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Se estiró en su sitio y apagó la switch viendo que ya eran las ocho de la tarde, hora a la que siempre iban a la plaza ya que no había nadie y hora a la que Kuroo lo había citado.

Se terminó de atar las zapatillas y le echó un vistazo a la pantalla del móvil, solo tenía notificaciones de twitter y de youtube. Salió por la puerta de su casa y se encaminó por la carretera desierta.

La plaza no estaba ni muy cerca ni muy lejos de su casa, cosa que la hacía perfecta. La primera vez que fue allí tenía 9 años, Kuroo lo llevó a jugar con él ya que estaban de vacaciones, se enamoraron del sitio por lo que empezaron a ir allí regularmente, también empezaron a llevar allí a sus amigos cercanos, en su caso Akaashi y Hinata y en el caso de Kuroo a Bokuto.

La plaza estaba al lado de una vieja iglesia la cual, sinceramente, no sabía si seguía en funcionamiento, por eso la apodaron la plaza al lado de la iglesia. La primera vez que llevó a Hinata y a Akaashi llevaron croquetas para comer por lo que decidieron apodarla la plaza de las croquetas.

Siguió vagando en sus pensamientos hasta que llegó, allí divisó la figura de Kuroo en uno de los bancos, estaba encorvado con su móvil y una bolsa en una mano. Se acercó a él y lo saludó.

-Hey Kuroo- este levantó la cabeza y vio con una sonrisa al recién llegado.

-Hey Kenma, justo a tiempo- como siempre, Kuroo llegaba antes que él.

El teñido se sentó al lado del pelinegro.

-El clima es bueno hoy no?- el mayor intentó comenzar una conversación.

-Supongo, el cielo es bonito pero en realidad tengo calor.

-Eso es porque llevas ropa larga, te dije que comprarás más corta.

-No me gusta la ropa corta.

-Pero tampoco te gusta sudar.

Tenía razón, lo odiaba.

-Kuroo.

-Dime- respondió el pelinegro viendo la nueva notificación en la pantalla de bloqueo de su móvil, era un mensaje de Bokuto diciendo 'buena suerte bro, abre las alas y vuela gatito'.

-Me acabo de dar cuenta de que me olvidé en la mesa de la cocina los sándwiches que hice.

El mayor estalló en carcajadas, Kenma se unió poco después, la risa de Kuroo era contagiosa.

-No pasa nada ken, cuando volvamos puedo quedarme en tu casa y así nos los comemos.

-Eres como un virus, ¿siempre te auto-invitas a casa de los demás?

-No, solo a la tuya, a la de Kai, a la de Yaku y a la de Bokuto.

-Me lo imaginaba, supongo que Yaku te echa a patadas.

-Supones bien.

Después de otra ronda de risas los dos se quedaron en silencio, viendo el sol ponerse.

-¿Qué hay en la bolsa?- preguntó de repente el bajo, Kuroo recordó entonces el plan que había preparado con un poco de ayuda.

-Es para ti, un regalo- casi se rio cuando vio la cara de desconcierto del chico a su lado.

Kuroo le tendió la bolsa, el otro la cogió con cara de duda, entonces sacó lo que había dentro. Era un sobre de color azul y blanco.

-No te va a morder Kenma- las palabras del capitán del nekoma le hicieron abrir el pequeño sobre, sus ojos se ensancharon cuando sacó lo que había dentro.

Se trataba de un llavero de madera clara, este tenía un código de spotify grabado.

-Kuro-

-Nada de Kuroo- interrumpió el mencionado -escanéalo.

Así lo hizo, Kenma entró en la aplicación de música y escaneó el código que había en el llavero, la canción que empezó a sonar hizo que sus ojos se llenasen de lágrimas.

https://open.spotify.com/track/1EzrEOXmMH3G43AXT1y7pA?si=O8c1hzU6RomHqWAmdJg9Pw&utm_source=copy-link&context=spotify%3Aplaylist%3A37i9dQZF1DWTwnEm1IYyoj&dl_branch=1

-Yo...hace poco tiempo que me di cuenta de mis sentimientos hacia ti, siento de verdad el haberte hecho sufrir esa semana pero era por eso precisamente por lo que me alejé, quería descubrir si lo que sentía por ti era amor o un simple cariño de amigos. Sé que no es excusa par haberte hecho daño, lo siento. También sé que no sientes lo mismo que yo pero quería decirte que aún así soy tuyo, te amo, eso no va a cambiar yWOW KENMA POR QUÉ LLORAS?

Efectivamente el teñido estaba hecho un mar de lágrimas y es que nunca se habría imaginado que pasaría algo así.

-Idiota- hizo una mueca cuando escuchó su voz quebrada. -yo también te amo, lloro por la emoción, no pensé que corresponderías mis sentimientos, tú...abrázame, por favor.

Kuroo no lo pensó más y estrechó con todas sus fuerzas a la pequeña figura de Kenma entre sus brazos mientras los dos lloraban.

Pasados los minutos ambos habían dejado de llorar, sin embargo ninguno se separó.

-Kenma, se está haciendo tarde, deberíamos volver- dijo el mayor con la voz ronca por haber llorado.

-Solo un poco más.

-¿Se siente bien?

-Si, hueles bien.

-¿A que huelo?

-A casa.

Si, Kuroo se echó a llorar de nuevo.

Los dos estaban en casa, en los brazos del otro, no les importaba nada más en ese momento.

𝙁𝙚𝙚𝙡𝙞𝙣𝙜𝙨 || 𝙠𝙪𝙧𝙤𝙠𝙚𝙣 𝙨𝙤𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙢𝙚𝙙𝙞𝙖 𝙖𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora