Otra mañana aburrida en donde lo más interesante que había en su habitación era mirar el tejado sin saber que poder hacer. Llevaba dos días enteros en el ocio, y aunque lo agradezca, esta naturaleza de permanecer quieto por tanto tiempo no es lo suyo
— Me aburro~
Dijo como por octava vez; miró la pantalla de su computador, en donde la página abierta sólo mostraba líneas sin sentidos y garabatos que hizo tratando que fuesen “algo” sin existo alguno. Suspiro hondamente, dejándose caer sobre su tableta de dibujo
— No hay nada que hacer~
— ¿Por qué no limpias tu habitación? Es algo que hacer
— ...No hay nada que me interese hacer~
Se corrigió, escuchando como su compañero de cuarto suspiro hondo y frustrado
— Voy a preparar el almuerzo, al menos lava los platos cuando terminemos de comer
— Si...~
Otro suspiro por parte de su contrario antes que aquellos pasos se perdieran a lo largo del pasillo. Lavar los platos, hacer limpieza o siquiera bañarse no es divertido ni es lo que desea ¡Él solo quiere dibujar un nuevo Doujinshi! Si tan solo supiese de que hacer...
Hace tres días, Natsuhiko y él entregaron su último trabajo, que ya tenía un gran número de ventas, algo que le alegra pues significa que ganará mucho por su... la obra que comparte con el de rojizos cabellos. Sin embargo, esto mismo es el problema, ya que al acabar su proyecto no le queda nada más que ponerse hacer otro, pero... ¿Sobre qué? Si ya gasto todos los temas existentes para crear demás obras; en donde la mayoría de las páginas son solo relaciones sexuales explícitas y sin censura Su razón de vivir básicamente
Sadomasoquismo, Románticos, Incesto, Tentáculos, Felaciones, Anales, Sugar Daddy, Sugar Mommy, Zoofilia, Pedofilia, Escolares, NTR, Lésbico y muchos otros géneros eran los que estaban al nombre suyo y de su compañero, pero de estos ya no tiene caso el volver a escribir o dibujar, o al menos ese es su pensamiento Quería algo nuevo, algo que le haga sentirse vivo, tan vivo como el día en que escogió la carrera de Mangaka solo para dibujar Hentai sin ser visto raro pues esto es una extensión del arte naturista
— ¡Mitsuba! ¡Ya esta listo el almuerzo!
Suspiro nuevamente, su poca alma se le estaba llendo de tantos suspiros. Se levantó y salió de su cuarto, no se siente a gusto, quiere empezar un nuevo proyecto
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Al terminar de comer, lavaba los platos sin muchos ánimos, suspirando frecuentemente y sin ponerle tanto cuidado a la vajilla, que dejaba jabonosa o sucia
— Hazlo bien o te pongo a lavarlos todo de nuevo
Escucho la clara amenaza de ese maldito de ojos grisáceos, amenaza que le hizo chasquear la lengua en son de molestia — ¡Oh, vamos, Natsuhiko! Me dirás que no te sientes como yo ahora
