❝ Choi Soobin es un alfa, rey de Seúl. No era conocido precisamente por ser un rey amable y comprensivo, sino por su fuerte carácter y por ser uno de los peores reyes.
Tiempo después llega inesperadamente un omega al castillo, cosa que cambia al rey...
— E-Esta bien Hyung — el rubio se sonrojo levemente
— Querías ir al jardín ¿Verdad? — el menor asintió a la pregunta del mayor — Está bien, acompáñame —
Jisung camino hacia el jardín. Yeonjun iba caminando detrás de él, como un pollito siguiendo a su madre, pues el rubio estaba muy pegado al mayor. Ambos llegaron al jardín, el rubio se sorprendió por lo bello que era aquel lugar, todos los colores y animales que habían allí.
— Puede que el rey parezca una persona cruel y fría, pero a él le encantan los colores y los animales — dice él mayor con una sonrisa — El es quien manda a que este lugar esté así de bello .
— Vaya... es hermoso — susurró Yeonjun, pero igual el mayor le pudo escuchar.
Ambos se adentraron más al jardín. Llegaron hasta un lago, donde habían peces y el agua estaba tan limpia, que se podía ver con claridad los animales y plantas que habían dentro del agua.
Jisung y Yeonjun siguieron paseando por extenso jardín, hasta que empezó a llover. Estaban un poco alejados del castillo, por lo que se tardaron un poco el llegar, mojándose.
Cuando llegaron al castillo, el rey estaba allí, frunciendo el ceño y cruzando los brazos, notoriamente molesto.
— ¿Qué hacían allí? — fue lo único que dijo el rey.
— Estábamos dando un paseo — respondió Jisung.
— ¡Están todos mojados! — gritó el alfa acercándose a Jisung.
— U-usted dijo q-que podía ir a-al jardín — habló con timidez el rubio.
— ¿Acaso no notaron las nubes? Era obvio que iba a llover — respondió el alfa, aún molesto.
— ¿Y cuál es el problema? No te vamos a mojar a ti — el de cabello azul le respondió.
— Jisung, mojaste toda tu ropa — seguía reclamando el rey.
— ¿Y qué importa? — Jisung no entendía la actitud del alfa — ¿Acaso estás molesto de que el omega Yeonjun se enferme? — se burló.
— ¿Q-qué? ¡Claro que no! — respondió nervioso, pero aun estando molesto — ¡U-ustedes dos váyanse a sus habitaciones! — gritó fuertemente.
