La idiota de la escuela me volvió a escupir en la cara, como si no valiera nada, quise golpearla pero me detuve en ese momento, el profesor me suspendió por “rebelde” y no me dejo explicarle.
Que injusta es la vida.
La idiota de la escuela me volvió a escupir en la cara, como si no valiera nada, quise golpearla pero me detuve en ese momento, el profesor me suspendió por “rebelde” y no me dejo explicarle.
Que injusta es la vida.