¿Recuerdas cuando prometiste que me amarías? Yo te creí.
¿Recuerdas cuando prometiste que estarías allí cuando más te necesitara? Yo te creí.
¿Recuerdas cuando prometiste que nunca me dañarías? Yo te creí.
¿Recuerdas cuando dijiste que nunca te irías? Te creí.
Pero no todas tus promesas se cumplieron. Sólo una lo hizo.
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La pelirroja habia estado llorando por horas, el recordar aquel momento la hacía derrumbarse nuevamente, no le gustaba recordar.
Pero lamentablemente lo hacía.
Recordaba cada detalle de ese día.
-¿Por qué no lo cumpliste?- Murmuró Cheryl para sí misma, mientras las lágrimas se derramaban libremente por sus mejillas.
La morena se había levantado antes que su esposa, debido a que había sentido un dolor de cabeza increíble, Toni sabía que era debido a su enfermedad, la cual avanzó demasiado rápido.
Su nariz comenzó a sangrar, pero no hizo ningún sonido para no despertar a Cheryl.
Se dirigió al baño y tomó un trozo de papel, presionándolo en su nariz.
Después de parar el sangrado, Toni volvió a la habitación y se acomodó en la cama de tal forma que podía ver a su esposa dormir.
Le pareció la imagen más linda que pudo haber visto.
Sacó aquellos mechones de su pelirrojo cabello que caían libremente por su cara, haciendo que Cheryl frunciera el ceño en sus sueños.
-Creo que no podré cumplir la promesa Cher.- Murmuró la morena con una sonrisa triste, mientras acariciaba la mejilla de la pelirroja. -No podremos terminar nuestra semana juntas.
Y Toni tenía razón.
-¿Cher?- Veronica había ido a ver a su mejor amiga, sabía el estado en el que se encontraba y era consciente que no estaba nada bien.
Claro, ¿Quién estaría bien si acaba de perder al amor de su vida?
Veronica intentó abrir la habitación donde dormían Toni y Cheryl. Aunque ahora sólo sería la pelirroja. No lográndolo, decidió tocar la puerta.
-¡Vete Ronnie!- Gritó Cheryl del otro lado de la puerta, pero la otra chica no cedió.
Veronica decidió quedarse en la casa de la más pequeña ya que le preocupaba su estado, mucho.
Cheryl seguía sollozando contra la almohada, sentía dolor, demasiado dolor.
Sentía dolor porque había perdido a la persona que ama.
Cheryl se sentía vacía. Vacía porque había perdido a su alma gemela.
Había perdido a Toni.
-No está muerta, no está muerta, no está muerta.- Decía repetidamente la pelirroja, en un tono de voz muy bajo.
Cheryl quería creer que su esposa no había muerto.
Y vaya que lo logró.
Así se la pasó por horas, se murmuraba cosas a ella misma que a veces no se podían entender.
Pero entre ellas estaba aquella frase "Ella no está muerta".
Y esa frase la tuvo durante un buen tiempo.
-¿Tienes hambre?- Cuestionó Cheryl con una sonrisa, la más baja negó con la cabeza y se acercó a la castaña, abrazándola por la cintura.
-No me siento tan bien.- Admitió Toni mientras apoyaba su mandíbula en el hombro de Cheryl.
Cheryl no dijo nada.
-¿Cher?- Llamó Toni a su esposa, la cual estaba cabizbaja.
Cheryl se abrazó a Toni rápidamente, escondiendo su rostro en el cuello de su esposa.
-No me dejes, por favor.- Murmuró Cheryl.
-Cher..- Toni comenzó a hablar, pero no sabía qué decir en realidad.
Ambas se quedaron abrazadas por varios minutos, hasta que la más alta rompió el silencio.
-Te amo.
Cheryl lloró.
Cinco horas después de lo sucedido, ya eran las nueve de la noche.
Ninguna de las dos chicas decidió hablar sobre lo que había pasado.
Estaban acostadas en la cama, Cheryl leyendo, Toni mirando a su esposa.
¿Quién diría que una enfermedad te arruinaría absolutamente todo?
Toni sabía que moriría, también sabía que sería pronto, muy pronto.
La morena era consciente de que Cheryl no dormía, porque sabía que la pelirroja se quedaba observándola por horas.
Cheryl siguió leyendo su libro, hasta que decidió que sus ojos ya no podían más, antes de poder echarse a dormir, se quitó los lentes que usaba para la lectura y acomodó su almohada.
Apenas la pelirroja apoyó su cabeza en la almohada, Toni habló.
-Quiero hacerlo.- Cheryl frunció el ceño.
-¿A qué te refieres?
-Sabes a lo que me refiero.
-Toni..
-Es una última vez.- Cheryl se sentó en la cama, mirando a su esposa.
-No digas eso, TT.
-Por favor.
Finalmente Toni ganó.
Al día siguiente Toni le pidió a la pelirroja ir a la playa, uno de sus lugares favoritos.
El último lugar donde estarían juntas.
Estuvieron ahí, riendo por los chistes que se contaban. Se la pasaron así por horas hasta que ya eran las cuatro de la tarde aproximadamente.
En ese momento el mundo de Cheryl se derrumbó.
Toni sólo durmió, para no despertar jamás.
Cheryl no lloró en ese momento.
Toni no pidió perdón.
Cheryl se sintió vacía.
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»»—No todas las historias de amor tienen un final feliz, y aveces los "para siempre" simplemente no se cumplen.—««
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Empty || Choni
Short Story❧Me siento vacia❧ ||Choni Adaptacion|| [Crédito a su escritora original: @cubxnplanet.] Historia corta.||