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-¿Estas segura que quieres entrar?- pregunto Liam.

-¿Tengo otra opción?- inquiri levantando mis manos a lado de mis hombros.

-Ammm... me voy, te cuidas- concluyó Liam saliendo rápidamente del pasillo.

Me pare frente a la puerta. Tome todo el aire posible y toque la puerta con mis nudillos. Espere a que alguien abriera o, por lo menos, me diera el paso.

-¿Quien?- pregunto una voz ronca y masculina, detrás de la enorme puerta de madera.

-Soy Linda - contesté a regañadientes.

¿Que diablos hacia allí? No tenia la menor idea de lo que intentaba hacer, pero para mi opinión, era un suicidio. Era como echarme a los leones para que me comiencen viva.

-Pasa querida- dijo las voz de Simon con alegría.

Si que no me esperaba que la voz de Simon me sonará alegre. Me preguntaba, ¿Por qué Liam había huido de allí?

Abrí la manija color plateado y entre con pequeños pasos - no queriendo entrar. Detrás de un enorme escritorio con algunos cuadros acomodados en este, se encontraba el Gran Simon Cowell, quien llevo a la sima a cinco chicos que, para mi, son las mejores personas que había conocido en el mundo - a excepción de mi madre, mi abuela, mi amiga Jennifer y Beck. Sin embargo, eso no quería decir que no me asustase al ver al imponente Simon te detrás de un enorme escritorio, escribiendo en un portátil; digamos que, me agradaba volverlo a ver después de tres años - o almenos eso queria imaginar.

-¡Linda!- Exclamó Simon con una gran sonrisa que dejaba ver las hileras de sus dientes blancos.

Se paró de la silla-rodante-buena-para-entretener-gente como la hacia llamar Beck cuando me visitaba en mi pequeña casa en Estados Unidos y íbamos a la oficina de mi madre para entretenernos con esta un par de horas, dándonos vueltas y vueltas uno al otro, acabando totalmente mareados. Pero bueno, eso ya es otra historia - que por sierto no quiero recordar. Simon me abraza y yo igual a él.

-Hace bastante que no te veía. ¿Como esta tu madre?- me soltó mientras iba pronunciado aquellas palabras, aún con la sonrisa visible.

¿Mi madre? Bueno y solo me quería para aquello, ni un "Valla Linda cuanto has cambiado, te a aumentado el gusto" bueno eso realmente no me gustaría que Simon me dijece así que retiro lo dicho, preferiría un "¿Cómo has estado" pero, sobre mi madre. Se que sueno egoísta y que quiero acaparar toda la atención, pero de repente me dio la sensacion que Simon trae algo con mi madre y lo tengo que saber.

-Bien - sonrió.

-¿Qué tal va lo tuyo con Niall? Jamás había escuchado a Niall tan feliz. Quiero decir, es bueno que este de ese modo - Simon volvió detrás del escritorio y puso sus brazos recargadas en este.

-Muy bien - sonrei - Me alegra escuchar que tu piensas que a cambiado gracias a que estoy a su lado.

-Deberías de alegrarte chica. Niall es un muy buen chico y muy difícil de convencer - me señaló con su dedo índice, como si me amenasase de muerte. En algo estoy de acuerdo, es un poco difícil de convencer - aveces.

-Créeme, lo estoy. Y bueno Señor Cowell...

-No me digas a sí, que me haces sentir más viejo que mi abuela - rió Simon.

Reí con él. Parece que esto no sería un suicidio ni mucho menos un asesinato. Solo seria una platica agradable con Simon.

-Bueno. Simon - asentí - ¿A que viene que tu me hablaras?

-Solo quería saber como estaba una de mis mejores alumnas - se inclino hacia atrás en la silla-rodante-buena-para-entretener-gente y me sonrió.

Where Do Broken Hearts Go?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora