Los días y meses pasaban y mi vida seguía igual, seguía siendo el mismo pozo sin fondo, discutía con mi padre día sí y día también siempre pensé que nunca me entenderían así que un día me harte, me enfade tanto con ellos que cogí dos mochilas y en ellas metí el móvil, el cargador, mi libro preferido, mis discos, ropa y un par de deportivas, cerré las mochilas y las cogí, cogí mi cartera, las llaves y la mochila de los libros y mientras mis padres cenaban me fui, cogí el primer autobús y salí de aquel sitio, estuve un par de horas dando vueltas por la ciudad hasta que decidí llamar a mi tía, me fui a un lugar más apartado y la llamé
*conversación *
Tía: hola
Yo: hola tía - las lágrimas no me dejaron decir nada más -
Tía: ¿que pasa mi niña?
Yo: yo... No aguantaba más, he cogido mis cosas y me he ido, no puedo con más broncas y peleas, no puedo seguir sufriendo y haciéndoles sufrir
Tía: tranquilízate dime donde estas y voy a buscarte y así me lo cuentas con más calma
Yo: no te preocupes de verdad, no tienes por que venir a por mi... ¿Puedo quedarme contigo?
Tía: claro que sí cariño, eso no tienes que preguntarlo, ven a casa por favor
Yo: vale, mil gracias tía te quiero mucho
*fin de la conversación*Nada más decir eso colge
Bloquee el móvil, el primer impulso fue tirar el móvil contra el suelo pero decidí no hacerlo ya que sí lo hacia me quedaría sin movil y sin música, me puse los cascos y empece a escuchar "No podéis pararme" de curríce, la música empezó a soñar y mis piernas empezaron a moverse al mismo tiempo, me dirigí a la parada del bus y mire el horario, quedaban 10 minutos para que llegase así que me senté allí a esperar, cuando llego el bus pague y me subí me senté atrás del todo aún que sólo iba yo en el autobús.
Tres paradas y la mía, me baje y justo empezó a llover, como veía la suerte lo es lo mío, menos mal que ya estaba cerca, cuando llegue llame al timbre y entré en el portal y allí me seque un poco y espere a que mi tía me abriese, la cual no tardo más de un minutos.
Le conté lo que había pasado, que está vez había sido peor, que está vez acabe contra la puerta del armario y que está vez nadie me había defendido, me sentí sola, o mejor dicho estaba sola y por eso me fui.
El móvil de mi tía sonó, en seguida supe que eran mis padres para saber donde estaba, antes de que descolgase le dije que no les dijese nada, que se inventase algo pero que no quería que supiesen donde estaba, ella descolgó y les dijo que había hablado conmigo y que yo estaba bien pero que no sabía donde dormiría, ellos colgaron sin hacer muchas preguntas y sin molestarse mucho, más bien creo que llamaron por cumplir.
Me fui a la habitación que mi tía me había dicho que sería la mía y me metí en la cama y entre lágrimas me quede dormida.
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Segundo capítulo, este es más largo 😉
Me sentía inspirada y bueno he creado esta historia
Espero que os guste
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Gracias
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Volveremos a vernos
Teen FictionRaquel la protagonista de esta historia, tiene 18 años, es de estatura media, rubia con el pelo corto y ojos marrones y verdes, quizás lo único que le gustaba de su físico eran los ojos. Es de esas personas que no se rinde fácilmente y no por falta...