Forbidden Apple

FORBIDDEN APPLE.

fanfic by: Sora Vasconcelos

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Reki empezó a abrir sus ojos poco a poco. Lo primero que vio fueron sus piernas. Estaba sentado en una silla. Intentó moverse, pero pudo sentir que estaba amarrado a la silla por sus tobillos y manos. Al notar que estaba atado intentó mover sus manos para tratar de liberarse, pero estaba muy bien amarrado. Y empezó a sentir otra cosa, no podía hablar, no podía gritar, ya que tenía una cinta adhesiva negra cubriendo su boca.

Elevó su rostro y pudo ver la habitación en donde estaba, era una habitación oscura. Oscuridad, era todo lo que podía ver, no sabía si había muebles o algo más en ese lugar. La única fuente de luz era de unas pantallas que estaban enfrente de él. En toda la pared había muchos monitores con estática en todos ellos, pero no tenían sonido, y eso lo agradeció ya que no podría soportar todo esto más el sonido de la estática. El pelirrojo apartó su mirada de esa superficie brillante ya que le lastimaban las luces. Ver hacia ese lugar lo ponía muy nervioso y sentía mucho miedo, no quería estar allí.

Reki estaba entrando en pánico, él estaba amarrado en una silla, en una habitación lúgubre donde sólo podía ver pantallas blancas con puntos negros danzando frenéticamente en ellas. En ningún momento Reki dejó de moverse de forma desesperada, intentando liberarse.

Sentía terror, no sabía dónde estaba, o quién lo había amarrado a la silla. Su cuerpo empezó a temblar de pavor, y unas lágrimas empezaron a salir de los ojos ámbar de Reki.

Cuando él empezó a soltar lágrimas, empezó a escuchar unos pasos atrás de él. El sonido de los pasos hacía un gran eco en esa habitación oscura.

Alguien se iba acercando al pelirrojo. Conforme se oían más cerca esos pasos, Reki empezó a escuchar otro sonido, eran los latidos de su propio corazón. En su pecho, éste empezó a bombear muy rápido por el terror que sentía en ese instante. Una gota de sudor rodó desde su frente hasta su mejilla por el peligro que presentía en ese momento. Y mientras se acercaba esa persona Reki dejó de moverse y aguantó la respiración unos segundos, esperando ver a la persona que se acercaba a él.

Cuando esos pasos estuvieron muy cerca de él, ya que prácticamente los pasos se detuvieron a su lado, pudo notar que esa persona era un hombre. No sabía muy bien la edad de ese sujeto, parecía tener unos 29 o 30 años, pero de lo que sí estaba muy seguro era que, ese tipo era mucho mayor que él.

Cuando ese hombre se puso enfrente de él, sólo pudo ver su espalda.

Reki pudo observar que esa persona tenía una complexión alta y bien constituida. Los hombros de ese hombre eran amplios, parecía alguien que se ejercitaba constantemente. También vestía un traje azul real prístino.

Reki no podía verle la cara a ese hombre, pero con sólo tenerlo frente a él ya se sentía intimidado.

—Era hora que despertaras...— Cuando el hombre habló, Reki pudo reconocerlo, sus ojos se abrieron en sorpresa —... querida tercera rueda. — Al momento de decir esa frase, esa persona se giró por completo, y Reki pudo verlo de frente.

Esos ojos rojos vino, ese cabello azul rey, y esa sonrisa burlona la conocía muy bien, ese hombre era....

—Sí, niño, soy Adam...— Su voz se escuchaba muy grave, y un poco seductora.

Reki no hizo ningún ruido, solo abrió más sus ojos por la impresión avasalladora de que Adam hiciera conocer su verdadera identidad abiertamente.

Ese hombre, Reki ya lo había visto antes.

En los primeros segundos en que él entró no pudo reconocerlo, pero ahora que lo veía a la cara supo que Adam en realidad era Ainosuke Shindo, uno de los más grandes políticos de la ciudad.