Capítulo 1

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Todo inicio aquella mañana de octubre en la que el otoño brillaba y en la que el cumpleaños número 18 de aquel chico con el pijama celeste y líneas azules que caminaba cabizbajo y sin energía alguna iniciaba.

Era un buen día, podía verlo por aquella ventana, pero no era lo que quería, realmente deseaba poder salir y disfrutar de este, pero no era algo que se le permitiese, así que sin ser codicioso simplemente se sentó en aquella silla junto a la enorme ventana que daba a la calle, tan solo era un tercer piso por lo que la vista le dejaba ver varias cosas y eso le hacía feliz.

— Jimin—. Escucho ser llamado y vio a la mujer con el traje de enfermera de pantalones y camisa ceñida al cuerpo la cual le tomo de la muñeca con delicadeza. — ¿Estas bien? ¿Qué haces aquí? —.

— Me han dado la noticia—. Dijo soltándose de la mujer, la voz le sonaba lastimera y es que había dejado de llorar hacía poco.

— Jimin—. Sonó evidentemente triste.

— No me mires con lastima, estoy bien, solo quiero estar aquí un ratito—.

— ¿Quieres que te haga compañía?—.

— Descuida, mamá vendrá en seguida, está llorando, pero como no quiere que lo sepa está en el baño—.

— Jimin—.

— Basta—. Interrumpió a la mujer. — Estoy bien, ahora lo estoy, es mi cumpleaños, no podemos estar mal—. No, no estaba bien, pero la lastima le sabía muy agria ahora mismo.

La chica quiso decir algo más, pero entonces otra mujer llego pidiéndole que le acompañara pues la necesitaban en otro lugar, por lo que sin animo alguno lo hizo, dejando al chico allí, el cual la ignoro para centrarse en la ventana nuevamente.

Jimin no podía decir con certeza cuanto tiempo llevaba en ese lugar, pero dos invierno habían pasado ya, así que si, tenía tiempo con la rutina de sentarse en la misma silla, pues si lo hacía y veía por la ventana podía observar al mundo continuando como si nada y sobre todo el parque que estaba allí.

Le agrada el ver a las personas felices, a niños correr y perros hacer lo mismo y sobre todo su atención siempre terminaba en las parejas felices.

Era un dulce agrio el observar a jóvenes tomarse de la manos, bromear, sonreír, ser adolecentes comunes conociendo el amor, se sentía celoso y en particular ese día se sintió peor que eso, pues estaba algo molesto con la vida.

— Todo es tan injusto—. Pronuncio mientras sus ojos observaban a unos jóvenes charlando y tocando sus manos, acariciándose dulcemente mientras sonreían y parecían contarse cosas. Si, sabía que podía ser grosero el verlos, pero no podía evitarlo, la curiosidad de esa situación le era atrayente.

— Me hubiese gustado hacerlo también—. Susurro apoyando sus manos en el marco de la ventana y quedando de rodillas sobre la silla para ver mejor todo.

— ¿Qué te hubiese gustado?—. Jimin escucho una voz que sinceramente no conocía, encontrando así a un chico con chaqueta de cuero y pantalones a juego, todo en tonos oscuros al igual que los lentes en su rostro, no le conocía por lo que le ignoro, pero aquel joven, ya que no se veía muy mayor simplemente se sentó en la silla a su lado.

— Luces triste—. Jimin volvió a verle esta vez con un poco de molestia.

— ¿Quién luciría feliz en esta área del hospital?—. Pregunto elevando una de sus cejas por cortos segundos.

— Tiene razón—. Dijo ese extraño.

— ¿Te hubiese gustado tener una novia?— Pregunto y Jimin le miro confundido, pero negó desinteresado. — ¿Un novio acaso?—. Asustado miro al sujeto, el cual quito sus lentes para sonreír.

— Te entiendo, ahora mismo debes pensar que todo es tan injusto, 18 años y sufriendo tales penas, el mundo te ha pagado mal ¿cierto?—.

— Mire, no quiero ser grosero, pero no le conozco, así que por favor déjeme de hablar o pediré ayuda—.

— ¿A quién?—. Pregunto este y fue hasta ese momento en que Jimin observo a su alrededor sintiendo como el corazón se le quería escapar por la boca la ver a las personas detenidas en el tiempo, incrédulo miro por la ventana para encontrar la misma situación fuera.

— ¿Impresionado?—. Pregunto el chico.

— ¿Quién eres?—. Pregunto mientras tomaba asiento de forma correcta nuevamente.

— Es lo de menos—. Respondió rápidamente. — Estoy aquí solo porque escuche tu llanto anoche, muchas personas se enojan y asustan cuando reciben noticias de tal peso, me sorprendió que tu pesar recayese en que no has tenido un amor—. No precisamente era así, pero Jimin estaba tan confundido como para aclarar eso.

— Bueno—. Jimin no sabía si estaba delirando por la medicación o que cosa, por lo que decidió acomodarse un poco más en la silla y tomarse la cosa ligeramente.

— Creo que vivir ese momento debe ser genial—. Dijo al final. — Me gusta ese género, leo mucho y veo varias películas, solo pensaba que sería lindo amar alguien que no sean mis padres, pero supongo que no podré hacerlo—.

— Pero ya amas alguien, ¿no?—. Jimin preguntaría que como sabia eso, pero en vista de lo que sus ojos estaban viendo se ahorró aquello.

— Nunca pude decirlo y menos escucharlo—.

— Sí, entiendo, se fue lejos antes de que siquiera aclararas tus sentimientos, pero es entendible que tardases, eras un chico, quizás pensaste que estabas loco y ahora te arrepientes—. Jimin no dijo nada sino que dejo su rostro viendo al suelo, porque sus palabras habían sido acertadas.

— No te sientas mal, estoy aquí para ayudarme—.

— ¿Ayudarme?—.

— Sí, quieres conocer el amor, ¿no? Entonces yo te ayudare en eso—.

— ¿Cómo?—.

— Tú confía, no hay nada que yo no pueda hacer—.

— ¿Y quién se supone que eres?—. El chico sonrió para ponerse en pie, le ofreció su mano a Jimin, pero este solo negó con su cabeza.

— Solo dime Namjoon, no necesitas más—.

— Namjoon—. Pronuncio Jimin confundido, porque bueno, no conocía a nadie con ese nombre.

— Tómala—. El hombre no había alejado su mano. —Puedo dejarte que conozcas el amor junto a él—. Por supuesto que dudo.

— Hazlo no tienes nada que perder—.

— ¿A cambio de qué?—.

— De nada, es mi manera de ayudarte ya que no pude cuidarte apropiadamente—.

Jimin deseaba simplemente marcharse, pero las palabras del hombre realmente le hacían sentir que no mentía y este tenía razón, ya no había nada que perder, todo se le había sido quitado así que simplemente tomo la mano del sujeto, porque realmente quería amar y ser amado.








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Subiré todos los capítulos hoy mismo, solo son 5.

Sé feliz, ama y vive (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora