Ella era solo una chica de 17 años, el aparentemente era un joven amable que aceptó ayudarla.
Ella aprendió a NO CONFIAR EN NADIE.
~~~~~~~~~
Portada, idea original y escrita por: Sarahi M
Queda prohibida su copia o adaptación en su totalidad o parci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 1.
Con la mirada en el piso y abrazándose a sí misma se hallaba Emily Díaz, joven de 17 años, se encontraba caminando por la carretera, con frío hambre y miedo, hace media hora atrás se había dado cuenta que se encontraba perdida en medio de la nada; después de llorar por varios minutos se tranquilizó y se dispuso a caminar en busca de ayuda.
Emily, undida en sus pensamientos, se concentraba en contar todas las hojas que se caían de los árboles, hasta que escuchó el claxon de un auto, al voltear se dio cuenta que a unos cuantos metros se encontraba un auto amarillo, adentro de este se encontraba una figura que no pudo distinguir.
Del auto bajó un hombre alto y de complexión delgada, Emily le calculo unos 20 años; el joven se acercó a la chica.
- ¿Qué hace por aquí una chica tan linda como tú? - pregunto en tono coqueto.
- Realmente hasta yo quiero saber - dijo Emily con una risa falsa al final.
- ¿Estás pérdida linda? -
La joven se encontrá embelasada con las palabras del hombre.
- La verdad que si - respondió con un poco de vergüenza.
- No te preocupes chica, yo te puedo ayudar - dijo en tono amable.
- ¿De verdad? - preguntó esperanzada.
Cuando el hombre pronunció ésas palabras Emily vio en el la solución a su problema.
- Claro, ¿Quién no quisiera ayudar a una joven tan bella como tú? - en ese momento la chica sintió sus mejillas adoptar un lindo tono carmín.
- Gracias - pronunció en tono tímido y con una risilla nerviosa al final.
- No hay de que preciosa - dijo viendo a la chica de arriba a abajo aprovechando que está se encontraba mirando el suelo en muestra de timidez.
