El nacimiento de Vanesa (III)

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Teniendo ya 12 años, y como permanentemente vestía y me comportaba como una chica y eran tantos mis deseos de ser una chica y tener cuerpo femenino, según la promesa que mama me había hecho, al llegar la primavera me llevo a lo de su amiga la Doctora Sandra, una mujer mayor grandota y medio hombruna, rubia y muy amable, ya mama le había comentado de mi, de mis gustos y comportamiento, nos conocíamos personalmente por algunas reuniones en nuestra casa donde ella había concurrido, el primer día de visita medica, me esmeré en mi apariencia femenina en todo tanto interiormente poniéndome mi mejor ropa interior estrenando mi tanga y demás cosas que mama me había comprado, ya tenía el cabello largo y muy femenino, al llegar desde el principio me trato de Vanesa, diciéndome, hola linda que bonita estas, me hizo desnudar delante de mama y me reviso totalmente, a lo que conversando con mama le comento que tenia una piel muy suave y realmente muchos rasgos femeninos, me dio un sin numero de recetas para hacerme varios análisis y nos recomendó un laboratorio de su confianza, en la semana siguiente mama me llevo por los análisis y al tener los resultados fuimos nuevamente a lo de Sandra, ella los leyó detenidamente y después nuevamente me hizo desnudar totalmente, me acostó boca arriba en la camilla y comenzó a tocarme mis genitales, me pregunto si se me endurecía y se paraba como a los hombres y si eso me gustaba, le dije que a veces si se me paraba, pero que no me gustaba que se pusiera duro, que me gustaba mucho mas tenerla chiquitita y que no se me notara de que la tenía, , luego me hizo dar vuelta boca abajo, se puso unos guantes de goma y separo mis cachetes del culito, me pregunto si alguna ves me habían penetrado y si me gustaba la sensación de ser penetrada, le conteste que si que muchas veces y que me gustaba mucho, también le conté que me gustaba mucho tocarles la pija a los hombres y chupársela, me puso un liquido sobre la entrada de mi culito y despacio me fue metiendo los dedos, luego los saco y me puso un aparato metálico que lo sentí como si fuera un consolador como los que usa mama, fue bien profundo y enseguida sentí que ese aparato se agrandaba dentro mío y por el centro puso una luz y me estuvo observando el interior de mi culito, teniéndome así con el culito bien abierto me pregunto si me gustaba lo que sentía, y le respondí que si, que era rico, después de eso me hizo vestir y me receto unas pastillas de hormonas, que supe que eran Estrógenos y Progestágenos y que comenzara a tomarlos que luego me agregaría bloqueadores antiandrogenos, que eran los primeros para proveerme de hormonas femeninas y que se me desarrollaran las características femeninas en mi cuerpo al inicio de mi adolecéncia y los segundos eran para que bloquearan mi producción de hormonas masculinas, me aviso que iría sintiendo cambios en mi cuerpo y en las sensaciones, y que una ves iniciado el proceso este sería irreversible, yo salí muy pero muy contenta del consultorio y le pedí a mama que fuéramos a comprarlas inmediatamente, esa misma noche comencé a tomarlas .

Ya al día siguiente me miraba al espejo desnuda y buscaba los cambios en mi cuerpo, estaba tremendamente ansiosa de verme crecer las tetitas como a las chicas, recién a los 20 o 30 días sentía mis pezones muy sensibles que al solo roce de mi ropa se endurecían y me causaba una sensación muy rica, íbamos cada semana a lo de Sandra a controlarme ella me revisaba y me preguntaba como me sentía, ya a los dos meses yo sentía depresiones y a veces angustia y mucha pero mucha ansiedad de ya ser mujer ya, nos recomendó a una amiga de ella que es sicóloga para que me ayudara en mi etapa de transformación esta se llama Verónica, muy joven y bonita, que al llegar a su casa ella ya sabía todo lo mío, luego de la primera ves que me acompaño mama ella le pidió que debía estar a solas conmigo, asi que mama me acompañaba y esperaba en la antesala, Verónica me hacía que yo le contara todo mis deseos y también me hizo contarles mis relaciones con los chicos y los hombres que había tenido, era muy dulce y mientras yo le contaba recostada en un sillón, ella a mi lado no dejaba de acariciarme las piernas, los pies, la cabeza la espalda como si fueran masajes muy suaves como apara que yo estuviera relajada, así es que le conté que desde que había comenzado con el tratamiento de hormonas casi no salía a la calle y no había vuelto a tener relaciones, a lo que ella me explico que debía seguir teniéndolas pues ahora mas que nunca debía tener el desahogo séxual para tranquilizarme y que de esa forma el tratamiento sería más efectivo. A las pocas semanas de haber comenzado con las citas con Verónica comencé a notar que mis tetitas se estaban abultando alrededor de mis pezones y estos a su ves se habían agrandados bastante después de la visita de rutina a la doctora fui muy contenta a lo de Verónica y se lo conté a lo que me pidió que le mostrara como me estaban creciendo, me abrí la blusa me saque el corpiño con relleno que tenía y ahí estaban mis pequeñas tetitas puntiagudas y duras al igual que la de las chicas que comienzan a desarrollarse, a ella le encanto y me las toco sintiendo yo una sensación muy placentera lo cual ella se dio cuenta y a su pregunta de que si me gustaba le dije que si que mucho, esa misma tarde en casa salí y fui a la almacén de don Julio, espere que no hubiera nadie, y sabía que el quería que yo se la chupara o bien me quería cojer pues hacía como mas de dos meses que no me lo hacía, el cerro la puerta del negocio me llevo a la pieza del fondo y ahí enseguida saco su pija dura como un garrote me arrodille y me llene la boca con ese manjar que tontamente yo misma me estaba negando por tonta, se la chupe muy bien y me lleno la boca de abundante leche súper espesa que trague toda, yo seguí chupando para que no se le bajara mientras le acariciaba los huevos grandes y peludos que tiene, ya viendo que se mantenía bien dura yo misma me acomode sobre la mesa de trabajo que tiene ahí me baje la tanga y el me la fue metiendo despacio pero con firmeza hasta la base de su pija sintiendo en mi culo sus huevos presionando las nalgas, ahí yo misma le pedí que me cojiéra con fuerza y el comenzó a bombearme rápidamente en un meta y saca que me hacía gozar como lo que me sentía, una verdadera hembra, hasta que sentí sus espasmos en el momento que me llenaba de leche, cuando me saco su pija de adentro de mi culito chorreando su propia leche me agache y se la limpie toda con mi lengua mirándolo a la cara y me desabroche la blusa mostrando y diciendo que me estaban saliendo mis tetitas como a las chicas, como era su costumbre el rápido se cerro el pantalón y me ofreció que me llevara lo que quería, agarre varias cosas y el me dio una caja grande de helado, como premio. Esa noche al comentárselo a mama ella me dijo que si que Verónica tenía razón, que yo tenía que seguir haciendo lo que me gustaba y que así me sentiría mejor..-

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