sentirlo Jungkook, pero sólo ha sido el momento, toda la tensión que nos traíamos, no hay más ¿sí? – volvió a decir, suspirando pesado por toda esa situación.

- No, no ha sido el momento ni nada, tú querías besarme desde el primer día, aquí en mi casa, me pediste permiso ¿lo recuerdas? – observó al mayor morderse los labios con rapidez – y ahora también has querido, sabes que esto no es una coincidencia, el que estés aquí, de nuevo conmigo, todo significa algo...lo nuestro nunca acabó...lo sabes, al menos no de forma natural, ni porque dejásemos de amarnos; no puedo ni quiero sacarte de mi sistema, no cuando no tuvimos lo que nos merecíamos. Ahora podemos ser felices, Taehyungie – sentenció colocándose sobre su regazo para juntar las frentes de ambos.

- Quise hacerlo sí, pero se te olvida un detalle importante; no sabía que tenías novio. Y si estoy aquí es por trabajo, ¿quieres ser feliz conmigo cuando estás con Eunwoo? Es un poco hipócrita de tu parte; no soy el mismo Taehyung que dejaste aquel día en esa estación de tren, Jungkook -su voz denotaba la pena con la que decía aquellas palabras.

- Ahora también lo sabías y me has besado; yo creo que no has cambiado mucho, ninguno lo hemos hecho en realidad-

- Discrepo totalmente contigo. El Jungkook que conocía jamás se habría tatuado por el pánico que le tenía a las agujas y por la imagen que ibas a dar, y ahora mírate, estas lleno de tatuajes; sí que has cambiado, aunque todavía no conozca a tu nuevo yo puedo saberlo – sonrió de lado, impregnándose sin querer del aroma del chico.

- No son unos simples tatuajes, son recuerdos, memorias grabadas en mi piel. Y si tanto dices haber cambiado, déjame conocerte de nuevo, permíteme enamorarme de tu nuevo 'yo'- acarició los brazos del canela – extraño como me hacías sentir, anhelo tu tacto, caricias, tus labios sobre los míos haciéndome ver el cielo...extraños todo lo que fuimos... ¿tú no lo haces? -preguntó con un hilo de voz, nervioso.

- Claro que lo hago, te extrañé cada puto día durante no sé cuánto tiempo. Quise salir a por ti a los días de que te fueras, pero Jin me paró los pies; hubo momentos en los que solo hacía extrañarte en el día y pensarte y llorarte en la noche; a veces mi corazón sentía que te habías ido por completo al no saber nada de ti; porque mierda Jungkook, lo que tuvimos durante aquel año fue lo más hermoso de mi vida, jamás lo cambiaría; pero no acabó de buena manera...había veces en los que pensaba que si la vida no hubiera sido tan injusta, seguiríamos juntos a día de hoy; pero nuestros caminos se separaron...y no podemos hacer nada ya, es tarde – acarició la suave piel del menor, mientras le veía triste.

- Te has vuelto un poco negativo sí...lo que dices es cierto, sí...pero todo camino puede volver a cruzarse, a coincidir, y el nuestro lo ha hecho...Tae...por favor...-

- Puedo darme cuenta de que te has convertido en un cabezón e insistente...me pones de los nervios así, solo quiero callarte ahora mismo de lo que te repites, dios...- bufó bajito, mirando fijamente a los orbes del rubio.

- Cállame entonces; atrévete a negarme que tengo la razón, cállame para aceptar que te has quedado sin argumentos alguno, y que en realidad sigues muriendo por mi a pesar de todos estos años separados, ten la fuerza para decir que nuestra llama ya se ha apagado – le encaró, sintiendo la respiración cada vez más pesada del mayor a causa de la cercanía que habían creado.

Vio al pelinegro bufar molesto, para después sentir como éste tomaba con la diestra su mejilla, sintiendo seguido, sus labios chocar con los del canela; y cerró los ojos al instante, suspirando entre el beso debido a lo real y jodidamente bien que se sentía. Jungkook no sabría decir si le gustan más los labios del mayor ahora, o los del pasado, y es que ambos les traían loco; si bien en el pasado fue todo más cuidadoso, incluso miedoso al ser ellos recíprocamente su primer todo, amaba los besos cálidos y atentos de aquel entonces; pero la verdad es que en la actualidad se sentía bastante distinto, era más apasionado, candente, pero sin dejar de lado la delicadeza con él.