Capítulo 57

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Seungcheol y Jihoon se encontraban viajando hacia Busan, donde pasarían el año nuevo con la familia de Jihoon, sin embargo, tuvieron que hacer una inesperada parada a mitad del camino. Ya ambos estaban molestos e irritados, habían pasado tantas cosas, que no era de extrañarse que estuvieran de pésimo humor.

Para empezar, el bajito no había podido dormir bien la noche anterior, suponía que se debía a la cafeína que tomó en la noche poco antes de dormir; luego, mientras comenzaban a guardar las cosas en el auto, a Seungcheol se le había caído la maleta, haciendo que se rompiera y que ahora no cerrara. Y para terminar, Jihoon le había dicho a su prometido que el viejo auto de su padre no iba a soportar otro viaje más, pero el optimismo de SeungCheol lo convenció de que nada malo pasaría.

Así que ahora estaban ahí, varados y haciendo más rabietas, al menos por parte de Jihoon —te lo dije, esta porquería de auto no iba a llegar hasta Busan— dijo de mal humor bajando del auto.

—No la llames porquería, te lleva a la oficina, ¿no? Deberías agradecerle— también contestó de mala gana al bajar.

—¡La oficina no es lo mismo que hacer un viaje de Daegu a Busan, son más de cien kilómetros!

—Como sea. Llama a tus padres, que vengan a buscarnos y que traigan una grúa.

—Claro, como tienen una en casa— contestó sarcásticamente.

—Sabes a lo que me refiero— le dio una mirada molesta y abrió el capó del auto para ver si podía arreglar algo.

Al menos habían logrado estacionarse a un costado de la carretera antes de que el auto se detuviera por completo, lo que era una fortuna para SeungCheol, o habría escuchado más quejas por parte de su novio por tener que empujar el auto para orillarlo.

Jihoon esperó unos minutos antes de llamar a sus padres, quería primero asegurarse si tenía reparación el auto, no quería que sus padres hicieran un viaje innecesario, aunque en realidad sólo quedaban casi treinta minutos para llegar a la ciudad.

Escaneó a su prometido de pies a cabeza, admirando lo sexy que lucía con esa mirada de concentración e intentando arreglar el auto, esa faceta de mecánico si que le fascinaba.

El mayor se dio cuenta de aquella mirada, se separó del auto y lo miró —¿ya los llamaste?

—¿No hay forma de arreglarlo?— lo miró a los ojos con seriedad por lo molesto que se sentía.

—La hay, pero no aquí, voy a necesitar unas cosas.

Jihoon asintió —los llamaré— dijo, pero no hizo nada.

SeungCheol levantó una ceja de manera coqueta —¿quieres que finja reparar el auto mientras me admiras?

El bajito hizo un gesto de fastidio y dio la vuelta para abrir la puerta del auto y tomar su teléfono; esperó sentado en el asiento del copiloto a que su madre contestara, pero nunca lo hizo, así que intentó llamar a su padre, esperando que él estuviese más pendiente de su teléfono, pero tampoco obtuvo respuesta.

Suspiró frustrado, su día sólo empeoraba más y más —no contestan— le dijo a Seungcheol al acercarse.

—¿Qué hacemos entonces?— preguntó cerrando el capó y aconchándose en este.

—¿De verdad no puedes arreglarlo?— preguntó y se acercó más para colocarse igual que su novio a su lado.

—De verdad no puedo, no tengo aquí mis herramientas.

—Tú no tienes herramientas, son de tu padre— dijo con una ligera sonrisa.

Seungcheol rodó los ojos, comenzaba a frustrarle que le reclamara o contestara sarcásticamente por cualquier cosa que dijese —¿quieres dejar se de hacer eso? Desde la mañana has estado irritable.

Forever in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora