FERIA

Viernes.

La campana de la Universidad de Cambridge sonó, y casi al unísono los ansisos estudiantes se pusieron de pie, escuchando vagamente los últimos gritos de la profesora Bell recordando el examen de la próxima semana.

-Amigo, dime que puedes darme una mano con este tema.- Un chico alto le cortó el paso a Louis Tomlinson, quien sonrió burlón.- Joder.

-¿Acaso Jill no te explicó de qué iba la clase? Digo, porque no sacabas los ojos de tu teléfono.- Comentó caminando, y Liam Payne gimió en protesta.

-Ya, es que me estaba contando un chisme demasiado bueno, ¿quieres saber?- Prácticamente vibró al lado del menudo pero fibroso chico.

-No, no realmente.- Dijo para molestarlo, porque sabía que su amigo le contaría igual.

-Amargado.- Se quejó.- ¿Recuerdas a Niall, de Economía? Está saliendo con una chica de su clase, pero parece que la engañó con el ex novio de la reina del hielo, ese chico bonito de Artes que tiene loca a media universidad, Harry. Parece que los encontró follando en su casa y...- Louis había dejado de escucharlo.

Dijo ex novio. Harry estaba soltero.

El rizado en cuestión dobló en la esquina del pasillo, hablando por teléfono y masticando un chicle con el ceño fruncido, acomodando su largo pelo rizado con un movimiento.

Timing perfecto.

Louis tuvo que respirar hondo por lo rápido que le viajó la sangre directo a la polla, y se corrió un poco haciéndose el distraído para poder chocar con ese precioso hombre follable que se acercaba.

-... tal vez vaya a la feria, ¿recuerdas? Sí, la del camino a Londres. No, Z, ya te dije que no estoy de acuerdo con lo que haces con Ni... lo siento, amigo.- Fue solo un segundo que sus ojos verdes se posaron en los azules de Louis, y el menudo chico tuvo que retener un jadeo por lo increíblemente intensos que esos orbes le parecieron.

Para Harry fue un choque por ir distraído. Para Louis fue un sacudón de los cimientos de su libido.

-... parece que ella está convencida de que pueden arreglarlo a pesar de que vio cómo le follaban el culo al novio. Jill dijo que una amiga escuchó que a una chica le contaron que se habían enterado de que la pobre idiota busca embarazarse para retenerlo, ¿tú que dices?- Lo miró extasiado, y Louis se carcajeó viendo el reloj.

-Digo que realmente no quería escucharlo.- Lo cierto es que no había escuchado un coño.- Me voy, tengo turorías en una hora y mi casa es un asco.

-¿Entonces me ayudarás con esta mierda?- Lo miró ilusionado, sin sentirse ofendido por la falta de interés en su chisme.

-Ya conoces mis tarifas.- Y le guiñó un ojo, moviéndose a la calle, dejando a un divertido Liam a sus espaldas.

El ojiazul caminó rápido a su pequeño, realmente pequeño, departamento de estudiante mientras saludaba a la gente que lo reconocía y le sonreía con simpatía. Vivía gloriosamente solo, pero lo cierto es que todo el campus conocía su pequeño hogar de mierda. Daba tutorías... y se había follado a más mujeres de las que podía recordar.