Diario de una chica enamorada

Prólogo.

El día comienza de nuevo, el sol sale tras el horizonte y ella apenas se levanta, sus ojos son tristes y su pecho aún duele por el llanto de la noche, pero eso no la detendrá; coloca un enorme suéter negro que le llega hasta la rodilla y luego lo acompaña con un gran pantalón amplio de color marfil con un extraño diseño en triángulos rosas.

Se pone de pie y coloca unas enormes botas que combinan con el suéter, nadie las verá, pero ella cree que por alguna razón la hacen destacar.

Sus pupilas intentan enfocar el interruptor en la pared para poder encender el foco, no es como que le agrade, pues sufre de migrañas y cuando la luz acompaña sus episodios son más fuertes y todo se vuelve peor, más sin embargo debe hacerlo, necesita encontrar el resto de sus cosas.

Finalmente está lista, observa su bolsa de maquillaje y decide ignorarla, no está de ánimos para tan siquiera intentar maquillarse, baja corriendo las escaleras con su mochila roja colgando de su hombro y logra llegar hasta la sala, ahí toma el emparedado que preparó en la noche y lo guarda junto a su monedero.

Sale de casa con prisas y llega hasta su camión, los mismos chicos de siempre están en ese lugar, algunos de ellos a penas le dirigen la mirada, las chicas lindas solo la saludan, pero ella sabe que es por lástima, nunca fue la más popular, pero sin duda alguna soportar eso era todo un lío.

Logra divisar un par de asientos disponibles y se acerca alegre por no tener que estar a lado de alguien, pero su sonrisa no dura mucho, sus ojos se posan sobre un erizo de pelaje celeste, ella intenta ignorarlo, pero sin darse cuenta ya está en él mirándolo frente a frente.

- Oh, Hola. - Saluda él con un tono amigable, pero ella dirige su mirada al resto de sus amigos, su mirada pasa desde la única chica en el grupo, Blaze the Cat, nota que ni siquiera le presta atención, así que desplaza su vista hasta el gran amigo del erizo, su compañero Jet The Hawk, quien solo rueda sus ojos al verla, luego, hasta el otro extremo está el último de su grupo, un gran echidna color rojo el cual sólo la mira de arriba a abajo, analizando lo que lleva puesto.

- Hola. - responde ella de forma rápida y toma asiento encogiendose en el mismo deseando desaparecer.

Pero... El día aún no acaba, y las sorpresas mucho menos.

- Hola. - saludó un chico nuevo, y dice nuevo por que nunca antes lo había visto, ella alzó su rostro y se fijó en él, era un gran armadillo, llevaba una linda chaqueta azul arremangada a la altura de su antebrazo, además de su mochila colgando de su hombro izquierdo, él era muy lindo, y por eso ella no sabía que responder. - Me llamo Mighty.

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Aquí otro nuevo proyecto para agregarlo a la lista de proyectos pendientes jajajaja.

Prepárense que aquí vamos a llorar, sufrir y deprimirnos mucho.