T B (II)

239. Tratando de convencer al pequeño moño (2)

Ling Jingxuan, que se sentía sombrío, desbatió decisivamente su ira sobre su hombre, mientras que este último se rió aún más exageradamente. Ling Jingxuan le lanzó sus ojos de daga y luego se volvió hacia sus hijos y les dijo usando un tono tan suave como pudo: "No te pedí que lo gastaras todo. Pero traer más contigo no estaría mal".

"¿Por qué debería tomar tanto? ¿Qué pasa si es robado?"

Ling Wen todavía surcó sus pequeñas cejas. Siempre sintió que su papá debería estar conspirando contra él.

"Ejem... ¿no quieres comprar algo para ti? Por ejemplo, algunos materiales de ropa de buena calidad, tinta y papel, y así sucesivamente, somos ricos ahora. Podríamos ganar el respeto de la gente si usamos decentemente, ¿verdad?"

"¿Por qué debería ganarme el respeto de esas personas irrelevantes? Papi, es verdad que ahora somos ricos. Pero usted ganó el dinero a través de su trabajo duro. ¿Cómo puedo desperdiciarlo?"

"¿No es tuyo papá? Solo gasta todo lo que quieras".

"Eso no va a hacer. ¿Cómo odiaría que tenga demasiado dinero? Papá, sé que estás tratando de engañarme, quieres gastar más dinero".

"Bueno..."

El resultado de la contienda entre papá e hijo, Ling Wen tuvo la victoria absoluta. Cuando y donde sea, siempre y cuando se relacionara con el dinero, Ling Jingxuan, como papá, nunca ganó.

"Golpe, golpe..."

De repente hubo un golpe en la puerta, y el papá y el hijo, mirándose el uno al otro, tuvieron que cesar la guerra. Ling Wen miró la mesa de té y el dinero en el suelo, y pareció darse cuenta de que no sería posible guardarlos tan rápidamente, y tuvieron que dejarlo allí por el momento. Y salió corriendo a abrir la puerta.

"¿Por qué estás tratando de inducirlo? ¿Sabes que es tacaña y le pediste que le llevara cien taels de plata? ¿No es como cortarle la carne?".

Barriendo al frustrado Ling Jingxuan, Yan Shengrui lo encontró divertido. Todo debe tomarse paso a paso. Estaba dando un paso demasiado grande, no es de extrañar que su hijo se defendiera.

Hablar de dinero con Ling Wen fue aún más agotador que hacer un trabajo laboral. Ling Jingxuan se desplomó en la silla, diciendo después de hacer una contracción de su boca: "Vi que tenía la idea de usar los lingotes de plata, así que quería golpear mientras la plancha está caliente. Quién sabe... ¿cuándo podría curar su personalidad tacy?"

Ahora tenían decenas de miles de plata en casa, por lo que ahora podría ser representado como un pequeño rico. En el campo, ese dinero debería ser mucho, ¿verdad? ¿Por qué su pequeño hijo todavía no quiere gastar dinero? ¿Sus casi tres meses de enseñanza son totalmente en vano?

Pensando en esto, Ling Jingxuan sintió que era un golpe tan grande para él. ¿Por qué es tan difícil criarlos en la segunda generación de dandy rich?

"Hehe... sin prisa, tómelo con calma. ¿No ha hecho algún progreso hoy? Al menos tomó la iniciativa de intentar gastar dinero en su familia. No esperes tanto ahora".

Estirando su mano para darle palmaditas en el hombro, Yan Shengrui lo consoló con desconsolado.

"Ay... Solo puedo tomarlo como está ahora".

Sólo podía culpar a sus valores de vida totalmente diferentes. Ling Jingxuan hizo un suspiro. Mientras tanto, los dos bollos que fueron a responder a la puerta volvieron con Chu Yan. Al ver dinero por todo el piso, Chu Yan recogió sus cejas con confusión, pero no preguntó nada, en cambio, dijo con respeto: "Tío Sheng, tío Ling".

"Yan'er, sálvalo. Siéntate".

Yan Shengrui asintió ligeramente, Ling Jingxuan también retiró su sentimiento decadente, extendió su mano para apuntar a la silla a su lado, Chu Yan asintió suavemente, después de decir gracias, se acercó con los dos bollos pequeños. Después de que se sentaron, Ling Jingxuan preguntó con una suave sonrisa: "Yan'er, ¿qué estás haciendo aquí?"

¿No se supone que debe estar leyendo en este momento?

"Bueno, tío Sheng, tío Ling, escuché que vas al condado, así que me pregunto si puedes llevarte conmigo".

Después de echar un vistazo de jengibre a Yan Shengrui que se había quedado en silencio, Chu Yan preguntó avergonzadamente. Desde que llegó a la ciudad de Datong con su padre, rara vez había salido. Así que esta vez estaba muy feliz después de venir a Yuehua Manor. Después de escuchar que iban al condado, tampoco pudo evitar querer ir con ellos. Y después de que este pensamiento salió de su mente, ya no podía controlarlo. Después de obtener la aprobación de su padre, al instante atropelló.

"Por supuesto. Si vienes con nosotros, puedes ayudarme a cuidar a los niños. Estoy muy contento de que pueda ir. ¿Cómo puedo decir que no?"

Mirando su pequeña cara manchada con todas las expectativas, aunque estaba tratando de ocultarlo, Ling Jingxuan estuvo de acuerdo sin siquiera pensarlo. Este chico es tan sensato. ¿Bajo qué tipo de ambiente había crecido? ¿Y qué dolores había pasado? Apenas nueve años, pero parecía aún más maduro que un niño de quince años. Si sus bollos fueran así, podría sentirse tan triste.

"Realmente?! Gracias, tío Ling, los vigilaré entonces".

Cuando Chu Yan escuchó eso, sus pequeños ojos de flor de durazno brillaron con luz alegre. Había pensado que le costaría mucha saliva tratar de convencerlos de que lo dejaran ir, nunca se lo esperaba... Una sonrisa brillante se arrastró sobre esa pequeña cara encantadora que no había crecido por completo. Estaba muy feliz de poder ir al condado junto con ellos.

"Jaja..."

Mirándolo con una suave sonrisa, Ling Jingxuan se volvió para echar un vistazo a Yan Shengrui, como para decir, como su tío, ¿no deberías decir algo? ¿Cómo podría ser suficiente echarle una mirada débil?

"Papi, realmente me mentiste. El hermano Yan dijo que los pendientes de plata son muy baratos, no son caros en absoluto".

De repente, después de algunas charlas con Chu Yan, Ling Wen señaló a su papá y se quejó. ¡Él lo sabía! ¿Cómo es posible que ni siquiera diez taels de plata sean suficientes?

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"Er... ¿estás seguro de que compartes los mismos valores?"

Ling Jingxuan sólo tenía ganas de tener un dolor de cabeza, la comisura de su boca tenía una contracción. Juró que el llamado "no caro" de la boca de Chu Yan debería ser totalmente diferente de "no caro" ling Wen entendido.

"¿Qué diferencia podría hacer? Papá, nos engañaste, Xiaowu, no escuches a papá, tomemos un banco de diez tael, un lingote de plata y algunas monedas de cobre, y sería suficiente. Guardaremos el resto..."

Lanzando una mirada severa a su papá, Ling Wen agarró la mano del pequeño bollo, se puso en cuclillas para poner esas monedas de cobre de nuevo en la olla de ahorro. Y el pequeño moño que siempre se había puesto de su lado incondicionalmente no tenía ninguna objeción. Dos hermanos, junto con Chu Yan, recogieron el dinero en el suelo y los metió de nuevo en la olla de ahorro. Ling Jingxuan, que había sido 'atemado' por su hijo, volvió a sacudir la cabeza impotentemente. ¡El plan falló!