Nace una bruja

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Se dice que en tiempos problemáticos al mundo vienen los héroes para salvarlo.

Llevaba 8 años en este mundo, siendo ridículamente mundana, sin otro propósito más que comer y dormir, intentando crecer fuerte y sana, lo suficiente para el día de mi nacimiento.

Se lo que estás pensando, vaginas, alumbramiento, coronación, ya estoy bastante grande para eso, el nacimiento al que me refiero es únicamente mi nacimiento mágico,  la ceremonia donde todas las candidatas a brujas recibíamos finalmente lo que sería nuestra fuente de magia.

Había toda clase de formas de hacerlo, llevaba años estudiando al respecto, las más débiles hacían un contrato con alguna mísera criatura magica, por supuesto que ellas se convertían en las brujas más inútiles de todas a las que se les asignaban solo las más bajas de las tareas.

Había otras a las que les permitían absorber el alma de algún ser mágico o un demonio, era un proceso demasiado largo y con una necesidad enorme de recursos que sólo se hacia para aquellas que a pesar de ser débiles tenían algún talento especial, algo que podría ser muy útil para nuestra sociedad.

Para las más fuertes, se les permitía usar la sangre de alguna criatura magica,  con la intención de absorber un poco de su magia y potenciar la existencia de la bruja.

Pero eso no es para nada lo más interesante de todo, eso para mi solo eran patéticas e inútiles niñas que no aspiraban a mi, yo estaba destinada a lograr mucho más que todas, yo sería la primera en mil años en recibir directamente un demonio para convertirme en el poder más grande en el mundo.

Solo yo estaba calificada,  solo yo tenía la capacidad de hacerle frente, tomo tres brujas con más de 200 años para poder convocar a la criatura, apareció frente a mi era más débil lo que había esperado pero al parecer era todo lo que aquellas brujas habían podido convocar.

El demonio era tan débil que ni siquiera tenía piel, al parecer había perdido casi todos sus poderes al cruzar entre reinos y eso con la ayuda de las brujas.

¿como se veian los demonios? Eran bastantes parecidos a los humanos, solo más esqueléticos, con más huesos, con garras, en ocasiones con escamas, quizas no eran tan parecidos a los humanos pero para mi, eran exactamente igual de patéticos.

Tome un cuchillo serafín, un cuchillo que había sido bañado en la sangre de un angel,  creado con el único propósito de matar al demonio.

Llevaba años practicando para este momento, usando mi cuchillo con los humanos que eran sirvientes de las que estabamos destinadas a la grandeza, después de todo eran inútiles,  su único propósito era que yo aprendiera las debilidades de la vida, tenía tal maestría en atravesar los puntos vitales de un cuerpo que no tuve problemas en atravesar los dos corazones del demonio con un solo golpe, eso es todo lo que tomo para que una criatura ancestral, tan vieja como el universo mismo pereciera frente a una niña de 8 años.

Asesinarlo no era suficiente,  tuve que encajar el cuchillo una vez más, esta vez en el cráneo en donde el cerebro debía estar había una esfera, más pequeña de lo que había soñado por años, color carmesí, ese era el origen del demonio, su centro de poder, solo debía absorberlo y transformarme finalmente en una bruja.

Había recibido lecciones por 3 años sobre cómo hacerlo,  abrir lentamente mi alma y conectarla al centro mientras absorbía lentamente la energia, sin embargo mientras más rápido se hiciera mucho más poder tendría y en este mundo sin poder no existe propósito, ni deseos ni sueños,  así que intente tragarlo todo de un bocado, lo cubrí completamente con mi alma y empecé a borrar toda mancha de energía demoníaca que pudo existir, empecé a sentir un horrible dolor de todo mi cuerpo, una jaqueca horrible,  cualquier adulto se podría haber muerto con aquel dolor, para mi solo era un día más en el mundo.

En cuestión de segundos había absorbido todo el poder de aquella esfera sin embargo era muy poco para cumplir mis planes, así que dirigí mi alma sobre lo que quedaba del cuerpo del demonio y empecé a absorberlo, pude ver la preocupación en el rostro de las brujas, no por mi si no porque estaba corriendo un riesgo enorme y no querían que se desperdiciara la oportunidad ni el tiempo que se había dedicado a mi.

No tenían ni idea de lo mucho que había expirementado para llegar a este momento, tener energía demoníaca me daría poderes por encima de lo que muchas brujas podrían llegar a soñar pero las brujas no eran lo único que había en el mundo, así que aquello no sería suficiente,  finalmente después de devorar al demonio me enfoque en el cuchillo serafín, había sido forjado con sangre de ángel y aquello me daría un balance perfecto.

Tratar de cubrir el cuchillo con mi alma era como tomar veneno y de eso yo sabia mucho pero nada me iba a detener, no solo me iba a convertir en una bruja, sería la más grande de todas.

Fue así como nació una bruja, como nació  Tenebra.

Y había venido al mundo a causar los tiempos problemáticos.

TenebraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora