Un amor, dos bocas - 1

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Diablos, no sabía por qué no le hizo caso a su madre cuando le dijo que se abrigara. Pero no, él solo eligió ponerse este estúpido y corto short negro porque pensó que se veía bien en él. Ahora entendía cuando su madre le decía: "Te vas a acordar de mí."


Y allí estaba Louis, en plena noche, afuera de una fiesta porque adentro estaba lleno de humo y luces que lo abrumaban. Pero no contó con que la noche se pondría tan fría.Soplaba sus pequeñas manos en su sweater para obtener algo de calor en ellas, congeladas. Estaba concentrado en hallar el mínimo atisbo de calor en sus manos cuando, repentinamente, empezó a sentir un distinguido olor a cigarrillo. Miró unos pocos metros hacia su derecha y distinguió una figura bastante familiar, demasiado familiar.


Louis lo había visto en la fiesta, pero cuando lo perdió de vista creyó que se había ido. De todas formas, no le gustan mucho las fiestas, o al menos eso es lo que ha deducido el castaño en el tiempo que lleva conociéndolo.No sabe su nombre, solo sabe que huele a vainilla y café. Bueno, por su parte, el ojiazul también cree saber que, viéndolo de lejos, ha desarrollado un pequeño, no tan pequeño, enamoramiento por este Alfa.


Cuando mira de nuevo, el Alfa se está acercando, y en ese momento Louis piensa que nunca ha sentido el revoloteo en su estómago a tal medida. El castaño puede sentir la vainilla cada vez más cerca; es un aroma envolvente, casi abrumador. Louis casi entra en pánico cuando lo ve tirar el cigarrillo contra la pared y posicionarse a su lado, como si no lo hubiera notado.Se queda quieto, casi aguantando la respiración, hasta que siente una ronca y deliciosa voz murmurando por lo bajo: "¿No está muy frío aquí para ti, nene?" Si Louis estaba aguantando la respiración, ahora la soltó toda en un solo suspiro. Observa hacia sus lados porque realmente no cree que le esté hablando a él de esa forma. Nunca antes habían cruzado palabra, aunque siempre lo veía pasar en el instituto y creía haberse dado cuenta de que lo miraba de reojo, o eso le gustaba pensar. Louis no tenía idea de cómo sonaba su voz, pero era justo así como sonaba cuando pensaba en él: ronca y lenta.


Dándose cuenta del pequeño trance en el que entró, se apresura a responder lo más coherente que le cruza por la mente en ese momento: "No le hice caso a mi madre" fue lo que salió de su boca, y pensó que nunca había dicho algo tan estúpido, aun cuando vivía diciendo cosas al azar. Quiso taparse el rostro cuando oyó su profunda risa; las mejillas se le pintaron de rosa."Ya sabes lo que dicen... ¿no te consideras un buen chico?" Dice Harry en voz baja y con un gesto divertido."N-no, no quise... quiero decir, ¿qué?" Louis está confundido y piensa que nunca había sentido tanta vergüenza en su vida."Solo te estoy molestando, nene," habla con un tono divertido mientras se acomoda frente al costado de Louis.Pero el castaño no se quiere dar vuelta, apenas está respirando, su vista fija en un punto sobre el pavimento lejano."¿Por qué estás fuera de la fiesta? El aire está helado para ese pequeño short negro, dulce... quiero decir...""Yo... mhm, yo estaba un poco abrumado con las luces y el humo allí adentro," Louis está intentando no perder esta conversación; la seguiría hasta el fin del mundo si fuera por él."Oh, ya veo. Las luces son una mierda, aún más si has tomado algo, pero tú no has tomado nada, ¿no es así, nene?""N-no, no soy de tomar; me hace sentir inestable," dice con timidez.Nunca fue de tomar, pero está más seguro de su decisión luego de la vez que lo hizo porque "si todos lo hacían, él tenía que probarlo, ¿no?" No, en realidad nunca lo tendría que haber hecho porque luego lanzó todo lo que podría llegar a tener dentro de su cuerpo."Eso está bien, ahora sí eres un buen chico," lo último lo dice como un susurro con una pequeña sonrisa cómplice.

Sweater weather - larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora