Cada noche
él bajaba
y la encontraba
en su rincón
apartada,
acompañada
por su insomnio cansador.
El fuerte olor
a alcohol
inundaba
la habitación
su pesada respiración
inquietaba alrededor.
Ella sintió miedo
pero no entendió
la razón.
¿Qué estaba pasando?
Con inocencia
Ella pensó.
Al primero roce
casi gritó
pero ningún sonido
de su boca salió.