No quería vivir

Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado. Su vida ya no tenía sentido, para él todo había terminado. No le importaba morir, según su opinión, era lo mejor para él. Frenó en seco y esperó a que llegase su momento.

De repente, un coche chocó contra él, dejándole así, tumbado en el suelo. Creyó que por fin todo había terminado y antes de quedar inconsciente esbozó una sonrisa. Sin embargo, volvió a despertar en el hospital. Semanas después, se encontró su cuerpo a las puertas de una iglesia. El chico, desesperado por terminar con su maldita vida, había subido al campanario de aquella iglesia y se había tirado desde lo alto para morir al fin.

Todo el país se enteró que aquel chico había sido atropellado, que había sido muy difícil salvarle y que después se había quitado la vida a sí mismo.

Un tiempo más tarde se dio la noticia de que había habido un accidente en medio de una ciudad y que no había sobrevivido ninguno de los que iban en el coche. La única testigo que había era una señora que había ido a comprar el pan. La señora decía que era un día muy normal, pero que de repente, salió un chico de la nada y el coche se estrelló contra él. Días más tarde la anciana ingresó en un manicomio.

Desde entonces, el alma de este chico va por ahí provocando accidentes de coche y haciendo que la gente se vuelva loca. Ten cuidado, pues tú podrías ser el siguiente.