Porque todo lo que necesito eres tú °•°•° ♡ Katsudeku♡

𝓓𝓸𝓼

Estaba durmiendo tan jodidamente bien, como nunca, hasta que el molesto ruido de la alarma me despertó, traté de alcanzarla, aún con los ojos cerrados, pero algo me lo impedía. Mire abajo y me encontré una escena que guardaría por siempre en mi memoria, era Izuku con sus ojitos cerrados y labios entreabiertos apegado a mi pecho, se escuchó un pequeño ronroneo y sus brazos afianzaron su agarre en mi cintura, se veía tan jodidamente lindo que no quería despertarlo, así que con cuidado apague la alarma.

Recordé el día anterior y como gracias a Kirishima terminé en esta situación, porque sí, si no me hubiera molestado con que debía confesarme y pedirle perdón a Deku, jamás hubiera visto a mi lindo nerd con sus ojitos rojos y no hubiera sido capaz aún de tomar valor para pedirle disculpas por todo, se podría decir que ayudó a que tuviera la oportunidad para hacerlo.

Me gusta Deku, demasiado, mejor dicho, estoy muy enamorado de él, fue difícil darme cuenta y más aceptarlo, siempre creí que lo odiaba, me molestaba esa personalidad suya siempre feliz y queriendo ayudar a los demás, pero no era así, lo he amado todo este tiempo. Desde niños siempre quise cuidarlo y protegerlo, era como un ángel y temía que lo dañaran, pero termine yo siendo la persona que trataba de cortar sus alas, me odio tanto por eso, fui un total imbécil, pero agradezco a Izuku por ser tan fuerte y nunca rendirse. Son esas cualidades las que lo hacen ser tan encantador.

Empecé a acariciar sus mejillas, era tan adorable y más con esas maravillosas pecas adornando su bello rostro. Me alarmé cuando sus ojos empezaron a abrirse y cerré rápidamente los míos, tenía un poco de miedo por la reacción que habría tenido si veía que no lo aparte de mi lado, no quería exponerme todavía. Escuche un pequeño gritito de sorpresa, quería reírme y no me aguante, estúpido nerd adorable.

- ¡Jajajajajaja! - terminé exponiéndome solo.

- ¡Kacchan! - dijo sorprendido. - ¿Por qué te ríes? - se veía avergonzado y creí que se apartaría, pero contrario a lo que pensé, se acercó aún más.

- Te escuché gritar y me dio gracia- expresé despreocupado.

- Uuh, perdón por despertarte y... ¡Aah! Lo siento por abrazarte- quitó su brazo de mi cintura y se rascó la nuca avergonzado.

- Ya estaba despierto, no pasa nada - ¿Por qué sigo exponiéndome? Que idiota soy, fruncí el ceño ante mis pensamientos, bueno ya que. - Ya debemos levantarnos o llegaremos tarde.

- Si- dijo nervioso. Antes de que se levantara lo volví a abrazar.

- Tus abrazos son cálidos - me di cuenta de lo que hice y me levanté rápidamente, no quería que me viera sonrojado.

Busqué mi playera y pantalón, y me los puse rápido, debía ir a mi dormitorio a ducharme y ponerme el uniforme.

Salí de la habitación sin despedirme, estaba muy avergonzado, pero pude ver como Izuku seguía en shock y estaba sonrojado, sonreí orgulloso al ser el causante de esas emociones.