STRAWBERRY ON FIRE

Encadenados

Había pasado más de la media noche y tanto Natsu como Erza estaban sometidos con varias esposas por alrededor de su cuerpo como por ejemplo muñecas, tobillos y a Natsu se le añadió en esas esposas, cadenas que estaban sujetas al techo de las esposas de las muñecas y el de los tobillos al piso

Erza: Natsu ¿estás dormido? -preguntó en voz baja sin mirar al masculino, no sabía por qué preguntaba eso pero no conciliaba el sueño puesto como estaba- no se para que preguntó -hace una pausa y sonríe de lado- creo que me convertí en una idiota como tú -con su silencio esperaba una reacción de parte del pelisalmon pero parecía que realmente estaba durmiendo- y pensar que Jellal planeó esto y de que te involucre en esta fea situación -dejó de hablar ya que escucho unos pasos- ¿quien anda ahí? -pregunto aunque dada su posición sólo pudo contener el grito que iba a hacer-

Jellal: Oh Erza, tan ruda como siempre -se detuvo delante de la celda de los dos prisioneros mientras que reflejaba una cara de superioridad- ¿acaso ya no soy más tú principe como para que me trates así?

Erza: Tu! bastardo! -quiso irse contra el pero fue inútil, se tropezó justo delante del peliazul-

Jellal: Patética, ¿acaso no haz aprendido que soy superior a ti en todo? tu vacía vida sería mejor si aceptas ser mi esclava personal -ante eso, escucha como las cadenas de Natsu se mueven ligeramente- ¿está despierto? que divertido será esto -pensó al mirar de reojo el cuerpo de Natsu- ¿por que no iniciamos con los preparativos? -luego de eso, abrió la celda y llevó a Erza que se forzaba a detenerse pero se arrastraba y quejaba del dolor ya que estaba siendo jalada del pelo-

Erza: Suéltame maldito! -era inútil escapar, así que luchaba con todas sus fuerzas de al menos pararse o algo-

Jellal: Te soltare una vez jures lealtad a mi y de que seas mi juguete

Erza: Eso jamás!

Jellal: Oh vamos, será divertido una vez que le enseñes al idiota de Natsu que no puedes vivir sin mi una vez te eduque

Erza: Maldito!!

Jellal: Grita todo lo que quieras, nadie ni mucho menos Natsu te podrán salvar -reía mientras que salía de la habitación con una Erza gritando de ira-

Natsu: Eso lo veremos idiota -abrió los ojos para segundos después, usar su fuerza en las manos y romper la cadena con las esposas que tenia y proceder a romper las mismas que tenía en los tobillos y salir por uno de los huecos de las celdas- menos mal y no engorde dos centímetros, sino estaría atrapado! -hizo uno de sus dramas pero tiempo después, recordó lo que iba a hacer y su actitud cambió de dramático a serio- espérame Erza, iré a rescatarte! -salió corriendo de ahí pero se estaba perdiendo ya que el lugar era muy grande y lleno de muchas puertas- ¿por que hay muchas puertas!? -gritó cansado pero tuvo la brillante idea de usar su nariz y seguir el dulce aroma de su amiga pelirroja- juró que te salvare Erza! -fue lo que pensó mientras seguía el olor-