Capítulo 11

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El grupo avanzaba en dirección de la estación de tren, durante el trayecto decidieron aprovechar para conocerse mejor ya que solo se conocían por nombre, en especial a princesa y hada.

—Entonces tu te llamas Iida Tenya —Lala veía al peli-azul que asintió—. Y tú, Izuku Mirrodiya —viendo al peliverde que quedo en blanco al escuchar como lo llamaron.

—M-me llamo Midoriya, n-no mirrodiya —aclaro con una gota de sudor mientras Uraraka intentaba ocultar su risa.

—Entiendo, lo siento, no era mi intención.

—E-esta bien, es la primera vez que me llaman así de todos modos —soltando un corta risa.

—Pero entonces como te debo llamar, ¿Izuku o Deku? —Lala tenia un dedo en su mentón mientras parecía pensativa.

El rojo se apodero del rostro de Midoriya tras ser llamada por su nombre —¡D-d-d-deku esta bien! —respondió cubriendo el rostro con ambas manos.

—¿Qué le pasa? —cuestiono King confundido ante las reacciones del peliverde.

—No lo sé, pero parece que se pone muy nervioso cuando Lala le habla —respondió Uraraka.

—Disculpen —Iida llamo la atención del grupo—. Tengo un poco de curiosidad, el profesor dijo que ambos son extranjeros que vienen de Inglaterra —viendo a la pareja.

—Si, por qué —cuestiono King.

—Bueno, es solo que quería saber un poco más sobre ustedes, después de todo lo único que sabemos de ambos es su nombre —aclaro acomodando sus lentes. 

—Es cierto, no nos dejaron preguntarles nada por las pruebas —apoyo Uraraka.

—Ahora que lo dicen, a mi también me gustaría saber más de ustedes —Midoriya también se unió—. Podemos...

—Claro! No hay problema, ¿verdad? —respondió la princesa viendo a su prometido que asintió tranquilamente. 

Iida fue el primero en hablar —Podemos saber de que parte de Inglaterra provienen —cuestiono bastante curioso

King se quedo pensando por unos momentos antes de responder —Se podría decir que yo vengo del campo —recordando sus días en el bosque de las hadas.

—Enserio, entonces eres un chico de campo —cuestiono Midoriya.

—Sí, casi toda mi vida ha sido en el campo, aunque que si pase un tiempo en una ciudad —recordando su tiempo en Liones.

—Oh! Y tu de donde eres Lala-san —cuestiono Ochaco.

—Bueno, yo si crecí en una ciudad, pero casi todo el tiempo me la pasaba en casa —recordando su tiempo en el palacio imperial.

—Acaso no te dejaban salir —cuestiono el hada curioso.

—No exactamente, mis padres "trabajaban" mucho, en especial mi padre, así que casi no estaban, entonces decidieron que era mejor que me educara en casa y siempre me dejaban a cargo a alguien para que me cuidara.

—Ya veo, seguramente se preocupaban mucho por ti y esa era su forma de cuidarte —comento Iida con un rostro pensativo.

—Debió ser un poco duro el estar sola todo el tiempo y no poder estar con tus padres —comento Midoriya apenado.

—En realidad no, ya que tenía a mis hermanas —aclaro animada.

—¡¿Hermanas?! —dijeron los cuatro sorprendidos.

—Sí. Son mis hermanas menores, solían meterse en muchos problemas por lo que no me aburría del todo.

—Ya veo, a decir verdad yo también tengo un hermano mayor así que entiendo un poco a que se refiere Lala-san —comento Iida con una ligera sonrisa.

Un Hada Entre Héroes Y AliensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora