Prólogo: Henry Potter, el Archinemesis.

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En la academia de magia y hechicería de Hogwarts, la mañana empezaba a calentar lentamente la roca de las torres, los estudiantes que no vivían en el lugar llegando en pequeños grupos desde el amplio portón de dos puertas abierto de para en par desde hace un par de horas. El pasto verde brillaba con el rocío que quedaba de la mañana, y las fuentes de piedra decoraban el exterior del complejo de torres y edificios esparcidos a lo largo del terreno de la academia.

En el balcón de la torre de dormitorios, un joven estaba mirando la lenta procesión de gente entrar al recinto con una copa de cristal colgando de su mano. Vestido con ropa finamente fabricada, su aura despedía un sentimiento de refinamiento arrogante, acompañada por un rostro de mirada condescendiente.

En la entrada, una joven caminaba de forma nerviosa, con una maleta llena en su mano y el uniforme de la academia puesto. Henry, tomando un sorbo del vino blanco de su copa, se detuvo en seco al verla entrar.

Esto es increíble. Pensó Henry, bajando la copa y apretando la baranda del balcón. ¡Después de todo si dejaron entrar a esa Omega de familia pobre a la academia!

La expresión del joven se contorsión por los fuertes sentimientos que lo acosaban. Habían multitud de rumores sobre la llegada de esta supuesta 'legendaria maga blanca', pero eso estaba a un mundo de ser real. Sin embargo, tenía algo igual de improbable frente a sus propios ojos; en la renombrada Academia de Hogwarts, lugar donde solo los hijos de los nobles, prodigios y sabios eruditos podían entrar, ahora residía una chica que probablemente no podía costearse una comida decente, ni una educación previa de calidad. ¡Sin mencionar que era nada más que una Omega! Todo el mundo sabía lo erráticos que eran, sin mencionar el efecto que tendría en el porcentaje del cuerpo estudiantil que era Alpha.

Era obvio, está pordiosera de la calle solo causaría problemas.

Con la mirada todavía fija en la tambaleante figura más abajo, Henry dio la vuelta hacia el interior de su habitación, un plan tomando resolución en su cabeza.

Todo el mundo se dará cuenta del error que fue haberle abierto las puertas de Hogwarts... Por mi propia mano.

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Finalmente llegando a la habitación que le fue asignada, Charlotte dejo su bolso sobre la cama. Suspiró con cansancio y dio una vuelta por su habitación, nunca habiendo estado en un lugar tan finamente decorado antes; las telas de las cortinas eran obviamente de algodón nuevo y grueso, al igual que las sábanas de la cama, y la alfombra que cubría el piso se sentía acogedora y suave incluso con los duros zapatos de cuero que llevaba. Al lado de la cama había un tocador y una puerta que probablemente llevaba al baño, inclusive en las paredes habían pinturas colgando con imágenes de lagos y castillos.

Suavemente deslizándose hasta el piso, Charlotte sostuvo sus rodillas mirando de forma desconcentrada el techo. Estar aquí se sentía como un sueño, un lugar lleno de conocimiento y con un techo y comida asegurada. Era todo lo que siempre había soñado, pero al mismo tiempo, obtener todo esto de forma tan repentina, llenaba su corazón con suspicacia. Charlotte sabía que era especial, pero esto era demasiado bueno para ser verdad.

Todo el mundo la subestimada por ser joven, por ser una mujer y omega, pero Charlotte había sobrevivido en la calle hasta los 16 años de edad. Sabía que en ninguna parte las cosas eran gratis. Siempre habrá un precio a pagar, y Charlotte sólo deseaba poder saber cuál sería ese precio esta vez.

Es suficiente de ser pesimista. Charlotte apretó un puño y lo elevó en el aire, Ahora que estoy aquí, ¡debo esforzarme y aprender todo lo que pueda!

Con ese objetivo en mente, Charlotte guardo el par de objetos que trajo de su pueblo de origen en los cajones del mueble. Eran un par de joyas crudamente fabricadas que las niñas más jóvenes del hogar de mujeres le habían dado, libros que le regaló el hombre de la iglesia, una medalla algo oxidada que le obsequió la matrona del orfanato, y una foto enmarcada con la imagen de su madre.

Acarició con nostalgia la foto, y se preparó para explorar la academia.

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En el amplio comedor de la academia, los estudiantes se congregaron para el almuerzo de la tarde, los fragantes olores inundando el lugar con las elaboradas comidas que los chefs ponían a la disposición del cuerpo estudiantil.

La luz entraba por los amplios ventanales, y las conversaciones animadas poblaban todas las mesas. Charlotte y un par de sus amigas estaban sentadas en una de las mesas de las esquinas, discutiendo la última clase de teoría de la trasmutación en la que asistieron.

A pesar de que los primeros días fueron difíciles para Charlotte, se las arregló para encontrarse con personas que no les interesaba su dinero, o mejor dicho, la falta de aquel. Roney y Serina eran amables y divertidas, y se había hecho amiga de ellas con gran facilidad, su naturaleza extrovertida ganandoselas con facilidad. Incluso un Investigador de la torreta de Ravenclaw se había acercado a ella hace un tiempo, preguntándole sobre su magia y sobre ella. La constante presencia de sus amigas a su lado, y el hecho de que Charlotte poseía una habilidad aparentemente 'especial' y era notada por los investigadores de la academia de alto rango, garantizaba que sus compañeros no le dieran muchos problemas.

Excepto por una persona.

En la entrada del comedor, un joven noble y un par de sus amigos caminaron hacia el buffet. Un par de ellos hablaban y reían en voz alta, sobre la última apuesta que ganaron en quiddich, o el fantástico carruaje que sus padres les compraron. El noble los escuchaba de forma absenta, sus ojos recorriendo en lugar y su nariz alta en el aire, arrogancia visible en cada poro de su piel.

Charlotte se encogió de forma inconsciente en su silla, apartando los ojos inmediatamente de la mirada penetrante y leve sonrisa de Henry Potter. Roney apretó los labios de forma malhumorada en dirección al chico, mientras Serina le dirigía una mirada preocupada a Charlotte.

Henry Potter, el heredero de la noble familia Potter, acaudalado y apoyado por sus lacayos de familias inferiores a la suya en términos de sangre, era un altanero Beta que parecía haber hecho de Charlotte su nuevo objetivo.

Desde el día uno la miró con hostilidad, y de ahí en adelante la trato con desprecio y descaro sobre sus orígenes, constantemente haciéndola en menos frente a otros, y metiéndola en problemas en cada oportunidad que tenia. Sólo hace dos días, Henry envío a uno de sus lacayos a cambiar los ingredientes de la poción de ataduras en alquimia, creando una horrible nube de humo tóxico que casi deja ciego a una par de estudiantes. A pesar de que Charlotte estaba segura que Henry había sido el responsable, el profesor Donnler no quiso escucharla y furioso la castigo por lo que quedaba de la semana. Incluso la recriminó por ser egoísta al no pensar en el bien de sus compañeros... Charlotte le hervía la sangre cada ves que pensaba en ello.

Después de las clases de la tarde la envío a limpiar y ordenar la sala de objetos perdidos, un lugar inmenso y lleno de polvo. Charlotte todavía podía sentir los pinchazos de dolor en su espalda y la alergia que la persiguió por días, solo por una horrible broma del Beta.

Algún día me vengaré de el. Aunque tenga que engañar y manipular, ¡definitivamente me vengaré! Pensó Charlotte, su pequeña mano apretando el tenedor con fuerza y dejando sus nudillos blancos, su mirada lacerando las patatas cuidadosamente horneadas. Solo por que el sea un noble, y solo por que yo sea una Omega, ¡no significa que su crueldad vaya a quedar impune!

Henry, al otro lado del salón, vio con ojos entrecerrados a la chica, considerando el tiempo que tendría a su disponibilidad en las vacaciones de verano. Cuando todos volvieran de ellas, Henry se aseguraría que vieran lo inmerecedors que era la chica de estar en Hogwarts, inclusive con los supuestamente 'únicos' poderes de sanación que poseía.

Después de todo, aunque ella fuera la reencarnación de Morgana, nada le quitaría la suciedad de la pobreza, o la debilidad de ser una Omega.

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...........Fin prólogo.

Bueno, intenté que Henry fuera lo más desagradable posible en el corto espacio que pude escribirlo, resultó como esperaba??? Si alguien tiene tips de cómo escribir a alguien molesto, por favor demelos...

Gracias por leer!

Me Dispararon en mi Vida Anterior y Ahora soy un Omega de la Nobleza?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora