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𝘈𝙧𝙞𝘦𝙨: 𝘖𝙗𝙖𝘯𝘢𝙞 𝘐𝙜𝙪𝙧𝘰 Eras la nueva maestra suplente del profesor Kyojuro, quien faltaría durante algunos meses por motivos personales. Se te presento todo el plantel y a los profesores, pero había alguien que llamaba tu atención en especifico. El profesor Iguro Obanai, el maestro de química, varias veces tuviste la oportunidad de hablar con él pero no era tan sociable, en cambio su serpiente te amo desde el primer día.
—¿Alguien sabe donde ha quedado Kaburamaru?—entro a la sala de maestros, preocupado, encontrándote a ti con la linda serpiente.—Ah, tú la tienes. —Buenos días Iguro,—reíste un poco.—tu serpiente es muy linda. —¡Así es!—Tengen se introdujo a la conversación.—Se ve muy excéntrica.—el joven hombre intento tocar a Kaburamaru pero la serpiente le siseo, mostrando que no quería estar cerca de él.—Al parecer solo te quiere a ti e Iguro.—Menciono con molestia, la joven solo pudo sonreír, Iguro la miro, no sabia que hacer. —Al final de clases entrégamela.—Menciono Iguro antes de salir de la sala de maestros en dirección hacía algún salón de clases. —Hmm, sospechoso. Yo creo que a Iguro le atraes, ¿no lo crees?—susurro Uzui. —JAJAJA, Uzui no bromees.—aun que para ser honestos no dejaste de pensar en él todo el dia.
𝘛𝙖𝙪𝙧𝘰: 𝙍𝘦𝘯𝙜𝙤𝙠𝘶 𝘒𝘺𝘰𝙟𝙪𝙧𝙤 No era un secreto que Kyojuro era de los maestros mas guapos del instituto, a diario recibía regalos o incluso confesiones de un montón de chicas, pero por obvias razones siempre rechazaba cualquier tipo de declaración, desde la mejor forma, claro.
—¿Te gusta el profesor Rengoku?—pregunto asombrada su amiga.—Creí que la broma de que te gustaban los hombres mayores era broma.—suspiro.—¿Y qué vas a hacer al respecto? ¿Te guardaras las cosas? —Estamos a días de graduarnos, ¿crees que sea correcto que lo haga hoy? —Hmm, ¿supongo?—lo dudo por un momento—el profesor Rengoku nunca es malo cuando alguien se le declara, en realidad es muy comprensivo, además de eso se ve que eres una de sus alumnas favoritas. —¿Crees que seria incomodo?— —Sí, pero estamos a fin de nuestro ultimo año, ya nada mas venimos otros 2 días y ya nos vamos, así que ¿qué puedes perder?—Te dio unas pequeñas palmaditas en la espalda.—Suerte, aquí viene el profesor Rengoku.—se paro y se dirigió hacia su clase de educacion fisica. —¡H-hola profesor Rengoku!—gritaste desde lejos, intentado llamar su atención. —¡Hola TN!—se acerco hacia ti y acaricio tu cabeza.—¿Como has estado? Ya casi no te he visto, pronto te gradúas. ¿Quieres saber un secreto?—Asentiste, mientras se acercaba un poco a tu oído, haciendo que te dieras un pequeño susto. Incluso podias sentir su respiracion—Tu grupo siempre ha sido mi favorito.—sonrio. Te sentias nerviosa, era ahora o nunca, debias de decirle. —Profesor Rengoku, tengo algo que decirle.—el joven te miro atento, esperando a que hablaras.—Usted me gusta.—La confesion confuso al joven hombre, quien no pudo evitar sonrojarse. —Señorita TN...—dudo un momento antes de volver a hablar.—se que no debería de decir esto, pero—me ofreció su teléfono mostrándome su numero, el cual anote en mi teléfono.—Cuando te gradúes llámame, podemos ir a una cita si tú quieres.—Salio de ahí sonrojado, tú te quedaste ahí, sorprendida ¿el profesor Rengoku acepto tu propuesta?
