Peyoung Yakisoba |Baji

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Era Julio, había iniciado con un gran sol en la mañana, típico del  verano, la época con más sol.

Todo había comenzado en la escuela,  eras la presidenta del salón, pero siempre mirabas que un compañero siempre llegaba tarde, con el uniforme desordenado, mientras esa sonrisa llena de arrogancia que mostraba esos colmillos, te llenaba de cierta ¿Curiosidad?

Vamos presidenta, será la última ocasión que diré alguna  Maldición— Baji metió sus manos en los bolsillos mientras sujetaba con su boca una liga de cabello— No sea tan exigente.¿Quiere? ,Le prometo que ya no dirá nada de groserías.

Eso ni tú te la crees—solto chifuyu mientras se reía.

—¡Mierda sabes no puedo evitarlo!

¡Bien!—dijiste—ya en entendí, pero para la próxima no interrumpas las clases .

Ese chico se notaba tan desinhibido con la vida, explosivo, con pasatiempos como golpear a alguien por simple y pura diversión, los constantes "No te acerques a él" de tus compañeros o las típicas fraes como' ","es muy  peligroso", pero tu subconsciente hizo caso omiso.

Así que un día decidiste perseguirlo por la mañana, y para tú sorpresa....

No llegaba tarde por tener riñas con otras pandillas, ni por golpear a personas,ni robar o incendiar cosas, en realidad la razón se  trataba simplemente, que era  por dar de comer a los gatos callejeros.

Eres tan lindo que te llevaría a casa— Dijo mientras acariciba un gato— por favor espérame en la salida, prometo llegar por ti, la verdad si fuera por mí no iria a la escuela, pero no quiero hacer llorar a mamá.

Una sonrisa se formó de tus labios mientras observabas tal gesto, y una oleada de admiración invadió tú mente.

Entonces decidiste ganar su confianza, al principio su amistad se basaba en coqueteos que te lanzaba Keisuke, hasta que llegó en un punto que su vínculo se volvió más fuerte y no era suficiente ser "amigos".

Se volvieron muy unidos hasta que un día  te invito ir de paseo en motocicleta a un río, en donde te pidió formalmente si podía tener el placer de ser tú novio.

Y por obvias razones aceptaste.

Al principio nadie podía entender como una persona tan recta como tú, podría andar con alguien tan desastroso cómo él.

Pero nada impidió su romance y ahora se encontraban en esos encuentros casuales de salidas mientras comían Yakisoba.


Llevabas el uniforme de verano, mientras tú camiseta estaba desabrochada de los botones y tus cabellos se movían gracias al viento que pasaba, mientras los últimos rayos del sol alumbraba tú cara .

Acercaste de nuevo la botella de agua que hace rato te había comprado Baji, mientras en la comisura de tus labios caía una gota del líquido , para después agarrar tu plato de comida y disgustarlo mientras tararebas de felicidad.

La costumbre de ambos se trataba sobre  comer siempre Peyoung Yakisoba
(los dos eran fantásticos de esa comida),en un río, en donde se sentaban en un extenso pasto para poder disfrutar del paisaje.

Hoy tenían una cita cuando podian darse un tiempos juntos como pareja.

—¿Estas bien Keisuke?—Soltaste mientras veías al Azabache estar tan concentrado observandote, decidiste dejar los palillos mientras dejabas tu comida en el suelo. no había pronunciado ninguna palabra, así que decidiste iniciar la conversación—  que tal para la próxima cita  compramos más Yaki.....

De pronto unos labios se estamparon contra los tuyos, acción que te agarro de sorpresa, seguiste el beso mientras acariciabas la cabeza de Baji,y él profundizaba aún más el beso.

Era normal que tú novio te robara besos,y eso te encantaba.

Queria comprobar algo— Expreso mientras una sonrisa socorrona aparecía en sus labios mientras su lengua pasaba por la comisura de sus labios, mostrando eso colmillos que tanto amabas— tus besos saben a Peyoung Yakisoba.

—¿¡Cómo no?!, ¡si nisiquiera me diste tiempo para limpiarme la boca!?—Respondiste mientras un ligero sonrojo aparecía por todo tú rostro, Baji solo se limito a reír, mientras  enfocaba de manera lasciva su mirarada en ti.

—¿Sabes cariño?—Pronuncio Keisuke, mientras se acercaba de nuevo a ti—Muchas personas creen que no tengo ninguna debilidad, pero en realidad.— sujeto tus manos contra las suyas acariciándolas mientras las alzaba para después depositar un beso —Tu eres una de mis más grandes debilidades— pronunció — y ahora que tus labios saben a Yakisoba, siento que tengo una nueva adicción— te volvió a dar un caro beso mientras volvía a tomar la palabra—¿Dime cómo puedo solucionar esto?

yo creo que así— acercaste tus labios mientras Se fundian en un beso —Ahora nuestros besos saben a Yakisoba —dijiste mientras sonreias.

Una sección de besos sabor a  Peyoung  Yakisoba No está nada mal cariño.

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