Sweater weather - larry stylinson

Rosas, chocolate, vainilla y café- 2

A medida que avanzaba el tiempo, el clima se hacía más frío, pero el ambiente entre los dos chicos se tornaba más cálido.

Al comenzar a caminar hacia su casa, el omega se dio cuenta de que no estaban tomando el atajo que él solía usar, el cual lo llevaba hasta allí en tan solo diez minutos. En cambio, siguió a Harry por un camino más largo, pero no iba a ser él quien se encargara de decírselo, por supuesto que no. Tal vez el omega quería que el tiempo juntos se prolongara, aunque solo fuera unos pocos minutos más.

En el camino, ambos dejaban un suave halo de aroma a rosas y chocolate por parte del omega, y a café y vainilla por parte del alfa, que se entremezclaba cuanto más se acercaban el uno al otro.

"Seriamente, no sé por qué vine a esta fiesta en un comienzo. Como tú has dicho, no es un entorno en el que suelo encontrarme", habló el alfa de forma divagante. "Creo que quise olvidarme por una noche del instituto y de toda la avalancha de pruebas que estamos teniendo, pero ya ves, terminé aquí contigo y confirmo que no fue una mala decisión", dijo Harry lentamente, como solía hacerlo.

Louis no era tonto; se había dado cuenta de que el alfa le había estado diciendo cosas bonitas desde que se encontraron, lo que lo hacía ser demasiado consciente del enamoramiento que sentía por el ojiverde desde hacía un tiempo. Pero, a su vez, no sabía cómo actuar ni qué hacer para hacérselo saber a Harry sin quedar como un tonto. Cada vez se acercaban más a su casa, y eso lo ponía nervioso porque no quería dejarlo ir sin estar seguro de si volverían a hablarse.

"Yo tampoco voy a muchas fiestas, aunque claramente parece que me gustan más que a ti", dijo con una dulce risita que tenía a Harry hipnotizado.

"Ya veo, omega. ¿Estás burlándote de mí?" El alfa entrecerró los ojos.

Louis mira riendo al ojiverde, que tiene una fingida expresión ofendida. "Yo no haría eso. Te entiendo, en serio. A veces las personas son... malas. Es decir, no es que todos lo sean, pero muchos siempre están compitiendo, envidiando, juzgando y transmitiendo malas vibras solo por ser distintos o simplemente por hacer daño. No lo sé, te entiendo", dice mientras hace una mueca que acompaña sus palabras.

Harry mira al ojiazul pensativo y admirado, estando de acuerdo con sus palabras. "Pienso lo mismo, Louis. Por eso prefiero estar más lejos de esas personas y más cerca de otras que me transmiten cosas buenas, tú, por ejemplo, y te conozco hace muy poco".

El omega sonríe mirándolo directamente y responde: "Pienso lo mismo".

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El ojiazul estaba nervioso; claro que lo estaba. Podía ver desde allí su casa y nunca pensó que preferiría no llegar todavía a la soledad de su habitación.

"Aquí está mi casa, hemos llegado", habló el ojiazul en la calma noche, sintiendo el frío colarse aún por sus huesos con solo pensar en dejar ir a Harry y devolverle su cálido y acogedor sweater con aroma a café y vainilla.

"Bonita casa. Podía imaginar que esta era la tuya entre todas las demás. Muchas flores en el jardín que me recuerdan a ti, quizás", comentó Harry. Okay, Louis no podía manejar al alfa más coqueto de lo que había sido durante todo el camino a casa.

"Alfa, realmente quiero agradecerte por acompañarme hasta aquí. No debiste haberlo hecho; la noche está muy fría", dijo el omega dulcemente, con vergüenza. Harry solo pudo sonreír ante ello.

"Dulce omega, no tienes que agradecerme por algo que yo quise hacer. De todas formas, fuiste la mejor parte de la noche, si tengo que admitirlo", dijo Harry, mirándolo mientras el omega se movía indeciso.

Louis está intentando quitarse el sweater de Harry; puede que tarde más de lo que cualquier persona tardaría en quitarse uno.

"Detente ahí, ¿qué haces, nene?" Harry lo ve con el ceño fruncido, en un gesto de desaprobación.

"Devolviendo tu sweater. En serio, me fue de mucha ayuda para no congelarme demasiado esta noche", responde. "Huele rico", susurra casi en voz baja, como si se le hubiese escapado. El alfa no lo escuchó.

"Omega, no lo devuelvas. No lo necesito y no quiero que vuelvas a pasar frío. Además, ¿cuál será mi excusa para volver a verte mañana en el instituto?" Harry solo sonríe, mirándolo directamente a los ojos mientras con una de sus grandes manos detiene los movimientos del omega.

"Tú no necesitas una, ya sabes". Bueno, el omega está siendo travieso ahora, y ¿qué con ello?

Louis se siente tibio por dentro con la mano del alfa sobre su brazo.

"Lou, realmente me estás dando esperanzas aquí, ¿lo sabes?" El alfa prolonga el toque sobre el brazo del ojiazul, solo por unos instantes más, bajando su vista hacia los casi morados, pero carnosos labios del omega.

Louis se sonroja de la forma más bonita en la que puede hacerlo; eso le da una especie de impulso a Harry desde el centro de su pecho. Su alfa está encantado.

En algún momento, solo quedan pocos centímetros entre ambos y son demasiado conscientes del aroma característico del otro y del vapor que sale al respirar en la fría noche.

"¿Esto está bien, Louis?" El alfa está demasiado cerca y Louis cree que no es casualidad sentir un aleteo en su interior y el temblor de sus piernas. Harry posa sus manos sobre las caderas de Louis, en los agujeros de su sweater.

"Sí". Su respuesta es solo un susurro, pero la distancia entre ambos permite que el alfa lo escuche a la perfección. De repente, el espacio entre ellos es inexistente.

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Cuando sus labios se encuentran, Louis piensa que ya no sabe lo que es el frío. Harry nunca pensó que tomar la decisión de ir a una fiesta esa noche se convertiría en la mejor elección que ha tomado. Lo que ambos sienten al unir sus labios les sorprende: una intensidad que nunca antes habían experimentado.

*Un amor, dos bocas . Un amor, una casa*

Las manos de Louis están sobre las de Harry en su sweater cuando juntan sus frentes.

"Quiero verte mañana". La ronca voz del alfa no rompe el aura entre ellos.

"Yo también". Y el sonrojo de Louis ya no puede ocultarse desde esa distancia.

¿El fin?

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Hasta aquí esta bonita historia.

¿Es este el fin? Eso lo deciden ustedes, mi trabajo está hecho por el momento.

Espero les haya gustado tanto como a mi esta dulce historia inspirada en la canción referenciada, donde podemos ver un casual encuentro entre dos personas que se gustan desde el momento en que se conocieron, y puede ser que estén destinados o sean almas gemelas, yo confío en que sí.

Como dije, si desearan mucho que esta historia continúe y que incluya determinadas cosas, entonces me lo pueden comunicar en los comentarios, los leeré, así como los votos también me lo darán a entender.

No olviden esparcir amor, o por lo menos no esparcir el odio, recuerden que la sociedad somos nosotres y todos debemos aportar a ella para que sea cada vez mejor.

Lovelovelove, O.