MI CLON EN LA NEVERA

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Suena loco decir que tengo a una persona físicamente igual a mí en una nevera de mi casa, pero qué pensarían ustedes si a los doce años les dan una horrible noticia.

- Doctor. ¡Usted me está diciendo que mi hijo tiene que estar toda su vida en un hospital porque necesita constante trasplante de órganos!

- Si señora, es una terrible noticia, su hijo padece de una compleja enfermedad, en la cual su cuerpo rechaza los órganos que posee, su hijo tiene que estar internado hasta que encontremos órganos que se adapten a los comportamientos y funciones que se deben realizar por naturaleza en el cuerpo si no lo deja aquí mientras hacemos un trasplante y analizamos su reacción su hijo puede morir en cualquier momento por eso debemos dejarlo internado en el hospital.

Recibir esa noticia a los doce no es algo fácil ni se le toma a la ligera, dure 20 años viviendo en un cuarto de hospital siendo el experimento de los doctores para mantenerme con vida y encontrar una solución a una enfermedad que es muy poco común, cosa que a ellos les serviría para recibir conocimiento y atención, año tras año, cirugía tras cirugía y nada funcionaba, pase mi niñez en un cuarto de paredes blancas, sin ir a un colegio y aprender con los doctores y enfermeras que me querían ayudar, sin hacer amigos, sin ver a mis vecinos y con demasiado tiempo libre dentro de esas simples cuatro paredes.

Aproveche mi tiempo, pedía libros, cuadernos y cosas útiles a mis padres a los cuales solo podía ver una vez a la semana, a los 17 tenía conocimientos de estudiantes universitarios, investigue cada día de mi vida en ese lugar, como salir y no morir, cómo funciona el cuerpo, a los 20 tenía todo el conocimiento que poseen los enfermeros y lo básico de un doctor, todos los empleados me conocían y yo paseaba como si el hospital fuera mi casa, tenía acceso a la mayoría de las salas, excepto las de cirugía y a los laboratorios principales, hable con uno de los jefes de la corporación encargada del hospital para tener acceso a un viejo laboratorio y a algunos implementos, yo termine siendo mi propio experimento y así fue como a la edad de 32 años termine siendo un científico reconocido en Tailandia por crear un clon con el fin de mantenerme con vida, me dieron una casa gigante con un laboratorio y todos los implementos necesarios, hasta un equipo de cirujanos que vendrían a ayudarme cuando yo quisiera.

Crear un clon, y lograr que mi cuerpo aceptara sus órganos no fue tarea fácil, pero lo logré y de paso me encariñe con él, quería mantenerlo conmigo y con vida, así que mientras yo era mi experimento mi clon también, comencé a estudiar los órganos de los animales y cuan compatibles serian con el cuerpo humano. Toda la fama se me subió a la cabeza, cada día quería más cosas, más atención, más de todo, mi cuerpo comenzaba a servir con los últimos órganos que había trasplantado, mis días mejoraban pero mi forma de ser no, tanta atención y tanta cosa que me dio mi conocimiento me segó, en vez de ayudar y aportar cosas a la sociedad decidí esconder todas mis investigaciones enterrarlas, dejar todos mis proyectos en aquella casa, largarme de ese lugar, quería volver a comenzar porque por fin tendría una vida normal.... Lo único que se me olvidó fue mi clon al cual le había trasplantado órganos de algunos animales, mi más grande experimento quedo en casa, y se pasó el resto de los días planeando como encontrarme y recuperar lo que yo le había robado, mi propia creación me traicionó, convertí a mi clon en un monstruo, uno que me destrozó y me saco cada parte que en su momento le perteneció.

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