LOVE COLORS ；hyunmin

↷ ⁞ 𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚 ♡

—¿Me das un beso? —preguntó Seungmin. Era callado pero coqueto, su mano en la hebilla del cinturón gigante de Hyunjin, tirando de él cerca. Seungmin no esperaba que el galante y guapo vaquero apareciera con ese sombrero, con limonada dura y cerveza. Se habían sentado uno frente al otro, con cajas de pizza abiertas en el tocador, hablando mientras Seungmin hacía su tarea.

En persona, Hyunjin era bastante tímido, nervioso o ambos. Se había entregado a la limonada dura más que a la cerveza, y eso mismo le dijo a Seungmin, que no era fiestero. Después de unas horas, Seungmin había decidido dejarlo por la noche, dejándolos a ambos en la puerta. Seungmin quería pedir el beso. ¿Era el alcohol que hablaba o Seungmin había sucumbido finalmente al romance?

Hyunjin le sonrió a Seungmin.

—Eres tan sexy, —dijo Hyunjin, su voz era deliberada, cuidadosa, pero aún arrastraba las palabras. —Quiero decir, todo dulce y sumiso como esto, tan lindo —. Hyunjin intervino y agarró a Seungmin suavemente en cada cadera, inclinándose para besarlo pero esquivando los labios de Seungmin. Sus labios cayeron cálidos y húmedos contra la mejilla de Seungmin.

—¿En la mejilla? —preguntó Seungmin.

Los ojos de Hyunjin estaban vidriosos, y su aliento olía a pizza, limonada y alcohol.

—Te quiero, hermoso. No así. —Él se tambaleó un poco hacia atrás. —Un beso real que quiero recordar—. Él sonrió  tan amplio, como si nunca hubiera sido más feliz. Seungmin sabía que recordaría esa sonrisa para siempre. —He estado soñando con besarte. Lo quiero, —cerró los ojos y respiró hondo mientras se tambaleaba, —perfecto, hermoso.

Seungmin ahuecó su mano contra la mejilla de Hyunjin.

—¿Significa tanto para ti?

—Todo—. La palabra salió casi como un jadeo. No podía haber ninguna duda de que lo decía en serio.

Seungmin agarró la hebilla del cinturón de Hyunjin y los juntó, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Hyunjin y apoyando su cabeza sobre un hombro ancho. Podía sentir el temblor de Hyunjin mientras susurraba contra el cuello del hombre.

—Me haces sentir especial. Sigue haciendo eso, ¿de acuerdo?

Hyunjin devolvió el abrazo, apretado justo en ese momento de vulnerabilidad y luego lo besó de nuevo, húmedo y un poco descuidado, contra la sien de Seungmin. Luego se alejó tambaleándose. Cuando llegó a la esquina, se volvió, se apoyó contra la pared por un momento y sonrió de nuevo, luego desapareció por el pasillo.

Seungmin se volvió contra el marco de la puerta y se golpeó la cabeza contra él.

—Se habría quedado a pasar la noche—. Su voz se calmó. —Le hubiera dejado pasar la noche.

Lentamente se enderezó, respiró hondo y se fue a la cama. Había sido divertido, pero tener a Hyunjin allí significaba que se habían dejado de lado muchos estudios que era necesario hacer. Él tragó saliva. Estaría despierto la mitad de la noche. Había valido totalmente la pena.