Después de la muerte de su esposo, Jisoo, quedó devastada, pero en poco tiempo, se recuperó por decirlo así.
La gente del pueblo creía que ella había sido quien lo había matado, lo que no sabían, era la razón por la que ella estaba tan bien.
Una noche luego de llorar todo el día desconsoladamente la muerte de su esposo Jin, Jisoo no prendió las luces de su casa, decidió que dejaría su casa a oscuras e iría rincón por rincón recordando los momentos que vivió con él.
Llevaba unos minutos recorriendo su gran casa, llorando por cada recuerdo que venía a su mente, llegó a su habitación, y lo que la esperaba la puso muy feliz aunque le dió un poco de miedo, era él, su esposo por el que tanto había llorado, estaba sentado en la cama que habían compartido juntos por 7 años.
-J-jin? E-eres tu?-
- Hola cariño- dijo él con lágrimas en sus ojos
Jisoo corrió a abrazarlo, pero no lo logró, solo cayó en la cama.
- P-pero que- no pudo más y se echó a llorar, otra vez.
-Tranquila cielo, no llores, no te puedo tocar, pero estoy aquí, si?- él tampoco aguantó y comenzó a llorar
- ¿Como es que estás aquí?
- No lo sé, simplemente lo estoy-
- No sabes cuánto te extraño, me haces mucha falta, Jin, ya no sé si podré seguir viviendo así- dijo ella secándose las lágrimas.
- Yo también te extraño demasiado, pero debes seguir viviendo por ambos-
- ¿Vendrás a verme siempre?-
- Vendré todos los días, hasta que sea el momento en que tengas que venir conmigo, pero por ahora debes seguir, tranquila, tendremos tiempo de sobra aquí-
- Te amo, Jin-
- Yo también te amo, Jisoo-
Jisoo no entendía cómo ni por qué su esposo estaba ahí, tal vez se había vuelto loca, pero verlo y escuchar su voz la reconfortaba. Así pasó el tiempo, él la visitaba todos los días al anochecer, aquella casa siempre estaba a oscuras, y la gente de alrededor tenía miedo pasar por allí, decían que se escuchaban risas y personas conversando, ellos creían que Jisoo vivía sola, y así era, pero no contaban con que su difunto esposo estaba visitándola.
Jisoo ya no era una mujer triste, en cambio siempre estaba feliz, sonriente y tenía un brillo inexplicable en sus ojos, la gente la llamaba loca, otros asesina, a ella ya no le importaba, solo esperaba que llegue la noche para poder ver a su amado.
A pesar de poder verlo, ella sentía la necesidad de poder tocarlo, abrazarlo y besarlo, era tanta su desesperación, que un día antes de que caiga la noche decidió hacerle un regalo.
Faltaba poco para que oscureciera, ella ató una soga a una viga del techo, se subió en una silla, y amarró su cuello a la soga, luego de eso, solo cerró los ojos, esperando despertar, y poder abrazar a su querido esposo.
- Jisoo?! Que hiciste? Jisoo! Por qué lo hiciste?!- Jin ya había llegado a visitarla, pero, se encontró con que el cuerpo de su esposa estaba colgando de una viga.
Jisoo estaba viéndose, ahí, su cuerpo estaba frío y pálido, pero ella estaba feliz, volteó y corrió hacia él.
- Por que quería estar contigo, cariño- dijo sonriente.
- Te dije que aún no era hora- dijo Jin, esta vez estaba sonriendo al igual que ella- Desobediente-
- Y yo te dije que no podía seguir viviendo sin tí- por fin pudieron abrazarse después de tanto tiempo sin sentirse.
Y tomados de la mano, partieron de este mundo.
Fin
Bueno, amigos, este one shot, lo inspiré en unos sueños que tuve hace unos días jajajajja
Espero que les guste, la autora los ama 💗
