Dos Viejos Comiendo Sopa

En un pueblecito de Zaragoza llamado Fuendetodos dos hombres llamados Francisco y Simón iban difundiendo rumores sobre el resto del pueblo, pero eso no era todo. Ellos iban distribuyendo mentiras que hacían que que las personas supuestamente culpables de los hechos acabasen torturadas y en la mayoría de ocasiones muertas. 

Estos dos hombres contaban historias inventadas de robos, secuestros e incluso asesinatos para que mientras los supuestos causantes de los destrozos son castigados, ellos estén disfrutando de las torturas como si fueran un espectáculo de circo mientras se comían un gran plato de sopa. Pero un día llegaron a un punto inadmisible, normalmente ellos se inventaban la historia que contaban, pero ese día Simón mató a un hombre con sus propias manos, pero cometió un error mató al hombre en un callejón al lado de la mansión de un noble, y cuando el sirviente bajo la basura este encontró el cadáver y vio como Simón se marchaba como si nada, el sirviente llamó a su amo y avisó a las autoridades. 

A la mañana siguiente se buscó a Francisco y a Simón por todo el pueblo y a la noche no eran Simón y Francisco los que comían sopa viendo desdichas como si de un cine se tratara sino que eran el noble y el sirviente los que comían sopa mientras se reían de la lenta y dolorosa muerte de los dos aldeanos.