Capitulo 23

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Allison







Desde el instante en el que desperté, las llamadas no dejaban de llegar a mi teléfono. Mi hermana parecía demasiado ansiosa por hablar conmigo, tanto que a pesar de no responderle, no perdía la motivación.
Cómo si eso no fuese suficiente, tenía varios mensajes pidiéndome que deje de comportarme como una niña y le responda sus malditas llamadas. Pero no pensaba hacerlo, no sabía que podía querer y si tal vez se había enterado de lo sucedido, seguramente estaría volviéndose loca de la culpa, después de todo ella trajo a Derek a mi casa.

Desde mi perspectiva, nunca podría culparla, sabía que ella lo hacía pensando solo en mi bien, aunque se había equivocado demasiado. Pero ella no lo vería de esa manera, ya había pasado una vez y por eso conocía su forma de reaccionar ante estos eventos, Melody solo enloquecía.
Puede que hace años fuera de mí,de quién abusaran, pero ella también sintió el peso de esa carga y aunque no lo demostraba de la manera en que yo lo hacía, estaba igual de jodida.

Por su parte Gonzalo, trataba de disimular su malestar. Trataba de decirme que coma, que miré alguna película con él e incluso intento que salgamos, pero me rehusé.
Cuando le pregunté por su trabajo, dijo que había hablado con su superiora y ella le había dado autorización para ausentarse.

Era tanta su insistencia en que pensará en otra cosa, que solo me lo recordaba. Es como cuando te dicen: “piensa que no te duele, piensa que no te duele, todo está en la mente”, es obvio que el dolor no va a cesar solo porque lo digan. Al contrario, solo están recordándote que te duele y piensas aún más en ello.
Podía ser un poco tierno de su parte, pero era ingenuo creer que con no mencionar un hecho este se borraría, sino hace años hubiera borrado uno en particular.

—Tal vez debería conseguirte un par de binoculares, con eso podrías espiar mejor a tus vecinos. —voltee a verlo con una sonrisa implantada en mi rostro. Él no podía hablar en serio.

—Si recuerdas que me dijiste que eso era un delito y que podría meterme en problemas, ¿verdad?

—Solo digo que tendrías una mejor vista de esa manera. Imagina, incluso podrás compartir la novela con esa señora. —dijo señalando a la dramática Cloe, quién ahora reía con alguna comedia en su televisor.

—Podría ser divertido, pero eso llamaría su atención. — una cosa era que los observará así, fingiendo mirar el paisaje por mí ventana y otra diferente era que me vean con unos binoculares observandolos directamente.

—Tienes razón, estoy pensando solo locuras. —y sabía cuál era la razón de ello, solo trataba de ayudarme.

—Gracias. —me acerqué y envolví mis brazos con fuerza en su cintura.

Él siempre elegía quedarse a mi lado y nunca me dejaba sola, eso me hacía valorar la gran persona que era y sentía una gran satisfacción al haber aceptado darle una oportunidad a nuestra amistad.
Cuando el timbre comenzó a sonar, me separé y lo observé. ¿Acaso Derek se había atrevido a regresar?

—¿Crees que es él? No hay que atender, por favor no lo hagas Gonzalo, déjalo sonar. — rogué temiendo que un problema pudiera desatarse.

Pero él no me escuchó, solo caminó hacía la puerta y la abrió, parándose frente a esta, bloqueando así a quien se encontraba del otro lado.

—¿Dónde está mi hermana? —reconocería esa voz en cualquier lugar, aunque no preguntará por mí con su habitual tono alegré.

—Ella está adentro, pasa. —me apoyé contra la pared más cercana, viéndola entrar hecha una furia.

—¿Por qué no respondes mis llamadas Allison, tienes idea de cuántas veces te he marcado? —se paró frente a mí y me observó de arriba abajo, como comprobándome.

—No lo sé, creo que pensé que poner un poco de distancia entre ambas era lo correcto.

—¿Te estás escuchando? ¿Lo correcto dices? No seas tonta, ¿Quién puso esa idea en tu cabeza? ¿Fue él? — preguntó volteando hacía mi vecino.

—No, él no tiene nada que ver en mi decisión.

—¿Entonces porqué? Siempre hemos estado juntas.

—Es por eso, sé que estás cansada de cuidarme y quiero que dejes de hacerlo. No necesitas buscarme un pretendiente, no actúes como una casamentera, porque ya tengo a alguien.

Era una mentira a medias, pero aún así me hacía sentir mal, tendría que poder ser sincera con mi hermana, pero si le decía la verdad no desistiría de su objetivo.

—Hablando de eso, es por esa razón que estoy aquí. ¿Cómo te atreviste a ser grosera con Derek? Por Dios Allison, no imaginas la pena que sentí cuando nos dijo que vino a ver cómo seguías y lo único que hiciste fue hacer que el portero lo golpeará.

Sentía como mí boca colgaba abierta. Yo no había hecho que lo golpearan, ¿O sí?
El señor Cadena era un hombre mayor y no lo imaginaba golpeando a alguien, pero no vi nada, solo estaba ocupada teniendo una crisis.

—¿Estás jodiendo? — preguntó Gonzalo y aunque quería ver su rostro, solo podía centrarme en mi hermana.

¿Ella en serio creía que era capaz de hacer algo tan malo? ¿Qué haría que golpeen a una persona?
No podía creer que ella, de todos creyera algo así.

—No estoy hablando contigo, así que cállate.

—No, tú te vas a callar. No puedo creer que vengas a decirle está mierda. Tu amigo vino e interceptó a Allison en el pasillo, luego de días de acosarla y no vino a comprobar cómo estaba, él estaba reteniéndola a pesar de que le pidió que la suelte. —me sorprendió que él supiera tanto sobre lo ocurrido, pero debí imaginar que le informarían todo. — Y tú mejor que nadie sabes lo que eso significa para ella. Creí que venias a comprobarla ya que luego de ese encuentro Allison tuvo una crisis, pero no, vienes a reclamarle el no haber sido amable con él.

Mi hermana volteó hacia mí, con sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Ali, él trató de lastimarte?

A pesar de mi reticencia a preocuparlos, debía hacer entender a mi hermana que esto no era mí culpa.
Agaché mi mirada y levanté mi manga derecha, rebelando el moretón que me había quedado tras su agarre.

—¿Fue él? — Volvió a preguntar y solo asentí.

—No quise hablar con él y se molestó.

—¿Ali tuviste una crisis? —se acercó y comenzó a acariciar mi cabello.

—Ya estoy bien, Gonzalo se quedó conmigo todo el tiempo. —Traté de que dejara de desconfiar, al menos un poco en él, pero no funcionó.

—Tranquila Ali, yo me encargaré de hacer que ese bastardo no se vuelva a acercar a ti. —beso mi mejilla y caminó hacía la puerta.

Trate de detenerla, pero ella no me estaba escuchando.

—Procuraré que no se meta en problemas. —Gonzalo corrió detrás de mi hermana y la tranquilidad que sentí al principio, al creer que él podría detenerla, murió al entender que él iría a hacer su propia advertencia.

Descubriendo a AllisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora