Capítulo único

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Chifuyu odia los descansos.
Capítulo único.
Semi-AU + OoC.
Kazutora & Chifuyu.

N/A: Amo a Kazutora y me gusta pensar en su relación con Chifuyu (y Baji).

Este es un escrito No-Pairing, pero si lo quieren tomar como tal ¡no hay problema! (A mi me gustan como ship también, solo que no suelo escribir BL jaja).

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Chifuyu no se consideraba alguien completamente trabajador. Pero ciertamente daba lo mejor de sí en la tienda de mascotas que un día abrió y ahora con ayuda de la persona que menos esperó administraba. Trabajaba limpiando las jaulas, bañando a las mascotas, a veces estaba en la caja registradora y a veces estaba en la bodega acomodando cosas.

Pero nunca, nunca, tomaba un descanso.

Muy bien, quizás exageraba un poco. Pero había una razón por la que prefería no tomar descansos y trabajar hasta que no hubiese nada más que hacer.

—Oi, Chifuyu el almuerzo ya está aquí ¿vas a venir o qué?

Y esa razón tenía por nombre Kazutora Hanemiya.

Si, realmente odiaba los descansos. Sin embargo, no había más trabajo por hacer y la mirada de Kazutora esperando una respuesta suya ya comenzaba a erizar su piel.

—No.

Kazutora desvía la mirada. No esperaba una respuesta afirmativa de todas formas, él sabía perfectamente que Chifuyu no se sentía del todo cómodo a su lado.

Pero si debía ser honesto esperaba mejorar su relación con él, no es como si pudiese hacer algo al respecto sobre el pasado ni siquiera el mismo se perdonaba lo que había provocado, pero... quizás, sólo quizás ¿podía pensar que tenía derecho a llevarse bien con él?

—¿Tú que opinas? —murmuró mientras miraba al gato que cargaba en sus brazos. El minino maulló y forcejeó un poco para zafarse del agarre de Kazutora. Aquello le hizo sentirse un poco triste— Sí, ni siquiera tú te sientes cómodo a mi lado.

Pero si lo pensaba bien, no odiaba los descansos ni tampoco a Kazutora. Chifuyu solamente tenía un remolino de sentimientos que le frustraban y no le dejaban en paz.

Cuando abrió la tienda de mascotas no lo hizo para si mismo, el recuerdo de Baji contándole sobre su sueño a altas horas de la noche en aquellas escaleras del edificio donde vivían aún permanecía en su mente y quiso hacerlo realidad. Cuando Kazutora salió de prisión, él mismo fue a su encuentro y con una sonrisa le propuso que fueran compañeros.

Gruñó por lo bajo mientras acomodaba unas bolsas con comida para perro, después de pensar en eso le parecía absurdo seguir evitando a Kazutora.

La tienda no tenía mucho tiempo, era relativamente nueva, si no podían trabajar juntos en armonía dudaba que aquello se mantuviese a flote. No es que no pudiese ocuparse él solo, la cuestión era que Kazutora significó mucho para Baji y sentía que tenía derecho de estar allí también.

Pero sus sentimientos traicioneros le hacían recordar aquello que en algún momento juró olvidar. Pero no podía, simplemente no podía olvidar por mucho que quisiese perdonar a Kazutora.

Parece que todavía le tenía miedo.

—Chifuyu.

El chico se asusta dejando caer una bolsa de comida para perros, se gira para ver a quien le ha hablado por la espalda. No sabe si suspirar de alivio o seguir reteniendo el aire en sus pulmones cuando ve a Kazutora con una mirada vacía gracias a su reacción.

—Ah, eres tú —logra decir, Chifuyu dobla sus rodillas para agarrar la bolsa que dejó caer.

—Dejé tu comida en el mostrador... no deberías saltarte el almuerzo.

—Ah, sí. Yo... iré luego.

Kazutora no dice nada, puede ver desde sus sitio como la mano de Chifuyu esta algo temblorosa.

—Sabes, deberías tomarte un descanso Chifuyu —Kazutora sonríe levemente en cuanto Chifuyu retoma su postura y lo mira a los ojos— Siempre estás aquí y allá. Un descanso no viene mal.

—Odio los descansos —no pudo evitar decir aquello con un tono frío mientras desviaba la mirada y se arrepintió al instante. Qué infantil era.

—¿O quizás me odias a mí? —aquello hizo que Chifuyu llevara inmediatamente su mirada hacia Kazutora, el mantenía una expresión de tristeza en su rostro— Sé que no puedes perdonarme por nada de lo que pasó y tampoco busco tu perdón. Pero cuando recuerdo el momento en que nos volvimos a ver... de verdad creí que podíamos llevarnos bien.

Ah, se sentía miserablemente culpable. Y Chifuyu odiaba eso.

—Relájate Chifuyu —añadió por último Kazutora mientras soltaba una pequeña risita nerviosa y sacudía un poco sus manos frente a él— No olvides almorzar.

Y sin más se alejó, dejando a Chifuyu con un remolino de sentimientos que lo ahogaban. Y el líder de ellos era la culpa.

Pero quién podía culparlo, no es como si de verdad quisiera ser así con él. Era un impulso de parte de ese lado suyo que aún no podía olvidar lo que pasó, así como una parte suya no perdonaba a Baji también.

Sin embargo, Kazutora seguramente se sentía peor que él y aún así, trataba de que se llevaran bien.

—Soy un imbécil —se dijo así mismo mientras llevaba una mano detrás de su cuello.

El perdón no llegaba de un día a otro, las cosas no avanzarian tan rápido como esperaba y él lo sabía. Así que lo intentaría una y otra vez.

Salió de la bodega en busca de Kazutora, sin embargo por mucho que sus ojos examinaron todo el local no había rastro alguno del chico.

—¿Kazutora?

El bullicio de los animales en sus jaulas fue su única respuesta. Genial, Kazutora se había ido y era su culpa.

Con el corazón sintiéndose pesado Chifuyu salió de la tienda, observando el cielo, algunas nubes pasaban tranquilamente y de repente entre sus pensamientos el olor a tabaco lo sacó de ellos. Llevó su mirada hacia el lugar donde provenía el olor y al observar a Kazutora fumando su mirada por un instante brilló.

—¡Kazutora! —le llamó, el chico estaba considerablemente retirado de la tienda fumando mientras miraba al suelo, se acercó hasta él y lo volvió a llamar.

—Ah, Chifuyu —Kazutora apagó el cigarrillo para hablar con él— ¿Te sientes mejor?

—Creí que te habías ido —admitió avergonzado— Kazutora, yo...

—Está bien, está bien. —Kazutora sonrió levemente— Ya te lo había dicho, no espero que me perdones. No merezco perdón.

Chifuyu no supo que decir ante aquello. Quería llevarle la contraria pero su boca era incapaz de articular palabra alguna.

—Sólo quiero que... podamos llevarnos de alguna manera bien —se rascó la mejilla con un dedo mientras una sonrisa nerviosa aparecía— Me gustaría que tomáramos un descanso juntos, hablar con las mascotas todo el tiempo no es divertido.

Chifuyu soltó una risa burlona y le tendió la mano, a lo que Hanemiya solo le miró confuso.

—Kazutora, yo te perdono. Es solo que a veces me siento contrariado, lo cual me hace sentir como un imbécil —él llevó su mirada hasta Kazutora y sonrió levemente— Pero sé que quiere intentar de nuevo desde cero, por mucho que digas que no mereces perdón. Para Baji-san tú... en fin, siento mucho mi comportamiento infantil de antes.

—Gracias —Kazutora estrechó su mano con la de él— Entonces ¿quieres tomar un descanso y almorzar?

El contrario asintió y ambos regresaron a la tienda. Mientras hablaban de cosas triviales y cuidaban de los animales, Chifuyu se dio cuenta que tenía razón.

No odiaba los descansos, ni tampoco a Kazutora.








Chifuyu odia los descansos | Kazutora & ChifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora