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Her


15/04/2017

Se levantó treinta minutos antes de lo que debería, pero no pudo evitarlo, se sentía ansioso, nervioso pero también fastidiado.

Todo este asunto de su nueva escuela lo tenía sin saber qué pensar, se preguntaba si haría amigos, si congeniaría con la gente o si ninguno le caería bien.

Pensamientos que solo lo hacían enojarse consigo mismo, porque él no debería estar preocupado por eso, debería darle igual. No necesitaba amigos nuevos.

Al final se decidió por bajar a la cocina y comer lo que hubiera en la nevera, a ver si así podía dormir aunque sea un rato más.

Spoiler alert:  No funcionó.

Después de comer un sándwich sin nada especial se puso a reflexionar en muchas cosas más, entre ellas... Si encontraría a una chica, sí, una chica, para hacer lo que sea, quien sabe, tal vez conseguiría una novia.

Eso lo hizo reír.

¿Pero qué le pasaba? ¿Por qué ahora perdía su tiempo en eso? Sacudió su cabeza ignorando esos pensamientos, dudaba que existiera una chica que pudiera soportarlo. Él era frío la mayor parte del tiempo, e incluso si en algún momento decidía sacar su lado divertido, se iría más rápido de lo que a cualquiera le gustaría. No le gustaba hablar sobre su vida personal (cosa que a las chicas les encantaba), odiaba las películas románticas y él tenía claro que no podía ser cursi. No se veía en una relación, simplemente no. A pesar de que él ya había tenido una relación antes.

"No había ido mal", es lo único que decía cuando por alguna razón el tema de su relación se colaba en alguna conversación.

Pero en ese instante, sentado en el sillón de su sala, se halló él mismo recordando aquella relación que había tenido hace casi 3 años atrás.

10/06/15

¡No, Brad, si no me bajas de aquí ya mismo voy a morir! Y te aseguro que no puedes vivir sin mí —espetó la chica, con seguridad.

—¿A qué te crees que yo no puedo vivir sin ti, eh? —Él rio y por supuesto no la bajó de su hombro.

Brad, voy a contarle a tu madre.

—Vale, vale, ya te bajo, niñata testaruda. —Él cumplió su palabra, la bajó y cuando sus pies tocaron el suelo él la miró con temor y ella con enojo.

¿Así que te digo que moriré y te da igual, pero si te digo que le diré a tu madre, te asustas? Menudo capullo que eres. —No dejó de mirarlo con reproche y desaprobación, él solo rio, y claro, eso la enfureció.

¡Oye! ¿A dónde vas? —No paraba de reír—. Perdóname, ¡no quería ofenderte! Es solo que si le dices a mi madre ella va a lanzarme este sermón sobre que eres la mujer de mi vida y no puedo tratarte así y que debo ser más caballeroso. —Puso los ojos en blanco—. Vamos, dime que me entiendes.

Se volteó haciendo que él casi chocara contra ella.

Bien, eres un capullo y no sé por qué eres mi novio, al menos espero unas dignas disculpas de tu parte. —Se cruzó de brazos. Él parpadeó un par de veces sin entender muy bien a qué se refería con "dignas disculpas". Ella únicamente empezó a pisar el suelo, se estaba cansando de esperar.

He Stole My Heart © #1 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora