Culpa

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POV: Enzo

Abro la puerta entrando a mi casa y me dispongo a subir a mi habitación, dejo mi mochila en mi escritorio y me tumbo en mi cama pensando en las cosas que pasaron hoy, en el chico que estaba siendo golpeado y en como pude hacer algo por él.Pensamientos cómo ese inundaban mi mente hasta que una voz interrumpe el silencio que había, Enzo baja, la comida ya está lista, gritó mi mamá y yo me levanté rápidamente de la cama y procedí a bajar.

Ya en la mesa me senté en una punta y mi mamá en la otra, mi padre aún trabajaba a estas horas por lo qué era normal que no estuviera ¿Cómo te fue en un tu primer día Enzo?, me pregunta mi mamá con una sonrisa agradable, bastante bien, le digo contándole mi día omitiendo lo que había pasado con el chico.

Terminé de comer y subí a mi habitación, cansado y apenas hice contacto con mi cama entré en profundo sueño. Una fuerte música me despertó, con los ojos aún entrecerrados miré por todos lados hasta darme cuenta de que el sonido venía de mi celular, era una llamada telefónica de Nikte, rápidamente cogí el celular y descolgue la llamada. Enzo, te habla un ser del más allá y si no dejas de dormir en este instante y te asomas por la ventana te atormentare toda tu vida me dice Nikte con una voz algo macabra, ¿Que quieres Nik?, Estaba durmiendo tan bien, le digo entre un largo bostezo Asómate por la ventana bello durmiente me dice Nik, yo me levanto de la cama y me asomo por la ventana y la veo a ella montada en un carro descapotable color rojo, inmediatamente me quedo con la boca abierta al ver semejante vehículo Enzo cierra la boca te va a entrar una mosca o algo peor me dice Nikte con un tono pícaro, yo sonrió habiendo entendido su doble sentido.

¿De dónde sacaste esa máquina Nik?, Le digo con tono aún sorprendido, mis padres me lo regalaron por mi primer día de clases, me dijeron que cómo ya soy mayor necesito parecer mayor, yo no entendí pero les agradecí, ya sabes, los padres a veces dicen cosas extrañas, dice Nikte de lo más normal del mundo, como si fuera normal que alguien te regalara un automóvil así de la nada, ¿Que esperas bello durmiente?, Ya baja y vamos a dar una vuelta Dice Nikte tocando el claxon del automóvil, yo bajo corriendo las escaleras y subo al automóvil con ella, ¿A dónde te llevo señor Enzo? Me dice Nikte poniéndose una gorra y simulando ser mi chófer quiero ir por algo de comer chófer Nik, es qué no he comido, mi mayor domo no cocina tan bien digo yo con tono divertido siguiéndole el juego a Chófer.

Nikte arranca el auto y nos dirigimos a un restaurante de comida rápida que quedaba muy cerca de mi casa.

La brisa chocaba contra mi cara, al ser un auto descapotable el aire entraba por todas las direcciones, cerré los ojos y me sentía vivo, me sentía pleno, hace mucho no sentía una felicidad así y creo que esto se debe a qué Nikte de nuevo está conmigo, después de un verano aburrido nuevamente me siento completo.

Pareces un perrito interrumpe Nikte riéndose, ya decía yo que este momento no podía durar mucho.

Llegamos al restaurante y pedimos nuestra comida, ambos pedimos hamburguesas y papas. Con nuestra orden ya con nosotros Nikte arrancó de nuevo y nos dirigimos de vuelta a casa, comiendo por el camino.

Estaba siendo un buen día, me estaba divirtiendo mucho, hasta que paramos en un semáforo y dirigí mi mirada pensativa hacía un callejón, allí se encontraban 2 señores altos con pasa montañas, apuntando con un arma a una chica, yo me impacte ante tal escena y rápidamente le señalé a Nikte lo que pasaba.Nikte también quedó impactada y sin palabras al ver tal acto, debemos ayudarla, Nikte debemos hacer algo, le dije pero ella negó con la cabeza ¿Estás loco Enzo?, Esos señores están armados, no podemos hacer nada, me dijo Nikte poniendo ya un pie en el acelerador, haz algo Nik, atropellalos con tu coche, lancemos una piedra, algo solo algo, le dije casi entre lágrimas pero Nikte solo miro el semáforo que ya estaba en verde y procedió a acelerar.

El resto del camino fue un silencio incómodo, no tenía palabras y creo que ella tampoco, estaba molesto por qué pudimos hacer algo pero ella no lo quiso.

El silencio incómodo siguió hasta que llegamos a mi casa, ella aparco su coche enfrente y yo bajé del carro, adiós Enzo te veo mañana me dijo, yo asentí con una sonrisa y di vuelta para entrar a casa, seguía algo molesto, no con ella sino conmigo mismo por no actuar, no dependía de ella, si de verdad quería ayudar hubiera saltado yo mismo del coche y les hubiera lanzado algo pero no lo hice.

La culpa me comía la mente, siempre he sido así, siempre he tenido esa necesidad de ayudar a los demás sin importar que me pasara a mi, pensamiento que Nikte no compartía.

Me tumbé en la cama agotado y entre pensamientos de culpabilidad por lo del chico del colegio y por no haber intentado al menos hacer algo contra esos señores con pasamontañas me quedé completamente dormido.

End Of The Line Donde viven las historias. Descúbrelo ahora