━ LA SONATA DE LOS CUERVOS
Raven tiene mucho para decir, siendo una Ravenclaw esto es obvio, pero el problema era que no encontraba a nadie quien la escuchara, nadie quería saber lo que pensaba; ya desesperada, este cuervo comenzó a escribir cartas...
"El amor puede con todo, me dijo ¿Hablas de capacidad o de destrucción? Pensé."
(autor no encontrado)
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(maratón 1/4)
RAVEN ESTABA ACOSTADA EN SU HABITACIÓN, faltaba una hora para la cena.
Últimamente estaba mas desganada de lo habitual, sentía una culpa que no entendía del todo bien.
Puso los ojos en blanco por las risas estridentes de sus compañeras de habitación, últimamente cada vez que la veían se reían, ella tampoco ponía mucha atención al tema.
-Oye Raven, ahora nos vamos a la biblioteca, no traigas a ningún chico- Sophia, una de las chicas.
-Ok, no voy a traer una chico, pero si una chica- respondió Raven con una sonrisa sin mostrar los dientes.
Ambas pusieron una mueca de asco por el comentario, si, tenia compañeras de habitación con mentalidades bastantes ineptas, pensó Raven.
Después de unos minuto de que sus compañeras se fueran ella se levanto de la cama y se sentó en un escritorio de madera que había en la habitación, saco un pergamino de su mochila y una pluma y empezó a escribir una carta.
Estaba por terminar de escribir la carta cuando escucho varios pasos acercándose a la habitación, rápidamente guardo la carta por si sus compañeras entraban, así no podían leer la carta.
La puerta se abrió de golpe, Raven se voltio y vio a cuatro personas mirándola, Sirius Black, Peter Pettigrew, Remus Lupin y...
James Potter.
Los ojos de Raven se abrieron de golpe, mayormente por la aparición de los cuatro merodeadores pero también por la cara de enojo de James al verla.
-¿James...?-
-¿Que mierda te pasa "R"?- pregunto James con el ceño fruncido, acercándose a ella, resaltando de forma cínica la "R."
Remus se acerco a James y le toco al hombro, como una forma de tratar de calmarlo. James movió su hombre como si el tacto de Remus le picara, se acerco mas a Raven y agrego:
-Responde, ¿Que, Ahora te quedas callada, no? Hablas mucho por cartas pero en persona te quedas calladita ¿No?-
La garganta de Raven se había cerrado, no podía responderle, la saliva brillaba por su ausencia.
No esperaba que James actuará así si la conociera, ni siquiera pensaba en que James en algún momento la conocería.
