}∞° prólogo °∞{

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Era de noche, en otra de las redadas de los dragones.

La luna brillaba expectante a todo el caos de fuego, humo, madera y una batalla que le avia tocado observar por siglos y generaciones enteras.
Así que decidiendo qué ya tenía suficiente, prefirió alumbrar más que otros beses para tratar de encontrar algo con su luz, logrando divisar algo interesante.

Un niño de ¿cuanto? ¿6-7 años hiba corriendo asía el bosque lugo de que unos dragones atacaran cerca de su casa y el fuera echado por su tío y otros pobladores, para que ellos pudieran pelear y el esté "a salvó" (claro que el sabía que más bien era una excusa para que no estorbara en la pelea, pero igual hizo caso).

Ahora se encontraba corriendo por el bosque sin dirección alguna tratando de huir de todo el fragor de la batalla. Sólo quería estar solo y seguro en algún lugar del bosque.

O al menos esas fueron sus intenciones antes de notar que estaba perdido en las profundidades del gran cúmulo de árboles y arbustos. Sólo logro asustarse un poco más pero se relajó al ver que, técnicamente, logro llegar a un lugar "seguro".
Puede que no supiera donde, pero era seguro así que eso era lo de menos.

Al menos pensó eso asta que logró oír algo entre la oscuridad de los árboles. Se acercó al ruido bastante curioso de lo que fuera a hallar.

Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que era un dragón no muy grande, tan negro que no lo notó asta que estuvo muy cerca y apunto de pisarlo, era como una lagartija aplastada con alas tan grandes como su cuerpo, patas no muy largas pero fuertes y de tamaño considerable, un poco más grande que un terrible terror y muy magullado con claros vestigios de batalla.
También parecía estar inconsciente.

Hiccup no savia que tenía que haser, savia que los dragones eran malos pero el no se veía amenazante, más bien estaba muy herido e indefenso, parecía sólo una cría por su tamaño y tomando en cuenta su aspecto no era un terrible terror como para ser así de pequeño por naturaleza.
A final de cuentas, su estado no lo dejo ser capas de abandonarlo en ese estado y acumulando toda la valentía que pudo agarró al dragón en su flacuchos brazos y lo cargo imaginando que era un gato o lagarto muy grande.

Se lo llevó a una parte con agua del bosque donde se encargó de lavar sus heridas y desinfectarlas, para después romper parte de su ropa y así crear vendas para la negra criatura.

Justo mientras ajustaba una de las improvisadas "vendas" el dragón pareció reaccionar y rugió algo fuerte de dolor, Hiccup decidió ser más cuidadoso y no vendarle con tanta fuerza.

Para cuando finalmente avía terminado de curar al dragón la batalla pareció apaciguarse un poco, por lo que Hiccup fue esta donde salía más humo con la "lagartija" en brazos, claro que en lugar de presentarse con el en brazos lo dejo medio escondido en la parte del bosque que está detrás de su casa.

Después de presentarse y mostrar que estaba sano y salvó lo volvieron a dejar en su casa mientras que su padre, ahora seguro de que su hijo seguía vivo, se fue a ver cuántas habían sido las pérdidas. Lo que le vino de perlas para escabullirse detrás de su casa y meter al dragón en su habitación sin que alguien se diera cuenta.

~Aurora~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora