|𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆|

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 Louis conoció a Harry en su primer año de preparatoria, cuando un bonito chico de orbes esmeralda y mejillas sonrojadas se lastimó el tobillo bajando las graderías del gimnasio, siendo atrapado por el castaño, que lo llevó inmediatamente a la enfermería, acompañándolo en todo instante. Y a pesar de la situación, no pudo evitar observar la peculiaridad del chico, la preciosa falda lila que llevaba  resaltaba la porcelana piel, la casi inexistente capa de labial en el chico lo dejaron hipnotizado. Desde ese día comenzaron a salir, como amigos por supuesto, conociéndose el uno al otro, la madre de Louis y sus hermanas adoraban al rizado, era una persona tan autentica, tierna, alguien a quién quisieras proteger de todo el mal en el mundo. Al pasar un año siendo los mejores amigos lo inevitable se dio, ambos cayeron por el otro, fue en el cumpleaños número 15 del rizado cuando Louis le confesó sus sentimientos, siendo correspondido. 

¿El problema? El problema eran los padres de Harry, no detestaban a Louis, sin embargo nunca lo dejarían salir con alguien "inferior" monetariamente hablando, sin importar si era lo que hacía a su hijo feliz. Los primeros años fueron muy difíciles, y no los mal entiendan, su relación era hermosa  pero a  puertas cerradas, no se podían dar el lujo de que los vieran en la escuela juntos y le informaran a los padres de Harry. A pesar de los problemas se mantuvieron fuertes, aguantando por el otro, por el amor que se tenían, uno que no todos lograban encontrar. 

Siempre recordara cuando en el primer aniversario de su relación, ambos se entregaron completamente, fue uno de los momentos más preciados de su vida, como aquella piel porcelana brillaba con la luz de la luna a causa de la desnudez y las gotas de sudor que corrían por el cuerpo del rizado, era la imagen más preciosa que nunca jamás alguien podría observar. Los pequeños gemiditos que soltaba su boca del placer eran música para sus oídos, estaba tan enamorado, tan perdido en aquellas sinuosas y tiernas curvas, fue un momento único que atesorarían siempre.

Cuando Louis se graduó de la preparatoria, con los ahorros que tenía compró un departamento, haciendo posible que la pareja tuviera más privacidad y hasta en cierto punto libertad, se amaban tanto que creían que eso era suficiente, pero estaban tan equivocados.  Llevaban cinco años de relación, sus amigos, la familia de Louis y la hermana de Harry eran los únicos que estaban al tanto de la relación e iban bien, Harry se gradúo con cuadro de honor de la preparatoria, a Louis le iba genial en su carrera universitaria de medicina con la cual tanto había soñado, todo iba tan bien para ser real. 

Los padres de Harry lo habían comprometido a sus diecinueve años con algún otro empresario, creando un vinculo que beneficiaria a la compañía de los Styles, fue tan duro cuando le dijo a Louis, no podían hacer nada, era la voz de sus padres contra ellos,  su relación tenía los días contados, un adiós definitivo para ambos, para ese amor que creyeron indestructible. En ese momento cuando escuchó las palabras salir de su hermoso rizado, aquel con las lágrimas corriendo por esos ojos que tanto brillaban cuando estaban juntos, no podía creer lo inhumanos que eran los padres de su novio, prometiendo la felicidad de este por unos cuantos dólares

Estaba tan harto de aquella mierda, pero aún así fue el pilar por ambos,  en la ultima vez que unieron sus cuerpos, que se dejaron llevar por el deseo carnal, en el momento que  le llegó la invitación a la boda, cuando vio al amor de su vida caminar vestido de blanco hacía alguien más, sabiendo que no se amaban, en todos esos momentos fue fuerte por ambos, por la llama de amor que seguía ardiendo.  Ante todos se mostraba como si fuera hecho del metal más fuete jamás existido, pero solo él sabía la cantidad de noches que derramó sus lagrimas hasta el cansancio por lo injusto que era lo que había pasado con ellos, las noches que bebió hasta perder la conciencia.

Aún cuando todos creían que lo había superado, en su corazón dolía que no recibió un beso de aquel rizado el día que se  graduó de la escuela de medicina. Le dolía pensar en las cosas que pudieron hacer si tan solo hubieran tenido más tiempo, en los lugares que pudieron conocer, todos los sueños que habían construido. Cualquiera podría decir que era un tonto por sufrir de aquella manera una relación de amor adolescente, pero si tan solo esas personas conocieran como era su amor estarían celosos de ello.

𝒏𝒐 𝒃𝒐𝒅𝒚, 𝒏𝒐 𝒄𝒓𝒊𝒎𝒆 || L.S || O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora