.╬。☬◕ Cap2: Inicio ◕☬。╬.

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De nuevo.
Una noche de batalla.
Fuego y armas por doquier.
Cuánto más duraría esto?
Mucho, por lo visto.

O tal vez no.

Un joven de ¿cuánto? ¿15-16 años? Corría quitando ramas y maleza de su camino .

De nuevo estaba escapando de los dragones.

O bueno, mejor dicho, de uno solo, para se exactos un Pesadilla Monstruosa.

¿Por qué? Se preguntarán

Pues es fácil

El sabe bien que los dragones (o al menos la mayoría) no eran simples bestias que atacaban por el gusto de acer el mal, sino que algo (mejor dicho, alguien) los obligaba a traer tanta comida como pudieran, sea lo que sea y a cualquier costo.

Y como ellos estaban relativamente cerca, no encontraron mejor solución que robarles la comida.

Por lo que ellos tenían que criar al ganado, los dragones se lo llevaban y ella se daría un festín.

Hipo quería cambiar eso, pero sabía que era imposible parar una redada que existía desde la época de sus ancestros, por lo que ayudaba indirectamente, aunque eso siempre lo metía en más problemas de los que se podía safar.

Por lo que está vez, salió con su “arma-maquina” (ya que se le dan pésimo las de verdad) a causar algún que otro destrozó y evitar que maten a más dragones de la cuenta.

Claro que no se espero que el Pesadilla Monstruosa apareciera justo detrás suyo, asiendole fallar el disparo.

Vio aquello a lo que le avía dado, caer, inmediatamente se dio cuenta que derribo un dragón por accidente, quiso ir, pero primero tenía que desacerse del dragón rojo que ya estaba en posición de caza y produciendo sonidos guturales como diciendo «hoy me daré un festín».

Hipo se dio la vuelta de manera lenta y temerosa, ya que por más que supiera mucho de dragones y haya estado en "contacto" con uno por más 2 años, eso no significaba que todos los dragones lo tratarían de la misma forma, pues ni le conocían.

Una vez estuvo de frente al dragón, se alejo de manera lenta de la máquina, le quedó mirando fijamente a los ojos y dejó sus manos a la vista, a un lado de su cabeza, trataba de verse loas tranquilo y natural posible, no tenía que permitir que se diera cuenta que estaba aterrado y con un miedo de cagarse en los pantalones.

Quiso decir algo en drakonés, la lengua de los dragones, pero antes de que pudiera decir algo en desorden o morderse la lengua un fuerte estallido sonó en alguna parte por la explicación de una casa a causa de un Cremayeruz.

El dragón rojo se puso en alerta al oírlo, las pupilas de sus ojos se alargaron aún más (si es que eso fuera posible), luego rubio fuertemente y lanzó sus características llamaradas por la boca.

Hipo solo echo a correr pegando un grito para nada vikingo y quedó en la misma situación en la que empezamos.

Sabía que no podía contra el dragón, por más que intentará.

No es que no fuera fuerte, eso lo superó tras toda una vida en la forja y por más que nunca superaría a su padre, al menos podría igualar a alguien de su edad (tal vez a duras penas pero lo aria, nunca se dispuso a comprobarlo).

El problema estaba en que no savia nada sobre pelear, ni con humanos ni con dragones.

La primera por qué no avía quien le enseñará a pelear como corresponde (ya que bocón no era una opción) y tampoco podía aprender mucho de los golpes que recibía, todos simplemente eran dolorosos y no se podía poner a pensar con todo ese dolor.

Lo otro es más que obvio.
El nunca le aria daño a un dragón por más tenga que hacerlo para salir de peligro y resguardar su vida (hecho un poco tonto pero cierto y  muy válido para el).

Siguió corriendo por su vida un poco asta que se calló por alguna cosa que no tuvo tiempo de ver entre la tierra y se oculto detrás del árbol más cercano posible.

e-espera! Por favor!

Hablo en su idioma para acegurarse de que lo entendiera.
Mientras, el dragón se desconcertó por el echo de que el simple humano no-tan-vikingo supiera su idioma y pudiera hablarlo tan naturalmente como un verdadero dragón.

que y quién se supone que eres‽

Demandó el Pesadilla Monstruosa con intriga y sorpresa.

Hipo solo salió despacio y tratando de no hacer movimientos muy bruscos de su escondite.

– y-yo... yo soy un humano...eh.. soy Hipo, Hipo Habadok, pero solo me dicen Hipo

– y como un simple humano como tu puede saber hablar cual dragón?!

El Pesadilla Monstruosa tenía los ojos entre cerrados fijos en el, viendo y analizando cada aspecto suyo. Hipo se dio cuenta de esto y no pudo evitar el recorrido de escalofríos que pasó por toda su espalda y espina dorsal.

e-em… bueno… pues digamos qu-queuh

Hipo no sabía que decir.
¿cómo explicar que convivió con un dragón por más de 2 años cuando era un niño y termino aprendiendo su idioma y costumbres?

Más encima, si aquel lagarto desapareció de un día para a otro sin avisar o dejar una pista de a dónde se a ido, aunque tiene una ligera sospecha.

pues yo… he… se mucho sobre los dragones… y… digamos que e aprendido mucho se ustedes… i- incluso conozco a uno de ustedes

El Pesadilla Monstruosa los miraba fijamente sin creerle nada, puesto que no confiaba para nada en los humanos, y mucho menos se tragaría una "mentira" tan grande como la de ese vikingo que trataba de excusarse.

Pero tampoco podía evitar lo curioso que era el chico, ya que tampoco tenía la apariencia normal de un vikingo.
Todo en el y en la situación en general era algo muy curioso.

Hipo caminaba despacio hacia atrás dando pequeños vistazos para correr hacia la salida del bosque de ser necesario, mientras el dragón daba lentos y ligeros pasos hacia el con el objetivo de  acercarse de forma intimidante, como cazando. 

– y como yo puedo estar seguro de que dices la verdad?

El dragón siguió acercándose, mirándolo directo a los ojos, minucioso, como buscando en alma y viendo a través de su ser.

– am… bu-eno… yo…… emm

Hipo ya estaba demasiado nervioso como para que se le ocurriera algo.
Excepto bueno, una de sus conocidas alocadas ideas.

– e-esta bien que no conf-fies en mí… solo… d-déjame enseñarte que… no pienso acerté daño

Hipo estaba acercando su mano lentamente al hosico de dragón, mientras las pupilas de el se agrandaban y el miraba la (aparente) delicada mano, sin moverme para aceptar el tacto de forma dudosa.

Desafortunadamente antes de que pudiera decir o acer algo, un martillo paso volando por allí (ya que Hipo avía caminado tanto como para volver a estar cerca del pueblo) y le dio de lleno al dragón, provocando que se enojara y siguiera la persecución.

Hipo corrió por todo el pueblo tratando de esconderse dónde podía, con el dragón a sus espaldas en todo momento y tratando de hablar con el, pero claro que no podía hacerlo con todos los vikingos a su alrededor, el ensordecedor ruido de las armas y los alaridos de los dragones.

A estas alturas
¿Que más se supone que debería de pasar?

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2022 ⏰

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