capítulo 8

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Recuerdos en la cabaña:

-Marco..-digo en un gemido entrecortado.

Pongo mis manos en su cadera y lo traigo más a mí mientras él mete su cara en mi cuello y empezar a dar besos.

Siento como mi estómago se contrae dando aviso de un orgasmo,  el empieza a moverse más rápido y duro.

Hasta llegar a un orgasmo magnífico, cae sobre mi cuerpo abrazarme sin dejarme todo su peso.

-joder, Raquel -dice en un susurro casi inaudible pero lo logré escuchar.

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Estábamos viendo la película de Battle.

-por Dios Raquel es es muy cursi-

-pero es lo que me gusta así que te aguantas-

-pero no me puedes obligar-se cruza de brazos y frunce su entrecejo como un niño berrinchudo.

-y no lo estoy haciendo si te quieres ir puedes hacer-se calla y me abraza como si no me quisiera dejar ir.

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Marco estaba enseñándome jugar soccer (que yo creo que me está dejando ganar porque voy muy bien).

Cuando por fin puedo meter la pelota me emociona tanto que empiezo a brincar y bailar por toda la cancha (ya que la cabaña tenía una incluida), voy corriendo hacia Marcó brinco así poder cruzar mis piernas por su cintura y que me cargué.

Pero cómo lo tome desprevenido los dos caímos conmigo arriba,  empezamos a carcajear como locos qué la risas cesan y empezamos a acercar nuestros rostros hasta besarnos.

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Le intenté mandar mensajes a Marco para devolverle el mameluco pero no contestaba ninguno, hasta que me rendí y me quedé con el mameluco.

Pero si me llegaron a mandar un mensaje y no precisamente de Marco sino de Ares.

He is my friend  ; Marco + Raquel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora