¿y qué si lo amo? ♡(•HyunLix•)♡

•°Capítulo 1°•

—Mamá, ¿A dónde irás?—Dijo el pequeño con hermosas pecas en su rostro.

Aquella mujer se acercó a su primogénito dándole un dulce beso en su frente, acariciando las suaves hebras de su cabello.

Era hermoso.

—No tardaré, no te preocupes. Vendré lo más rápido posible, ¿Está bien?—Abrazo a su pequeño con un poco de fuerza.

—Por favor no tardes mucho mamá—Hablo

La mujer solo se quedó callada mientras miraba a su pequeño, era tan lindo, la viva imagen de su madre y las pecas de padre. Una excelente combinación entre ambos.

—No...descuida, volveré, solo será rápido, lo prometo—. Sonrío feliz para su hijo.

El pequeño Lee solo asintió con la cabeza antes de soltar a su madre y devolver la sonrisa, mostrando sus pequeños dientitos de leche a su progenitora.

Su madre lo abrazo con un poco de fuerza antes de irse, sintiendo el calor que le proporcionaba su cuerpo para así alejarse de él y partir de casa. Cómo siempre su padre salía llegar tarde, el trabajo de policía lo tenía muy ocupado.

Pero está vez todo era diferente. Algo no andaba bien.

Félix miro por último la gran puerta de madera frente a él antes de ir a la sala y acostarse en el sofá a esperar a su madre. Había recibido una llamada antes de irse, estaba llorando y por último se fue, ja... sin duda cuando eres pequeño no entiendes muchas cosas.

Y claro, como ella lo había prometido, había vuelto después de un par de horas, con los ojos rojos y un poco hinchados.

—Mamá—. Corrió a abrazarla—. ¿Por qué lloras?¿Por qué papá aún no ha vuelto?

Ella solo agachó la cabeza antes de volver a secar sus lágrimas, debía ser fuerte, por él, por su pequeño.

—Ca- Cariño...—. Tomo las manos del menor frente a ella—. Papá no volverá.

—¿A dónde fue?¿Nos abandono?

Claro, ¿Cómo le explicas a un niño de 5 años que su papá no volvería por qué lo habían matado?

Simplemente... no podía.

—Papá nos cuidará, desde el cielo. No preguntes más, por favor—. Y volvió a romper a llorar.

Su padre era un oficial de policía muy conocido y respetado que había muerto a manos de una banda de mafiosos, descubriendo su escondite y algunas cosas de más.

La mujer tomo la mano de su pequeño antes de ir a su habitación a empacar algunas cosas, sabía que vendrían por ellos. Sabía también que si no salían correrían con la misma suerte, aún quería ver a su hijo crecer.

Tomo todo lo esencial para salir lo antes posible. La lluvia caía con fuerza, su corazón latía con fuerza antes de subir a su hijo al auto mirando como a lo lejos de acercaban 3 carros de más.

Estaba perdida.

Subió a su auto lo más rápido posible antes de comenzar a manejar, debía perderlos.

—Felix, por favor agáchate—. Hablo con cierto nerviosismo en su voz.

—Pero... Mamá.

—¡Solo hazlo!—. Grito antes de comenzar a conducir de manera rápida escuchandose así disparos a larga distancia, algunos golpeaban el auto y eso hacían que el más pequeño comenzará a asustarse.

La carretera estaba un poco resbalosa por la fuerte lluvia y estar al volante en una situación así no era una buena opción. Los fuertes sonidos de las balas se escuchaban hasta más no poder y ninguno logro dañar al dúo de dentro de este

Al menos habían logrado perderlos.

Pero...

No tenían casa, su esposo había muerto y no podían volver a la cuidad en donde vivían.

—¿Estás bien, Lix?—. Hablo la progenitora con notable nerviosismo en su voz.

Aquel pequeño solo asintió con la cabeza, estaba asustado.

—No te preocupes, estamos a salvo.

Estarían mejor en Australia.