Llegamos.
Bajamos del avión y mi papá renta un auto para ir en carretera hacia el pueblo donde viviremos.
La nueva casa en la que viviremos es de tamaño promedio, no tan grande, no tan pequeña. Perfecta para vivir tres personas.
Tiene un pequeño jardín que estoy segura que mi madre decorará con flores. Mas específicamente Gardenias, son sus favoritas.
Es de color vinotinto, algo que me agrada, para mi sorpresa.
Es de dos pisos. Tiene unas escaleras para subir al porche.Sin dar más rodeos la casa es bonita.
– ¡Vamos hija sube a ver la nueva casa!–dice con una gran sonrisa mientras que con mi padre empiezan a bajar las maletas, y bolsos de mano.
Agarro mis cosas y salgo del auto.
Abro la puerta, la casa está prácticamente vacía. Qué asco de lugar.
Decido curiosear y subir para ver las habitaciones. Abro una puerta del pasillo y entro.
No está nada mal. Tiene vistas hacia la calle. Es espaciosa. La puedo decorar a mi manera. Tiene un closet relativamente grande, no tengo ni idea de que meteré allí ya que no tengo demasiada ropa.
Dejo mis maletas en la habitación y bajo a ayudar a mamá.
La veo hablando con una señora. Decido no acercarme para no saludar. Trato de pasar desapercibida pero mi madre me llama.
Maldigo para mis adentros.
–Vanya, una señora muy amable vino a traernos panecillos para darnos la bienvenida al vecindario. Ven a saludar–dice con una sonrisa, ¿no se cansa de estar todo el día sonriendo?, como ve que no me muevo de mi lugar, me da una mirada, de esas que si mataran estaría a cien pies bajo tierra. Decido moverme y caminar hacia la puerta y saludar.
– ¿Esta chica tan hermosa es tu hija Rina?–dice entrecerrando los ojos pero aun así manteniendo una sonrisa amable.
– Si Sandra mi hermosa Vanya– el halago estaba de más, pero entiendo que quiere encajar, ¡que ridículo!
–Mucho gusto– digo con una sonrisa fingida. Claro está en que no se da cuenta de ello.
–Que linda, ¿Qué edad tienes?– pregunta con curiosidad.
¿Qué le importaba? Aun así guardé mi comentario para mí y respondí con calma:
– Tengo 16 años, señora– digo con toda la gentileza que puedo, al fin y al cabo no me está tratando mal, más bien lo contrario.
– ¡Que sorpresa! mi hijo menor tiene tu misma edad, tal vez te toca en su misma clase, como están a mitad de año le diré que te pase los apuntes, de clases anteriores. –dice con una sonrisa... La gente aquí sonríe mucho por lo que veo.
–No creo que sea necesario señora pero igual gracias.
–Ay cariño no me digas señora me hace sentir vieja, llámame Margot. – dice con una mueca en la cara.
Mis ojos detallan a Margot, mientras esta habla con mi madre de otros temas los cuales no me interesan. Tiene el cabello negro azabache con algunos cabellos blancos platinado que se puede hacer pasar fácilmente por unas mechas hechas en la peluquería, unos ojos de color marrón que conservan un brillo algo extraño, delgada, no debe pasar de los 47 años. Viste unos pantalones de tiro alto color negro, y una camisa blanca suelta, muy elegante.
Me fijo detrás de su cabeza y veo la casa de al frente, igual a la nuestra solo que de color azul oscuro, que al parecer es la casa de la vecina.
Veo a un señor peliblanco cruzando la calle para venir hacia acá.
– Hola, ¡Buenas Tardes! –dice al llegar con una radiante sonrisa, ¿será familia de la señora? Los dos tienen una sonrisa que me llega a irritar.
– Hola, estaba dándole la bienvenida a los nuevos vecinos se mudaron hoy. –dice Margot. – ¡Oh! Que maleducada, él es mi esposo, Chris Stuart. –presenta.
Mi madre lo saluda, yo solo lo miro con desconfianza, estos señores tienen algo que no me hace confiar.
Nada más le miro le saludo con la mano.
–Ellas son Rina y Vanya Vólkov vienen de Rusia. –Dice alegre Margot– Vanya tiene la edad de Thomas, va a estudiar en el instituto del pueblo. ¿No algo muy bueno? Así Thomas empieza a hacer amigos, en vez de quedarse en casa todo el tiempo– dice eufórica.
– Lamento si mi esposa les ha incomodado es algo alegre. – dice riendo, Margot ríe y toma al señor Chris de la mano.
–Bueno será mejor que las dejemos instalarse. Fue un placer, cualquier inquietud estamos al otro lado de la calle. Nos vemos luego– dice.
Mi madre se despide y ellos cruzan la calle tomados de la mano y riendo. Algo en ellos me produce inquietud.
Entro a la casa con mi mamá detrás. Veo a mi padre sentado en sillón tratando de sacar el candado a las maletas.
–El camión con nuestras cosas vendrá mañana en la mañana. – nos informa.
–No confío en ellos. –le digo a mi madre. Mientras me remojo los labios.
– ¿En quienes?– pregunta papá.
–En los vecinos– respondo– no se, tienen algo extraño, lo presiento.
–Son buenas personas, tal vez estas paranoica ¿si te tomaste los medicamentos que te dejé cierto?–pregunta con preocupación.
Ruedo los ojos
–Si mamá, –digo con fastidio– me viste tomándomelos.
–Bueno, entonces no tienes por qué sentir desconfianza– dice tomándome la cara con las dos manos, odio cuando hace eso. –sabes que lo hacemos por tu bien, eso hace que no tengas la necesidad de dañar a nadie. Te amo, tu padre y yo lo hacemos mucho, todo es para protegerte. – dice dándome un beso en la cabeza.
Yo asiento con cansancio, me quito sus manos de mi cara y subo las escaleras hacia mi nueva habitación.
Mañana nueva escuela, nuevas personas que me verán como la loca con esquizofrenia.
Reviso la hora y veo que son las 9 de la noche, ¿Por qué todo pasa tan rápido? Me estoy hundiendo mucho en mis pensamientos.
Me meto en el baño el cual por cierto no está mal, tiene una tina y una ducha. Espero a que salga el agua caliente y me doy una ducha rápida para después ponerle unos shorts cortos de color negro y una camisa grande vieja. Me cepillo los dientes. Y me acuesto en el colchón que mi papá me puso en el piso. Espero que el día de mañana no apeste como el de hoy.
*******
Hola.
Wow tenia tiempo que no actualizaba. Tenia algunas responsabilidades que debía cumplir antes de meterme de adentro a escribir. Tengo que admitir que este capítulo ya lo tenía listo desde hace meses, pero siéndoles sincera no me sentía del todo segura en seguir la historia. En sí, no me sentía conforme. Hasta que una amiga me dijo que le estaba encantando la historia y que la había dejado con la intriga de lo que iba a pasar. Eso me subió los ánimos y pues aquí estamos.
Espero que les haya gustado el capítulo y lo hayan disfrutado. Trataré de actualizar pronto.
No se olviden de votar, y si quieren, compartir la historia. Se los agradecería mucho.
XOXO
Pau.
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Vanya ©
General FictionEl mundo no es como crees ¿Estás viviendo la realidad o la simulación? Todos los derechos reservados©