✦ 𝐛𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭 ⸺ 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟎𝟓

12 1 0
                                    

Celestia
Pase de largo, justo al lado de Amber, quería que la ignorara, que no le pusiera un dedo encima, eso hice. Durante toda la semana no hablé con ella, alguna que otra vez me giré a mirarla, por que es una mujer digna de admiración.

—Hola Katerina, al final, ¿Qué tengo que llevar a la fiesta? — La mire desde mi altura con una sonrisa en la cara, parecía el tipo de mujer con la que cualquiera caería, menos aquella bajita a la cual acababa de ignorar. Tuve ganas de hablarla pero no voy a permitirme ser rechazada de nuevo, ¿Vendrá a la fiesta de Katerina? Me gustaría verla allí, como he dicho antes es digna de admiración.

— Hola Celestia, y la respuesta a tu pregunta es no, todo esta pagado. Además aunque hubiese que llevar algo a una belleza como tu no le dejaría llevar nada. — Me miro de arriba a abajo y yo simplemente asentí quitándole importancia a lo que decía, me parecía guapa pero simplemente eso, no me gustaba de una forma sexual.

Me despedi de katerina rapidamente depues de intercambiar alguna que otra palabra con ella, estaba deseando que llegara su fiesta, no por ella claramente. Mientras caminaba hacia el coche decidi que iria a visitar a mi vecina esta tarde.

Me subí al coche con Adra, me encantaba follar con ella, además de que nuestra relación era bastante sencilla. —Oye adra, ¿vendrás conmigo a la fiesta de Katerina? — la miré un segundo y seguí con los ojos puesto en la carretera.

— Mmm puede, no sé si tengo algo que hacer esa noche. — aparque enfrente de su casa y levante una ceja ante su respuesta. — Vale, me avisas si vas y si tengo que pasar a por ti.

— Genial, nos vemos. — mi miro un segundo, sonrío y se fue. Lo dicho me gusta la relación que tengo con ella, no se molesta con cualquier cosa y tampoco es celosa.

—Ahora a joder a mi preciosa vecina— me dirigí lo más rápido que pude hacia mi vecindario, creo que me lo voy ha pasar bien esta tarde. Me baje del coche y me dirigí hacia la casa de enfrente.

Llame al timbre y salió la señora que me abrió el otro día, creo que no me llego a decir su nombre así que no tengo ni idea de quién es. — Perdona, ¿está Amber?

— Oh si claro muchacha, está en su habitación, puedes subir. — asentí, entrando en la casa y subiendo las escaleras de dos en dos, abrí la puerta y vi a Amber leyendo un libro que por la portada ya sabia que no era una historia de manitas y besos en la mejilla.

— oh vaya la puritana, leyendo porno... creo que Dios no estará muy feliz contigo. — ahora mismo estaba planteándome por que he decidido venir hasta aquí, pero con las vistas que tengo estoy más que feliz de haberlo hecho.

— ¿Pero que...? ¡¿SE PUEDE SABER QUE HACES AQUÍ!? — su mirada furiosa me hizo reírme, era gracioso verla enfadarse con el mínimo contacto que recibía de mi, sobre todo ver como sus ojos tenían ese brillo cada vez que me veían.

— Uno a mi no vuelvas a gritarme niñata, segundo venía a pedirte si podías darme nuestro horario completo, solo me han dicho algunas clases y he tenido que estar siguiendo a los demás para poder encontrar las clasecitas de los cojones.—

La mire expectante por su respuesta pero únicamente se levanto se dirigió hacia su mochila, saco un papel y me lo entregó.

— Aquí tienes tu horario Celestia. Ahora por favor márchate ya sabes lo que pienso de ti y de tu presencia en mi casa.— Respire mas alto de lo normal, que mierda le pasaba a esta niñata conmigo, ok vale, le comí la boca nada mas conocernos y es religiosa de cojones.

— Vaya en tu casa, ¿no te enseñan modales o que? Amber, simplemente me echas de tu casa por un malentendido. Sabes, puede que no te gusten las lesbianas, pero eso no significa que no merezcan respeto, aun que claro a tu religión el respeto, los gustos y cualquier cosa que se salga de la norma deja de ser bueno y pasa a ser diabólico. — La mire con el mayor desprecio que pude.

— ¿Has terminado? Por que si es así, puedes irte ya, estas haciendome perder el tiempo, mi religión no tiene nada que ver contigo, asi que lamentablemente tu opinión no es algo que quiera y mucho menos la he pedido.—

Joder con la mojigata. Ahora si que me habia tocado la vena sensible, no he luchado tanto en aceptarme para que venga la tia esta a insultarme.

— ¿Quieres que me vaya? — dije acercándome a ella y dejando el papel que anteriormente me había dado, yo no soy de las que grita por gritar prefiero joder a las personas tragándose sus propias palabras y así se lo iba a hacer ver a Amber.

Cuando la vi predispuesta a responderme, alce la mano y la pose en su mejilla, roce mi dedo con sus labios y ella parecía perdida entre un debate interno. Quise besarla, hacer que dejará de temerle a algo como el sexo, la pasión, el deseo. Quise quitarle de la cabeza su religión, sus costumbres por un momento, en cambio solté.

—Bien, me iré.— Le di un beso en la mejilla, agarre el papel y me fui, era inútil pensar que iba a seguir rogándole. Aunque al mismo tiempo, había algo en mi que me pedía que la retara, que rompiera sus limites.

Abrí la puerta de su habitación y me fui, me importaba poco lo que pasara por la cabeza de Amber en estos momentos, me había dicho que no y iba a respetar su decisión.

Baje las escaleras a toda prisa, me despedí rapidamente de la señora que me abrio la puerta supuse que era la madre de Amber aun que esta no se parecía ni en lo mas mínimo a la morena.

Necesitaba un cigarro, nada más salí de aquella casa, me lo encendí. el humo entro en mis pulmones y me relajo un poco, sabia que Amber tenía problemas con su religión, pero ¿A que precio esta pagando ser tan estricta con todo esto?

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¿QUE OS HA PARECIDO?

Debo admitir que el personaje de Amber me resulta muy complicado de entender y que aun que me encantaria escribir mas sobre ella y Celes, creo que no están preparadas para que ocurran cosas entre ellas.

¿Creéis que Katerina tenga algo que ver en todo esto?

❂⸺❛bright❜     ✧ 𝐤𝐡𝐮𝐰𝟖𝟗𝟒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora