He querido cerrar noche como una más de las anteriores que se pasaron sin problema alguno a lo largo del tiempo, y las que se debiera permitir cantidad de veces una persona cansada, que deseoso, quiere reponer sus energías al final de todo; si solo la impaciente mente no estuviera tan cargada de emociones en este sábado, del que le es arrebatado por completo la noche de sueño, y le hace recurrir a variables ideas del momento deseado, se podría pegar pestaña mejor.
¿Un hombre podría dejar de ser lo que es por seguir lo que le dicta su corazón, para así alcanzar la felicidad, aun si esto implicara luchar contra tus propios instintos?
Me pregunté eso hace casi una semana atrás, temiendo no estar seguro de lo que sea correcto, para así sufrir lo menos posible, pero ahora, ya es visible esa respuesta.No creo en la suerte ni en su formula indescifrable ya que no soy supersticioso como tal, sino que atribuyo eso a la probabilidad, que es muy distinto. Pienso que el romanticismo de creer en lo anteriormente mencionado, les ha jugado un papel crucial en algunos de mayor éxito inconciente, y es lo que hace que la suerte se lleve el crédito no merecido; no obstante, un sentimiento que nunca experimenté en el pasado por carecer de aquello que otros simbólicamente le llaman fortuna, y que me quita otra noche más de sueño, pues podrá ser tan igual a las otras que no se durmieron, pero tan diferente en su afanado propósito de reflexionar, que al final ha logrado florecer con aceptación pequeñas raíces delicadas, hasta abrazar por completo mi dulce corazón.
Pareciera que desglosar en la cabeza la vida que llevo para atraer el bien ganado descanso, no favorecerá ni enriquecerá a la tierra de los sueños al cual ya he perdido cita; mucho menos podría suponer que lo hará el pensar sobre mi futuro, como quizá con éxito si lo consiguen los otros que desean un mañana mejor, esperándolo con euforia al asomar sus débiles rostros animales por el sueño sobre los bellos rayos de sol de cada mañana; sin embargo, la sonrisa que porta mi trasnochado semblante en estos momentos, es igualmente del trabajo que duramente se ha realizado en largos años, del esfuerzo logrado de las metas impuestas, y del fruto de mi labor tras las gotas de sangre, el sudor, y las mismas lagrimas derramadas que me trajeron hasta aquí: al fin logré avanzar y mudarme a lo que con el mayor orgullo puede decir el sueño común de un mortal "mi propio apartamento".
El sentimiento del adiós de quienes me apreciaban perdura aún en mi interior como algo indeleble, pero mi significado de continuar como ser humano cual lema alzado, inmaculado y valioso como la virtud y los valores del pasado que me fueron aplicados, me hacen progresar con la mirada puesta sobre mi felicidad. Todo y todos debemos seguir el ciclo acordado, aunque este no tenga los mayores propósitos definidos que marquen esas finas líneas, y hasta con el miedo a lo desconocido, todo seguirá siendo así. Siempre ha sido así, o bueno, eso aprendí de mamá en la infancia con su famoso ejemplo: --¡si no te arriesgas, nunca ganarás nada!-- aconsejaba ella--. "O se rompe, o se raja". tú decides hasta donde puedes llegar--.
Hice caso a su dicho de lanzarme a ojos cerrados al usar todos mis ahorros con la esperanza de multiplicar las ganancias, y aunque se va lento pero seguro, comienzo a ascender con destino al podio del éxito, como también espero alzar mis brazos con el alegre salto, sobre el mismo, del amor real.Desde un pequeño pueblo ubicado al sur llamado "Hometown" mis trazos dejaron huella en la memoria de familiares como de la estéril mentalidad de los amigos aferrados a sus pasados, y deseando ser alguien mejor, con la proeza de arriesgarme a todo o nada, comencé una nueva vida aquí en "la gran ciudad" gracias a un contacto amigo para un trabajo administrativo de excelente remuneración; claro, se presentó como un propósito fuera de lo convencional, y lo acepté sin pensarlo dos veces. Eso motivó a plasmar los cimientos de la vida independiente, y ahora, al fin esto es una realidad.
El bloque de apartamentos, y mi lugar (la 302) a pesar del tamaño, parecen tan grandes para el ser minimalista, pero ya se ha hecho una costumbre, como igual ya lo hace el ambiente laboral del teclado ergonómico y el aroma del café negro, la computadora y el papeleo que forja a la raza proletaria como animales domables bajo las ataduras de un contrato indefinido...
Mis vecinos, aunque de facetas muy, muy distintas a la mía, de razas y etnias de presente modernidad en esta jungla de hormigón, son los habitantes del singular lugar; no obstante, a falta de amigos que te ofrezcan empatía que todo parece compensarlo con palmadas de aliento, o las extenuantes sesiones de un buen silente a los problemas, tuve la susodicha suerte (valga toda la ironía), en quedar frente a un buen vecino caprino de considerable amabilidad. Fue el ángel que me dio la calida bienvenida cuando comenzó todo para mí, el primero en ofrecerme su gesto de aprecio, y ahora... el primero que ha hecho que todas estas ideas que parecen inconexas y la falta del sueño bajo las cobijas, surjan en el oscuro manto que envuelve mi madrugada, y todo gracias a una revelación epifánica...
ESTÁS LEYENDO
Epifanía de Amor (Ralsei X Lector)
Romance¿Un chico podría dejar de ser lo que ya es por un sentimiento alejado de su lógica orientación? Frente al mundo de monstruos que gira sin descanso, nuestro humano protagonista, con un propósito de metas y superación a sí mismo, dejó toda vida del ay...