Suegra Malvada

Capitulo 4

La baronesa, que la había estado mirando sin comprender, comprendió la situación.

Ya no podía obtener dinero para sus gastos de subsistencia.

En otras palabras, Liliana, su bote de dinero, se perdería para siempre.

¡Oh, duquesa! Soy…"

Solo entonces, la baronesa Londini, que entendía la situación, trató apresuradamente de agarrarse a la pierna de Anriche.

Por supuesto, Anriche se le escapó dando un par de pasos hacia atrás.

Añadió Anriche con frialdad.

"Desde que cuidaste y criaste a Liliana, el orfanato se ha ampliado enormemente".

Ella apuñaló directamente al grano.

La baronesa Londini abrió los ojos.

Anriche habló con delicadeza.

"Ustedes son la familia de Liliana, así que pasaré por alto lo que pasó hasta ahora".

"¡Oh, eso, pero ...!"

"Pero si no puedes deshacerte de tu codicia hacia ella en el futuro, o incluso si intentas molestar a Liliana ..."

Anriche concluyó sus palabras con su voz fría.

"Luego, en la corte, conocerá al abogado de Valois".

¿Tribunal? ¿Abogado?

¿Significa que incluso el tribunal emprenderá acciones legales?

Ahora, se estaba produciendo un violento terremoto en las pupilas de la baronesa.

Después, Anriche se volvió hacia Liliana.

"Liliana".

"¡Sí Sí!"

A la llamada de Anriche, Liliana, que estaba mirando a la baronesa, recobró el sentido.

"¿Qué quieres hacer, Liliana?"

"¿Sí? ¿Me?"

Liliana abrió mucho los ojos.

Anriche se inclinó, miró a Liliana y habló con voz suave.

"Quiero ser tu tutor y vivir contigo en el futuro, ¿te irá bien?"

Era seguro que Liliana necesitaba dejar el orfanato.

Era absurdo mantener al niño en un entorno abusivo.

Pero para ella y Anriche era diferente vivir juntos.

No quería que Liliana se sintiera abrumada por sus decisiones.

'Entonces, debería darle opciones a Liliana también'.

Pensó que estaría satisfecha con convertirse en la tutora de Liliana.

Liliana tuvo que aceptar muchas cosas, incluido su compromiso.

Mientras tanto, Liliana se enfrentaba a Anriche, sin saber qué hacer.

"Yo, yo ..."

“Si es incómodo, está bien decir que no. Te proporcionaré un lugar para vivir por separado ".

"¡Oh no!"

Liliana, sin saberlo, apretó los puños y gritó con voz fuerte.

"¡Quiero vivir contigo!"

¿Eh?

Anriche, sorprendida, abrió mucho los ojos.

Sin embargo, la persona que más se sorprendió por su propia voz pareció ser la propia Liliana.