JAM JAM

1. Capítulo único.

Las chicas no dejan de murmurar entre ellas cuando Han Jisung se abre paso rápidamente por el pasillo de la escuela, luciendo sus un metro setenta y siete y sus fuertes brazos que se ocultan bajo la sudadera deportista que ocupa todos los días, cuyo propósito era resaltar que él y sólo él, es el capitán del equipo de fútbol.

Jisung sonríe mostrando al mundo sus perfectos dientes alineados, sonríe y el lunar que reposa en su labio superior hace suspirar a la mayoría de chicas (y chicos), aunque por supuesto, los hombres de la institución nunca tendrían ninguna oportunidad con el Dios griego, Han Jisung. 

Porque Jisung además de ser popular y adorado, era descaradamente coqueto con las mujeres, Jisung amaba las chicas, amaba las curvas, los pechos, sus húmedas vaginas; Han Jisung era el hombre más heterosexual de toda la escuela.

 Aunque claro, no por ello Han odia a los gays, su hermano mayor es uno y lo ama con todo su corazón, pero Jisung procura mantenerse alejado de los hombres que quieren algo más que su amistad.

No señores, Jisung nunca estaría con alguien de su mismo sexo, le daba asco imaginarse a él besando a un hombre, no podía imaginar otra polla que no fuera la de él en sus manos o incluso en su boca.

 Jisung suspira y prosigue escuchando como el aburrido presidente del consejo escolar daba la habitual charla a todos los miembros de la directiva estudiantil.

 —...Por ello, se ha recaudado fondos para las reparaciones a la piscina y que el equipo de natación pueda avanzar con sus actividades.

Jisung muerde su labio inferior, irritado ante las inversiones que se hacen en todos los clubes a excepción del suyo.

 Han levanta la mano para hablar. 

—Presidente Lee Minho.—Jisung comenta mirando fijamente los ojos del mayor.—¿Cuándo modificará la cancha del equipo de fútbol?, necesitamos urgente un cambio de césped sin contar con las duchas averiadas. Mi equipo no puede seguir duchándose con agua fría y arriesgándose a pescar algún resfriado; no veo que se preocupe por ello.

 Lee Minho acomoda sus papeles en la mesa antes de responder.

—En la siguiente reunión hablaremos de ello, tengo que hablarlo con el director.— Minho puede observar como la camisa de Jisung está mal abrochada dejando un minúsculo espacio libre donde se puede apreciar su clavícula. Es diminuto, casi imperceptible, pero Minho lo nota, puede ver más piel, más del cuello de Jisung y eso lo calienta.—Al ser un club de deporte pueden compartir camerinos con el equipo de basquetbol.

 —Mis chicos no van a compartir duchas con nadie, arregle este problema luego, señor presidente. 

La sala queda en un silencio mortal, hasta que Kim Seungmin, presidente del club de literatura, carraspea.

 —Es mejor dar por terminada la reunión para así hablar más rápido con el director.

Minho asiente.—Es lo mejor...Algunas personas deben entender que los problemas deben conversarse para hallar soluciones óptimas y de calidad, lo más rápido no es siempre lo mejor.—entonces Minho se levanta de su silla antes de murmurar.—La paciencia es una virtud, señor Han. Y si la vida de una persona no está en riesgo entonces no veo el motivo de su impaciencia...pueden retirarse. 

Jisung acomoda su cabello hacia atrás para luego salir sin mirar al idiota y feo de Lee Minho. Jisung no lo odia, pero si hay veces en que no lo soporta, es aburrido y odia el fútbol; Han  agradece que tomen pocas clases juntos.

Cuando camina por los pasillos nuevamente su sonrisa vuelve a aparecer, se olvida completamente de la reunión y del caótico Lee Minho. 

Porque frente a él estaba su preciosa Irene, esa exquisita mujer que lo vuelve loco, ama su suave piel y su negro cabello. Es perfecta.