He is a Gentleman and i'm a just a Girl (Aidan Gallagher y Tú)

Serenata

Narra TN

Después de haber cuidado perfectamente de Mr Pennycrumb,Aidan y yo somos más unidos y el perrito igual.

Cada vez que alguien le caía bien al perrito,le daba su pequeña pelota para que se la lanzará y fuera por ella y cuando alguien no le agradaba,le ladraba.

La mayoría le agradaba y de eso no había duda, se la pasaba jugando con mi pequeña hermana y parecía que se había olvidado de sus padres adoptivos.

Ya era de noche, después de un largo día de clases, Aidan y yo estábamos sentados en mi cama jugando con el pequeño Mr Pennycrumb.

Él solo soltaba algunos gruñidos y saltaba por toda la cama, mi familia ya estaba a punto de dormir, nosotros haríamos lo mismo pero estábamos discutiendo un asunto de máxima importancia acerca de Mr Pennycrumb.

—¡No! ¡Ya dije que le quedaría mejor un gran disfraz de Batman!—reclamo Aidan.

—Y yo digo que le queda mejor uno de Superman—afirmo.

—¡No! ¡Batman!

—¡Superman!

—¡Batman!

—¡Superman!

—¡Batman!

—¡Superman!

—¡Batman!

—Ok de acuerdo—alce mis manos en forma de que ya estuviéramos en paz—¿Que te parece si dejamos que Pennycrumb decida de que lo quiere? Decimos el nombre del disfraz con el que queremos que se vista y con el que Mr Pennycrumb ladre, significa que lo escogió.

—Me parece una gran idea.

—Perfecto.

Bajé mi mirada hacia Mr Pennycrumb, el cual nos miraba expectantes.

—Superman—dije y Pennycrumb no hizo nada.

—Batman—dijo Aidan y el pequeño canino empezó a dar vueltas persiguiendo su cola y ladrando mientras saltaba a los brazos de Aidan.

—¡No! ¡Tienes que estar jugando! ¡Lo estafaste!—reclame entre risas.

—Claro que no, lo que pasa es que tiene muy buenos gustos, al igual que su papá... ¿No es así pequeño?—le dijo al perrito mientras lo cargaba en el aire y acariciaba su nariz con la de él.

—De acuerdo, tú ganas, mañana iremos a buscarle ese pequeño traje de Batman.

Nos paramos de la cama para dejar a Mr Pennycrumb en su pequeña cama que le habíamos comprado el día que lo adoptamos.

Aidan lo recostó en su cama y enseguida cayó dormido mientras que yo arreglaba mi cama para poder dormirnos Aidan y yo.

Nos acostamos y después de aproximadamente 20 minutos, escuchamos sonidos musicales en la calle.

¿Quién tenía un mariachi a estas horas?

Aidan, quién estaba a un lado mío con una mano en mi cintura y la otra en la almohada, se removió un poco. A lo mejor también había escuchado lo mismo que yo.

—¿Que es eso?—dijo adormilado y luchando por abrir sus ojos.

—No sé, pero será mejor que sigamos durmiendo, talvez se vayan dentro de poco.

El canto no cesó, pero eso no fue lo peor de todo.

Mi mamá entró a mi habitación casi gritando y corriendo.

—¡__! ¡Levántate! ¡Es Romeo!

Y eso último fue que me diera un gran dolor de cabeza y Aidan se levantó rápidamente tallando sus ojos.