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Siempre he escuchado que no se puede dar lo que no se tiene, una frase usada para referirse a que debes amarte a ti para poder amar a otros, yo no creo en esta frase, el que la dijo se ama así mismo, así que no tiene idea que se puede hacer sin amor propio, lo que en realidad ocurre te lo voy a explicar yo, si yo, ya sé que pensaras, que sabe una chica de 20 años sobre el amor y precisamente por eso soy la persona ideal porque no sé nada pero lo sé todo, a simple vista parece una falacia pero primero escúchame.
No sé nada del amor porque no sé ni amarme a mí misma, pero, lo sé todo Porque estoy perdidamente enamorada de un chico y por eso sé que esa frase es completamente falsa, si se puede amar a otros, aunque esto no es nada fácil, pero el amor siempre tiene una pizca de complejidad y cuando no te amas se suma algo a esa ecuación, un símbolo que la vuelve más difícil y es que el problema no es dar amor, es recibirlo.
Veo el amor propio como un manual para saber cómo le debe amar otro como mínimo, que si no es así ese amor no es bueno y hay que dejarlo ir, y ahí radica el problema de no tener amor propio, por qué muchas veces aceptaremos muy poco sin darnos cuenta que no nos quieren bien y no importa que te quiera mucho si no te quiere bien (si como la canción de Morat) y pues esos momentos son dolorosos, nos afectan y nos hacen daño y preferiría que eso fuera lo que me pasará así solo sufriría yo y no alguien, y no ese alguien al que amo.
Mi problema es que llegó un buen amor, un amor excelente, donde conecte de una manera que nunca pensé que nunca había sentido, es una cosa alucinante, pero yo no me amo y una parte de mi necesita que siempre le estén recordando que me aman, y no, no significa que no me demuestre que me ama con sus actos o que no sienta que me ama, el problema tampoco es que yo no lo ame, eso ya lo pensé por un largo tiempo y fue un tormento para mí pues de verdad lo amo, y él, ¡por Dios! Es magnífico me hace sentir en las estrellas, entonces ¿Por qué necesito que me diga que me ama? No lo sé, tal vez por las pocas que mis padres me decían que me amaban, tal vez porque la frase que siempre escuchaba cuando mis antiguos novios me terminaban era “hace tiempo que ya no te amo, pero no sabía cómo decírtelo” o tal vez por el hecho que de yo misma debo decírmelo todas las mañanas frente al espejo para no sentirme vacía.
Sea por la razón que sea, no es porque no sienta que me ama, no es que existan dudas en mí, al fin y al cabo, solo en el encuentro paz, solo en sus ojos, solo en su sonrisa, solo en sus brazos, solo en sus besos…

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