Episodio 1: La ruina

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-¿Quién soy yo?, es una pregunta recurrente dentro
de mi mente, no hay respuesta, tengo un nombre, no
un propósito. Soy aquel que vaga solo por el desierto
sin fin, soy aquel que no tiene compañía, aquel que no
desvía sin rumbo incierto.

¿Hacia donde voy?, también es una pregunta que me
hago constantemente, vago solo desde los 15 años,
nunca tuve y nunca fui nada, solo sé que debo recorrer
este desierto maldito.

-Yo, heredero de la nada, persona errante, persona
fugaz que viene y se va; nombre tengo y ese es Theon,
Theon el caminante del desierto maldito.

Hace 25 años, en un lugar remoto de algún pueblo
ya olvidado y consumido por la arena, la sangre y la
guerra, nace Theon, un hijo bastardo de un noble quien
fue legitimado por este gran Lord, su nombre completo
por ende Es Theon Redsand, heredero de la nada y el bastardo favorito le llamaban.

Este vivió una infancia en la más alta nobleza, un niño
que siempre tuvo una mirada fría, casi no mostraba
emociones y le encantaban las lanzas, cualquiera diría
que por dentro guardaba rencores hacia los demás
nobles por como le han tratado, pero este chico era
sumiso y leal, dentro de su vocabulario nunca existió la
palabra traición.

13 años tenía cuando ocurrió la tragedia que lo
marcaría mentalmente, y se dió cuenta que tenía
un camino maldito por la Soledad, pero a la vez un
camino más que interesante, largo pero lúgubre.

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13 años tenía Theon, un muchacho alto de cabellos
rizados, de piel Blanca y de una mirada fría.
Lord RedSand había dado un festín en su castillo,
Theon no estaba interesado en temas de la nobleza,
mucho menos quería heredar el castillo de su padre,
pues este mismo sabía que era un bastardo, así
que por ende todas más tierras de lord Redsand las
heredaría su hermano menor, quien no era un bastardo
llamado Lyonell Redsand.

La noche era hermosa, el cielo estaba despejado,
las estrellas brillaban, todo era Pacífico, Lyonell y su padre estaban en la mesa principal de dicha festividad,
mientras Theon estaba en lo más alto de una pequeña
colina cerca de su casa, un lugar que siempre le gustó
por su silencio y Soledad. Todo pintaba normal, hasta
que la luna de un momento a otro se tornó totalmente
negra, el cielo comenzó a nublarse y seres espectrales
comenzaron a descender desde el cielo, maldijeron el
castillo y a quienes estaban dentro, luego este ardió en
llamas muriendo así Lord Redsand y su hijo menor, el
espectro mayor, de nombre y orígenes desconocidos
bajó hasta Theon, lo miró a los ojos y lo que Theon
vió fue tan aterrador que su mirada casi fantasmal se
tornó en miedo y llanto.

Esto no fue sin mas que una maldición, una maldicion
que fue pegada a su Alma, esta era la Soledad y vagar
por el desierto hasta que encuentre la puerta para ir al
otro mundo y acabar con este ente; para el ente, esto
no era más que un juego que que hacía un poco de
gracia.

A la semana siguiente, Theon fue nombrado Lord
Redsand como le correspondía, ya que era el último
con el apellido.

Dos años después, durante este lapso de tiempo su
vida fue sola como siempre, reconstruyó el castillo de
su padre, pero se dió cuenta de que en sueños, tenía
el poder de controlar la magia, ya sea buena o mala, él
era neutro. Eran sueños sin más.

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Esto era lo que comenzaría con el camino de Theon en
su búsqueda de poder y control sobre la magia, Theon
con 15 años era un maestro con la lanza y la espada,
pero por preferencia usaba más la lanza.

Ya era un hombre de 15 años, mucho más alto que su
padre, media 2.15 metros de altura, su cabello rizado
era aún más largo todavia.

2 años habían pasado desde la tragedia, su pequeño
pueblo de quien ahora él era señor, estaba en medio de
un desierto, en el cual las tormentas de arena no eran
tan frecuentes y eran de menor magnitud.
Una tarde normal, Lord Theon Redsand estaba escu‐
chando las necesidades de su pueblo en lo que entró
una dama de apariencia lúgubre, era delgada y de piel
Blanca con unos ojos cuya mirada penetraba tu Alma.

Ella dijo: Lord Redsand, no soy más que una infor‐
mante, del otro mundo, de tu destino, de tu maldición.
Dentro de 2 días una tormenta de arena, se tragará tu
pueblo, no quedará nada, ni siquiera tu nombre, son las
arenas del olvido y las arenas de tu comienzo.

Lord Theon, con un mal augurio y de una orden inme‐
diata, ordenó a uno de sus hombres que matara a la
mujer, pero en cuanto dió la orden, esta se hizo arena.

Esa misma noche, en su solitaria alcoba, pensando
en lo que vió y recordando aquella traumática noche
donde vió a su padre y hermano morir, cuando este
espectro lo maldijo. Solo pensó en que su maldición
de Soledad, acabaría con todos y cada uno de sus
allegados, el dilema del erizo.

Dos días pasaron, una tormenta de arena acabó con
todos y todo a su paso, no quedó nada, todo fue
tragado por la arena, con todo menos con Theon,
quien ahora definitivamente perdió todo, desde su
identidad hasta su Alma.

Con una armadura ligera teñida de negro, una capa
negra, un tapa boca y su lanza, Theon salió de lo que
alguna vez fue su hogar, de donde alguna vez fue
alguien.

-No me muevo por venganza, no me muevo por mis
muertos, me muevo hacia la nada sin razón, me dirijo
hacia ningún lugar, voy en el camino correcto siempre,
ya que ninguno lo es, y enfrentaré lo que se venga. Yo
Theon Redsand voy hacia la nada.

-Bran Da Cherry.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2021 ⏰

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La última lanza de la arena rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora