I'm horny - Haikyuu x Lectora

KENMA KOZUME

Kenma timeskip

El fuerte sonido de una llave empujada agresivamente en la cerradura de la puerta de entrada hace que su cabeza se eleve desde la parte superior del kotatsu, los ojos muy abiertos ante la apariencia demacrada aunque inesperada de Kuroo Tetsuro, que lleva un botón arrugado y una corbata suelta, claramente. recién salido del trabajo. Su presencia trae una ráfaga de aire invernal que te hace estremecer y llevar los hombros hasta las orejas.
"¿K-Kuroo?" Gritas en estado de shock. Las rodillas golpearon el fondo de la mesa, el ruido sordo se apagó gracias a las mantas que cubrían el borde.
"Oye", gruñe, luciendo enojado. Intenta quitarse los zapatos de vestir, prácticamente siseando cuando no se los quitan de inmediato. Se inclina para tirar de los cordones. "¿Dónde diablos está Kenma? No responderá a mis mensajes de texto ".
Tu boca se abre pero no sale nada. Te mueves donde te sientas, el breve momento de silencio entre ustedes se llenó de la alegre música proveniente del Interruptor abandonado sobre la mesa.
Kuroo mira tu silencio, entrecerrando los ojos en su mirada. "Oye, ¿dónde está?"
Usted se tambalea bajo su descarada irritación y su propia vacilación. "Yo ... él se fue ... o-fuera". Tragas, tomando un respiro para calmarte, tratando de adaptarte pero sintiendo que el agarre en tu trasero se aprieta. No puede evitar apretar las piernas juntas tanto como pueda donde se arrodilla. Lo cual ... no es mucho. La ansiedad y la leve humillación comienzan a mezclarse deliciosamente con todo lo demás que estás sintiendo mientras luchas por mantener los hombros hacia atrás y por estremecerse ante la mirada de Kuroo.

"¿Fuera?" Kuroo se burló, mirando hacia el pasillo. "¿Sabes cuándo volverá?" No espera a que contestes, entrando en tu casa y entrando a zancadas más.
"N ..." Los labios succionan tu clítoris tan rápido que saltas con un aliento ahogado, alejándote tan lentamente que tus ojos revolotean y te desplomas hacia adelante de nuevo con un estremecimiento, rodando tus caderas hacia el rostro de Kenma. Da un gemido silencioso, las manos apretando tu trasero de nuevo, tirando de ti hacia su boca. No puedes detener el gemido que sale de ti, ronco y agonizante. "¿ Nnnoooo...? "
Juras que sientes a Kenma soltar una carcajada caliente contra tu coño.
Kuroo hace una pausa y te devuelve la mirada, mirándote con el ceño fruncido, y casi entierras tu rostro en tus brazos, tratando de sacudir la brumosa excitación de tu mirada. Dejas que tus manos se froten los ojos como para esconderte de su mirada penetrante. Definitivamente no quieres mirarlo a los ojos mientras el hombre que está buscando está escondido debajo del kotatsu entre ustedes, girando su lengua lentamente alrededor de su clítoris y ha estado así durante la mayor parte de una hora y no se molestó en hacerlo. detente ante la llegada inesperada de Kuroo. No importa el hormigueo que siente por el pánico que hace que su corazón se acelere solo por su presencia desconocida, la vergüenza que siente ante la perspectiva de ser atrapado quemando algo brillante y caliente dentro de usted que ha provocado mucho aprietos familiares de tu coño contra la cara de Kenma.

Con un temblor que arquea la columna gracias a que Kenma besa sin prisa tus pliegues, Kuroo inclina la cabeza por ignorancia con preocupación y tú maldices silenciosamente a Kenma por darle a su alto amigo la llave de repuesto de su casa.

"¿Estás bien?" La actitud de enojo de Kuroo parece haberse desvanecido. Puedes escucharlo dar unos pasos hacia donde estás sentado en el bajo kotatsu.

"¡Yo - estoy enfermo!" Chillas, levantando las manos hacia él. Hace una pausa, mirándote con preocupación. Seguro que esperas que la joroba de tu espalda por la fuerza con la que Kenma chupa tu clítoris te dé una mirada de náuseas, sabiendo que estás brillando con un brillo de sudor que brotó de la descarga de adrenalina que te recorrió ante la repentina aparición de Kuroo. Entrada. Rezas para que el borde de la mesa sea lo suficientemente alto como para que él no pueda ver tus caderas, o la forma en que tu gran sudadera con capucha cubre tu trasero, apenas ocultando las puntas blanqueadas de Kenma.
"Oh." Da un paso atrás de nuevo, frunciendo el ceño con simpatía ahora. "¿Es por eso que Kenma salió?"
Asiente rápidamente, dejando finalmente que su cabeza caiga sobre sus brazos. "P ... Dolor de estómago", balbuceas en tu codo, permitiéndote mover la lengua de Kenma. Desde debajo de la manta que cubre tu regazo, Kenma acaricia la piel de gallina en tus muslos.